El expresidente y candidato presidencial republicano Donald Trump reaccionó a la propuesta de normas de reducción de emisiones dirigidas a las pizzerías de Nueva York que utilizan hornos de pizza de carbón y leña.
«Incluso ahora quieren quitar los hornos de pizza. Tenemos las mejores pizzerías del mundo. Quieren acabar con eso en Nueva York», dijo Trump en una entrevista en la 77 WABC, emitida el 2 de julio.
«Nueva York ya tiene suficientes problemas. Pero ahora, en realidad, van por las pizzerías. ¿Pueden creerlo? Y [los funcionarios municipales están] diciendo que la hagan de otra manera y que les vamos a dar hornos diferentes. Vamos a poner todo tipo de restricciones», continuó. «Y uno de ellos dijo que así no se puede hacer pizza. Así que es una locura lo que está pasando, pero es lo que hay. Vamos a enderezarlo».
El mes pasado, la ciudad de Nueva York elaboró una norma que obliga a los operadores de pizzerías con hornos de carbón y leña a reducir las emisiones de carbono hasta en un 75%.
Los restaurantes con este tipo de hornos instalados antes de mayo de 2016 tendrían que tener dispositivos de control de emisiones según la nueva normativa del Departamento de Protección Ambiental (DEP, por sus siglas en inglés) de la ciudad.
Funcionarios municipales confirmaron las normas propuestas, afirmando que las emisiones de este tipo de hornos contaminan el aire.
«Todos los neoyorquinos merecen respirar un aire sano, y las estufas de leña y carbón se encuentran entre los mayores contribuyentes de contaminantes nocivos en los barrios con mala calidad del aire», dijo Ted Timbers, portavoz del DEP, en una declaración al New York Post. «Esta norma de sentido común, elaborada con grupos de restaurantes y de justicia medioambiental, exige una revisión profesional para determinar si es factible instalar controles de emisiones».
Las normas propuestas llegan después de que Nueva York se convirtiera en mayo en el primer estado de Estados Unidos en prohibir las estufas de gas natural. Las normas se aplicarán a la mayoría de los edificios nuevos a partir de 2026, con las únicas excepciones de los hospitales y las fábricas.
La nueva normativa del DEP (pdf) obligará a los restaurantes que tengan hornos de este tipo a contratar a un arquitecto o ingeniero autorizado por el gobierno «para que evalúe la viabilidad de instalar controles de emisiones en la cocina para conseguir una reducción del 75% de las emisiones de partículas».
Si la evaluación determina que no puede conseguirse una reducción del 75% o superior o que no pueden instalarse dispositivos de control de emisiones, «la evaluación debe identificar cualquier control de emisiones que pueda proporcionar una reducción de al menos el 25% o una explicación de por qué no pueden instalarse controles de emisiones».
La norma propuesta por los funcionarios de la ciudad de Nueva York ya ha suscitado críticas. Algunos cuestionaron cómo regular menos de 100 restaurantes reduciría significativamente las emisiones de carbono.
«Esto es una absoluta estupidez. No supondrá ninguna diferencia para el cambio climático», afirmó el multimillonario Elon Musk en un mensaje posteado el 26 de junio en Twitter.
El candidato republicano a la presidencia, el gobernador de Florida Ron DeSantis, también se pronunció sobre la propuesta. «Sólo quieren controlar», dijo a Jesse Watters, de Fox News, mientras compartían una pizza en un restaurante de Nueva York que utilizaba los hornos de carbón.
«A la izquierda le pica el gusanillo. Quieren controlar el comportamiento», dijo DeSantis. «Vimos lo mismo con el COVID. Mucho de eso no tenía que ver con tu salud. Es que querían controlar tu comportamiento. Simplemente no quieren que la gente sea feliz y tome sus propias decisiones».
«Destruir todas las pequeñas empresas»
La norma dio lugar a una protesta en el Ayuntamiento de Nueva York el 26 de junio.
«¡Dennos pizza o dennos la muerte!», dijo el artista y activista Scott LoBaido mientras arrojaba trozos de pizza por encima de la valla, según un video publicado en su cuenta de Twitter.
«Destruir todas las pequeñas empresas, eso es lo que sigue haciendo esta ciudad», coreó LoBaido. «¿No se puede tener un pequeño negocio? ¿No se puede tener pizza? Nueva York no es nada sin pizza».
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, defendió la propuesta
«No queremos perjudicar a las empresas de la ciudad ni al medio ambiente», declaró Adams a los periodistas en una conferencia de prensa celebrada el 28 de junio. «Cada entidad tóxica que eliminamos de nuestro aire se suma al deseo general de ocuparnos de reducir nuestra huella de carbono», dijo.
«Dejemos que el público opine, y entonces podremos tener una conversación sobre si vamos a avanzar o no», dijo el alcalde demócrata.
Con información de Naveen Athrappully.
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