Cuando Elon Musk compró Twitter por USD 44,000 millones, amplió su alcance a cinco empresas, que abarcan múltiples industrias, cuya intersección con el gobierno puso al magnate tecnológico y su creciente influencia global en el radar de la Casa Blanca.
Musk ha convertido su misión en curar lo que él llama el «virus de la mente woke». Para algunos, su compra de Twitter hace varios meses fue justo lo que le recetó el médico.
«44,000 millones de dólares no fue el costo de Twitter. Fue el costo de restaurar la ‘Libertad de expresión'», posteó la cuenta de Twitter DogeDesigner, la semana pasada.
«Algunas cosas no tienen precio», tuiteó Musk.
Poco después de que Musk asumiera el cargo, restableció varias cuentas prohibidas —incluida la del expresidente Donald Trump— y reveló un conjunto de comunicaciones internas de Twitter conocidas como los Archivos de Twitter, que arrojan luz sobre la profundidad de la censura de la empresa y sus prejuicios contra las voces conservadoras.
Sin embargo, aunque muchas voces de la derecha del espectro político han elogiado las medidas adoptadas por Musk desde que se hizo cargo de Twitter, otras han expresado sus reservas.
El presidente Joe Biden reaccionó con preocupación a la noticia de la compra de Twitter por parte de Musk y sus posteriores medidas de recorte de puestos de trabajo, que redujeron el equipo de moderación de contenidos de la empresa.
«¿Qué nos preocupa a todos? Elon Musk compra una empresa que envía y difunde mentiras por todo el mundo», dijo Biden en un acto del partido demócrata de recaudación de fondos celebrado en Illinois, varios días después de que se cerrara el acuerdo de la compra de Twitter.
«Ya no hay editores en Estados Unidos», añadió. «¿Cómo esperamos que los niños sean capaces de entender lo que está en juego?».
Irina Tsukerman, abogada especializada en seguridad nacional y analista geopolítica, declaró a The Epoch Times que a algunos les preocupa que el compromiso de Musk con la libertad de expresión sea demasiado absoluto y que el tratamiento indiscriminado de cuentas extranjeras en Twitter amenace los intereses de Estados Unidos.
«Musk no ha cerrado el discurso genocida y provocador de actores adversos a Estados Unidos, como el ayatolá Jamenei de Irán, varios funcionarios del IRGC, los talibanes y cuentas vinculadas a Rusia», dijo en una declaración enviada por correo electrónico.
«También preocupa la falta de interés y vigilancia del discurso extremista en lenguas extranjeras como el árabe, el farsi y el chino», añadió Tsukerman.
En noviembre, se le preguntó a Biden si creía que Musk era una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y si debía investigarse la participación de un inversionista vinculado a Arabia Saudita en la compra de Twitter.
«La cooperación y/o las relaciones técnicas de Elon Musk con otros países merecen ser examinadas», dijo Biden en una rueda de prensa el 9 de noviembre de 2022.
«Yo no estoy sugiriendo si está haciendo algo inapropiado o no. Estoy sugiriendo que merece la pena ser examinado. Pero eso es todo lo que diré», añadió el presidente.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Twitter y la Casa Blanca para recibir sus comentarios.
«No es una toma del poder por la derecha»
Algunos críticos han expresado su preocupación por el hecho de que el aumento de la libertad para el trolleo viniera acompañado de una mayor libertad de expresión en Twitter.
Al parecer, empleados actuales y exempleados de Twitter dijeron a la periodista de la BBC, Marianna Spring, que las funciones destinadas a proteger a los usuarios de Twitter del acoso y el trolleo estaban resultando difíciles de mantener.
«La investigación dejó claro que Twitter nunca fue perfecto. Así mismo ha puesto de manifiesto cómo el odio está prosperando bajo el nuevo propietario de Twitter», escribió Spring. «Empleados actuales y exempleados de Twitter me dijeron que ‘nadie se está ocupando’ de las funciones diseñadas para proteger a los usuarios del odio y el daño».
Musk reaccionó al artículo de Spring sugiriendo en Twitter que esas preocupaciones eran exageradas.
«Perdón por convertir Twitter de paraíso nutricio en un lugar que tiene (…) trolls», escribió Musk.
Musk ha reconocido que la comunicación libre y abierta corre el riesgo de ser ofensiva, pero que la compensación merece la pena.
«Vale la pena señalar que la izquierda tampoco está siendo censurada», dijo Musk en un comentario en cadena. «No se trata de una absorción de derecha, sino más bien de una absorción centrista».
Cualquiera que sea la naturaleza de la toma de posesión, Musk se ha comprometido a permitir más libertad de expresión en la plataforma al tiempo que promete evitar que se convierta en un «infierno de todos contra todos.»
Irina Tsukerman dijo que el restablecimiento selectivo de Musk de las cuentas prohibidas socava el argumento de que Twitter es un mercado neutral para el intercambio de ideas.
«Musk parece haber dado preferencia a cuentas de famosos y a voces que reflejan su propia marca preferida de política», dijo la abogada, añadiendo que algunas cuentas de estadounidenses críticos con la política exterior o interior de Estados Unidos nunca fueron restablecidas.
«Permitir a sabiendas de que propagandistas extranjeros lleven a cabo operaciones utilizando esta plataforma daña la credibilidad de las empresas estadounidenses y hace más difícil que las fuerzas del orden y las agencias de seguridad de Estados Unidos protejan los intereses estadounidenses», afirmó Tsukerman.
Mientras tanto, a fines de enero, Twitter Safety dijo que ha estado «proactivamente» restableciendo cuentas previamente prohibidas y que cualquiera cuya cuenta permanezca suspendida puede apelar la prohibición, que será reevaluada bajo criterios menos estrictos.
«A partir de ahora, tomaremos medidas menos severas, como limitar el alcance de los Tweets que infrinjan la política o pedirle que elimine los Tweets antes de poder seguir utilizando su cuenta. La suspensión de la cuenta se reservará para infracciones graves o reiteradas de nuestras políticas», señaló Twitter Safety en un posteo.
Al mismo tiempo, Twitter Safety dijo que no había restablecido cuentas en las que hubiera actividad ilegal o cuando no hubiera habido una apelación reciente para que se levantara la prohibición de la cuenta.
El alcance de la incitación al odio en Twitter ha disminuido más de lo esperado bajo Musk, según una reciente evaluación independiente de Sprinklr.
«El modelo basado en inteligencia artificial de Sprinklr ha descubierto que el alcance de la incitación al odio en Twitter es incluso inferior al cuantificado por nuestro propio modelo», señaló Twitter Safety en un tuit a principios de este mes.
El análisis de Sprinklr descubrió que el discurso del odio en Twitter obtiene menos impresiones por tuit que los tuits de difamación no tóxica.
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