El coordinador para la respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jeffrey Zients, anunció este lunes que es «hora de imponer algunos requisitos de vacunas contra COVID-19».
«La semana pasada el presidente pidió a los estados y a los gobiernos locales que utilicen los fondos que han recibido, incluidos los del Plan de Rescate Estadounidense, para dar 100 dólares a quien se vacune completamente», dijo Zients durante una sesión informativa, añadiendo que «si los incentivos financieros como estos nos ayudan a conseguir más brazos vacunados, deberíamos utilizarlos».
A continuación el coordinador dio un paso más allá y dijo que deberían haber obligación.
«Pero además de los incentivos, es hora de imponer algunos requisitos basados en la realidad de los diferentes riesgos que suponen las personas no vacunadas frente a las que sí lo están», proclamó.
El funcionario confirmó que un trabajador o contratista federal que no esté vacunado tiene que llevar una mascarilla y hacerse las pruebas de COVID-19 una o dos veces por semana.
«Es simple, si quiere trabajar con el gobierno federal, haga que sus trabajadores se vacunen», dijo Zients.
La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó que el gobierno federal estaba intentando confirmar sobre si todo Estados Unidos tiene que estar obligado a vacunarse contra COVID-19. Varias grandes empresas y municipios como la ciudad de Nueva York han impuesto recientemente órdenes de vacunación.
Al hablar de que Google y Facebook anunciaron órdenes de vacunación para sus empleados, Biden dijo que «me gustaría que sigan avanzando en esa dirección», al tiempo que añadió que «todavía es una incógnita si el gobierno federal puede obligar a todo el país».
«Todavía no lo sé», afirmó Biden.
Las autoridades y comentaristas de los medios de comunicación en los últimos días han estado presionando para más y más órdenes de vacunación o uso de mascarillas a medida que se extiende la variante Delta de COVID-19. De otra parte se ignora o resta importancia a los estudios sobre la «inmunidad natural». Las autoridades sanitarias federales afirmaron que la variante Delta constituye la mayoría de las nuevas infecciones por COVID-19.
El martes, el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, anunció que la ciudad obligará a los restaurantes, gimnasios y teatros a no permitir la entrada a sus locales a personas no vacunadas. Nueva York es ahora la primera ciudad estadounidense que impone este requisito.
El alcalde dijo en una conferencia de prensa que «se exigirá la vacunación de los trabajadores y clientes en los restaurantes al interior, en los gimnasios al interior, en los locales de ocio al interior».
«La única manera de frecuentar estos negocios en interiores es estando vacunado», dijo De Blasio. «Si quieren participar plenamente en la sociedad, tienen que vacunarse».
Los sistemas tipo pasaporte de vacunación han sido señalados por grupos de libertades civiles como una posible violación de los derechos de privacidad individual. Cuando se propuso y posteriormente se aprobó en Francia una ley de «pase sanitario», miles de manifestantes salieron a las calles para protestar contra esta medida.
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