Un informe de la Cámara de Comercio de EE. UU. advirtió que la reciente escasez de trabajadores que afecta a las empresas de todo el país se está agravando, describiendo la situación como una «crisis económica nacional».
El informe de la Cámara, publicado el martes, reveló que Estados Unidos tenía un récord de 8.1 millones de puestos de trabajo vacantes en marzo —el último mes del que se disponía de datos— lo que suponía un aumento de 600,000 respecto a febrero.
Sin embargo, la Cámara subrayó que «hay aproximadamente la mitad de trabajadores disponibles por cada puesto de trabajo disponible», es decir, 1.4 trabajadores disponibles por cada puesto de trabajo vacante, en todo el país «y la proporción sigue bajando». En comparación con los 20 años anteriores, había 2.8 trabajadores disponibles por cada puesto de trabajo vacante, según la organización.
«En varios estados y varias industrias, incluidos sectores muy afectados como la educación y los servicios de salud, así como los servicios profesionales y empresariales, hay actualmente menos trabajadores disponibles que el número total de puestos de trabajo vacantes», según el informe, que añade que más del 90% de las Cámaras de Comercio locales han informado que la escasez de trabajadores está perjudicando a sus economías.
El informe también hace referencia al decepcionante informe sobre el empleo de abril publicado por la Oficina de Estadísticas del Trabajo, según el cual solo se crearon 266,000 puestos de trabajo. Los analistas esperaban que se creara más de un millón.
«Incluso con 9.7 millones de desempleados a principios de abril, la reticencia de los trabajadores para volver a laborar y cubrir los puestos vacantes fue una de las razones de la débil creación de empleo», escribió la Cámara de Comercio. «Otra podría ser que los empleados saben lo fácil que es conseguir un nuevo empleo: el porcentaje de los que dejan voluntariamente su trabajo actual está ahora por encima de los niveles anteriores a la pandemia».
Los estados con la menor tasa de disponibilidad de trabajadores son Vermont, Nebraska y Dakota del Sur, según la organización. Los tres estados tenían una tasa inferior a 1.
En las últimas semanas, alrededor de dos docenas de estados liderados por el Partido Republicano han decidido no participar en el programa federal de desempleo que proporcionaba 300 dólares semanales durante la pandemia de COVID-19. Los republicanos han criticado la disposición, que se introdujo por primera vez en la Ley CARES de marzo de 2020 y se amplió varias veces en proyectos de ley posteriores, por considerar que crea un incentivo para que la gente no trabaje.
La cuestión quizá se materializó en abril, cuando el propietario de una franquicia de McDonald’s en Tampa, Florida, autorizó a pagar 50 dólares a la gente solo por presentarse a las entrevistas de trabajo, pero seguía teniendo problemas para encontrar empleados.
Según los reportes, Arizona, Montana, New Hampshire y Oklahoma han autorizado una bonificación por volver al trabajo de entre 500 y 2000 dólares.
«Vamos a utilizar el dinero federal para animar a la gente a trabajar en lugar de pagar a la gente para que no trabaje», dijo en mayo el gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey.
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