El representante Dan Crenshaw (R-Texas) dijo que “no se siguieron los protocolos” en la respuesta policial al tiroteo masivo en la escuela de Uvalde, Texas, y pidió que se asuman responsabilidades.
“Es difícil ver cómo no despiden a alguien por estas decisiones muy, muy malas”, le dijo al programa “State of the Union” de CNN el 29 de mayo, haciendo referencia a la respuesta de la policía de Uvalde.
Cerca de 20 agentes no actuaron durante unos 45 minutos en el pasillo situado en el exterior de las aulas 111 y 112 de la escuela primaria Robb, donde un tirador de 18 años, Salvador Ramos, mató a 19 estudiantes y dos profesores durante el mediodía del 24 de mayo. Las autoridades dijeron el viernes que el grupo de agentes de la ley estaba esperando las llaves del aula y el equipo táctico, a pesar de que los estudiantes atrapados en el interior llamaron varias veces al 911 pidiendo ayuda.
No fue hasta más de una hora después que los agentes de la Patrulla Fronteriza abrieron la puerta usando una llave maestra del conserje para confrontar y matar al pistolero. No está claro si se podrían haber salvado muchas vidas si la policía hubiera entrado antes.
Crenshaw mencionó que no quería “juzgar” a los agentes de la ley que fueron llamados a intervenir. “Pero sí parece claro que no se siguieron los protocolos. Esto no es un problema de entrenamiento”, dijo en la entrevista del domingo.
“El entrenamiento establece claramente que es posible que te disparen, pero el tipo detrás de ti podría entrar y salvar a personas inocentes. Tienes que ponerlos antes que tú. No parece que eso haya sucedido aquí”, dijo, y agregó que espera ver que la investigación sobre la respuesta “se desarrolle”.
La decisión de la policía local en respuesta a la masacre parece contravenir las pautas federales y estatales que priorizan un rescate. De acuerdo con las pautas de respuesta a tiradores activos en el manual de capacitación 2020 de la comisión estatal de aplicación de la ley, un primer interviniente “debe reconocer que se debe defender la vida inocente”.
“Un primer interviniente que no esté dispuesto a poner la vida de los inocentes por encima de su propia seguridad debería considerar otro campo profesional”, se lee.
Steven McCraw, jefe del Departamento de Seguridad Pública de Texas, también admitió que “fue una decisión equivocada” retrasar el ingreso al salón donde estaban contenidos Ramos y los niños. Dijo que el comandante, que no dejó entrar a los oficiales, creía que el atacante se había atrincherado y que los niños ya no estaban en riesgo.
“Tienes que dejar de lado tu sentido de autoconservación y atravesar esa puerta”, dijo Crenshaw.
La masacre es el segundo tiroteo escolar K-12 más mortífero registrado en el país, luego del tiroteo de 2012 en la escuela primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut.
En respuesta al tiroteo en Newtown, el FBI comenzó a capacitar a las fuerzas del orden y a otros socorristas para garantizar que los protocolos para responder a situaciones de tiradores activos sean consistentes en todo el país. Los programas incluyen una capacitación avanzada de respuesta rápida para el cumplimiento de la ley, que se desarrolló en Texas y hasta ahora ha capacitado a más de 114,000 agentes encargados del cumplimiento de la ley.
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