WASHINGTON – Después de un agudo intercambio de palabras entre el vicepresidente Mike Pence y el mandatario chino Xi Jinping en la reciente cumbre de APEC, los expertos tienen dudas sobre lo que se pueda lograr en la próxima reunión del Grupo de los 20 entre el presidente Donald Trump y Xi Jinping, o que la guerra comercial entre EE.UU. y China pueda terminar pronto.
Patrick Cronin, director del Programa de Seguridad de Asia-Pacífico del Centro para una Nueva Seguridad de Estados Unidos, dijo a La Gran Época que la cumbre de Cooperación Económica de Asia-Pacífico fue probablemente una buena oportunidad para presentar una imagen fuerte.
“Tácticamente hablando, APEC era demasiado tentador para que tanto el lado chino como el estadounidense lo ignoraran, como para demostrar fuerza de convicción”, destacó, añadiendo que probablemente se estaban preparando para la “verdadera cumbre, cuando Trump y Xi se vuelvan a encontrar”.
China emitió una larga lista de ideas y reformas a Estados Unidos, según el presidente de Estados Unidos, así que había algo con lo que trabajar, comentó Cronin.
“Tendremos que ver cómo Estados Unidos maneja la próxima ronda de esta discusión. Esperaba que hubiera tensiones continuas en general, sobre la economía, pero que se liberaría algo de tensión en algunos aspectos específicos de la relación”, agregó.
“Por lo tanto, algunos acuerdos, acuerdos parciales” podrían alcanzarse, expresó, lo cual “no necesariamente es lo que les gustaría a los chinos, un gran acuerdo ‘marco de principios’ [en el que] todo funciona dentro de ese contexto de manera muy armoniosa”.
“Probablemente Estados Unidos no trabaje así, porque el presidente Trump es mucho más transaccional en estos temas”, agregó Cronin. “Y creo que va a seguir insatisfecho con demasiados aspectos de la relación económica. Así que espero que haya tantos acuerdos como desacuerdos en el futuro próximo”.
Cronin piensa que Estados Unidos necesita movilizar a los países del G20 en torno a sus planes para tener más reglas que definan el comercio justo, y dice que Beijing seguramente trabajará en contra de eso. Trump y Xi se reunirán al margen de la cumbre del G20 en Argentina a finales de este mes.
“Estimo que los chinos convencerán a la gente sobre su punto de vista para presionar a Estados Unidos y así enfriar la guerra arancelaria, porque los aranceles presionan a China para que tome una decisión”, afirmó Cronin. “Y China no quiere que la obliguen a tomar una decisión, sino que quiere seguir haciendo lo que quiere hacer, es decir, aprovecharse del hecho de que no tiene una economía de mercado. Tiene un capitalismo dirigido por el Estado, tiene empresas estatales”.
“[La situación actual] le da a China una ventaja injusta en las reglas comerciales que fueron creadas para las economías de mercado, desde la perspectiva de los Estados Unidos”, añadió.
Qiao Mu, académico chino y exprofesor de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, escribió recientemente en Twitter, citando a un alto funcionario chino, que Xi dijo en una reunión interna que China no retrocedería en absoluto en esta guerra comercial.
Según el tuit de Qiao, Xi dijo en la reunión: “¿Qué más tiene Estados Unidos aparte de los aranceles? Si realmente son tan capaces, será mejor que dejen de comprar nuestros productos. No nos asustamos ni siquiera por las sanciones generales contra nosotros después de 1989; ¿qué hay de terrible en unos pocos aranceles? En el pasado, Estados Unidos era lo más importante para nosotros, ahora tenemos la iniciativa ‘Un Cinturón, Una Ruta’, África, América Latina y el mercado global”.
Chen Pokong, un autor y analista político chino, comentó durante una entrevista con la Voz de América que el Partido Comunista Chino (PCCh) se encontraba en una situación muy incómoda y difícil en la guerra comercial, ya que Estados Unidos había incluido los derechos y salarios de los trabajadores como temas comerciales. Dijo que el PCCh está muy avergonzado por estos requisitos, ya que nunca permitió a los trabajadores chinos defender sus propios derechos o formar sus propios sindicatos.
Chen dijo que el PCCh quiere desempeñar el papel de líder mundial, pero que actualmente no es capaz de hacerlo.
“China quiere desempeñar el papel de líder, pero no actúa como tal. Si realmente quiere desempeñar ese papel de liderazgo, significa un cambio total de sí mismo, incluyendo su actual sistema económico y político”, enfatizó.
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