Miles de millones de dólares en ayuda federal para la pandemia se enviaron a hospitales de Estados Unidos que no necesitaban los fondos, mientras que otros hospitales del país no lograron cubrir sus necesidades, según The Wall Street Journal.
Washington distribuyó la ayuda durante la pandemia utilizando los ingresos hospitalarios promedio como un indicador del tamaño para calcular la necesidad, sin considerar las cargas de casos de COVID-19, informó el medio de prensa el 6 de diciembre.
El Fondo de ayuda para proveedores, que fue creado por el Congreso en 2020, fue diseñado para ayudar a los hospitales durante la pandemia. Las instalaciones terminaron llenas de pacientes que estaban enfermos por el virus mientras rechazaban las cirugías que no ponían en peligro la vida y que normalmente les generaban los ingresos.
El Congreso declaró que el fondo estaba destinado a ayudar a los proveedores de atención médica a pagar los «gastos relacionados con la atención médica o la pérdida de ingresos» derivados por COVID-19, y que también estaban obligados a devolver cualquier financiamiento no relacionado con esas categorías.
El Congreso asignó más de USD 175,000 millones en ayuda a varios proveedores de atención médica, incluidos hospitales, médicos, dentistas, clínicas, hogares de ancianos y otras instalaciones, principalmente entre abril de 2020 y septiembre de 2021.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que estuvo a cargo de distribuir la ayuda, gastó cerca de USD 75,000 millones en los primeros tres meses del programa, tras un mandato de gastar la totalidad de los fondos asignados antes del 30 de junio de 2021.
Miles de millones de asistencia no ayudaron a los hospitales que más lo necesitaban
Los hospitales rentables con grandes dotaciones que no necesitaban la afluencia masiva de fondos los recibieron de todos modos, mientras que las instituciones médicas que estaban abrumadas con pacientes enfermos y necesitaban fondos adicionales recibieron la misma cantidad de efectivo, según la revisión de los informes de divulgación financiera de The Wall Street Journal.
Un total de 1257 hospitales con ayuda federal para la pandemia que ya eran rentables recibieron un total de USD 16,700 millones, con USD 53,600 millones de ganancias por la atención de pacientes aparte de la ayuda recibida durante la pandemia.
Algunos de estos hospitales más grandes y ricos quedaron lo suficientemente bien como para poner parte del dinero excedente en fondos de inversión, mientras que otros lo gastaron en nuevas instalaciones y campus ampliados.
Además, 783 hospitales que recibieron USD 10,000 millones en ayuda pasaron de operar con pérdidas a ser rentables.
A la vez, 1644 hospitales que recibieron USD 35,000 millones en ayuda reportaron una pérdida de USD 129,100 millones durante la pandemia, sin incluir los fondos adicionales.
Muchos de los hospitales más pobres en realidad se vieron obligados a despedir enfermeras y hacer otros recortes debido a la falta de ayuda, incluidos aquellos que atienden áreas que cuentan con las más altas tasas de mortalidad por COVID-19 reportadas.
“Es un poco como si tu casa de poca altura estuviera a punto de inundarse, y la Guardia Nacional aparece y te deja algunos sacos de arena, pero también trae un montón a las casas en terrenos más altos que no están particularmente en riesgo”, dijo William Schpero, economista de salud de Weill Cornell Medicine, a The Wall Street Journal.
Funcionarios gubernamentales intentan explicar las pérdidas
Los funcionarios federales ahora han admitido que sabían de los problemas con los cálculos relacionados con la distribución de la ayuda federal, pero dijeron que ignoraron las fallas para sacar el dinero rápidamente para cumplir con la fecha límite de junio.
Los funcionarios del HHS bajo la presidencia de Joe Biden trataron de asignar la responsabilidad de la confusión a la administración Trump, que entregó alrededor del 90 por ciento de los fondos de ayuda antes del 20 de enero de 2021.
HHS dijo que muchos de los problemas clave se solucionaron después de que Biden asumió el cargo y que el 10 por ciento restante de los fondos se asignó bajo su supervisión.
El escándalo es uno entre muchos relacionados con la mala asignación de fondos de ayuda para la pandemia desde 2021.
Durante el mandato de Biden, se enviaron miles de millones de dólares en asistencia federal por COVID-19 a los gobiernos estatales bajo su Plan de Rescate Estadounidense, a pesar de que muchos estados no lo necesitaban debido a una rápida recuperación, según The Associated Press.
Algunos de los miles de millones enviados a los estados se gastaron en proyectos de infraestructura estatal, informó Fox News.
En adelante, la Casa Blanca pasó de brindar ayuda por la pandemia a presionar a los estadounidenses para que se administren las vacunas contra el COVID-19 y sus dosis de refuerzo.
El Servicio Secreto estadounidense acusó además a los piratas informáticos vinculados al Partido Comunista Chino de robar al menos USD 20 millones en fondos federales de ayuda para la pandemia, incluidos algunos destinados a préstamos de la Administración de Pequeñas Empresas y fondos de seguro de desempleo en más de una docena de estados, informó NBC News.
Con información de Associated Press.
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