El exlíder chino Hu Jintao fue conducido inesperadamente fuera de la ceremonia de clausura de una reunión clave del Partido Comunista en Beijing sin ninguna explicación, lo que suscitó preguntas sobre un evento habitualmente muy bien organizado.
El anciano de 79 años, visiblemente frágil, estaba sentado a la izquierda de su sucesor inmediato, Xi Jinping, en la primera fila, cuando un miembro del personal se acercó a él, según las imágenes del 20º Congreso del Partido, celebrado el 22 de octubre.
La reticencia de Hu a marcharse era evidente.
El miembro del personal, que llevaba un traje oscuro y una mascarilla quirúrgica, primero tomó los lentes de Hu. Ante la mirada de Xi, puso ambas manos bajo las axilas de Hu e intentó levantarlo de su asiento.
El hombre tomó una carpeta roja que pertenecía a Hu mientras otro alto funcionario llegaba para alejar a Hu. Con cara de confusión, Hu se volvió en un momento dado a su asiento. Intercambió unas breves palabras con Xi y dio una palmada en el hombro al primer ministro saliente, Li Keqiang, que se sentaba a la derecha de Xi. Ambos asintieron con la cabeza.
Todo el episodio duró varios minutos ante más de 2000 personas presentes. Tuvo lugar justo en el momento en que los periodistas internacionales entraban en la sala para cubrir el evento que se celebra dos veces en una década y en el que Xi está dispuesto a conseguir un tercer mandato en una ruptura con las tradiciones del Partido.
Las circunstancias que rodearon la salida de Hu de la sala no estaban claras. El primer día de la reunión de una semana de duración, Hu parecía inestable y fue asistido en el mismo escenario por un joven ayudante.
El sábado, a la izquierda de Hu, el alto cargo Li Zhanshu se secaba el sudor de la frente mientras se desarrollaba la escena. Se arregló el traje y se levantó para ayudar a Hu, pero fue retirado por un rápido tirón de Wang Huning, el zar de la ideología del Partido sentado a su lado.
Mientras estaba sentado, Hu alcanzó en un momento dado unos archivos pertenecientes a Xi que estaban entre los dos sobre la mesa. Xi puso la mano sobre el documento para sujetarlo; el empleado apartó rápidamente el brazo del exlíder de la mesa y volvió a intentar ponerlo en pie. Prácticamente nadie de la primera fila se inmutó cuando Hu pasó por detrás hacia la salida.
El sábado por la noche no quedaba ningún rastro alusivo al incidente en el Twitter chino, Weibo. La cobertura de los medios de comunicación estatales no incluía la escena. Mientras el asunto cobra interés en Occidente, el portavoz del Partido Comunista Chino, Xinhua, dijo que su reportero «se ha enterado de que Hu Jintao insistió en asistir a la sesión de clausura del 20º Congreso Nacional del Partido, a pesar de que se ha tomado un tiempo para recuperarse recientemente».
«Cuando no se sentía bien durante la sesión, su personal, por su salud, le acompañó a una habitación próxima al lugar de la reunión para que descansara. Ahora, está mucho mejor», dijo en Twitter, que es inaccesible en China.
Pero múltiples analistas ven elementos de juego de poder en la abrupta salida de Hu.
«Al hacer que Hu Jintao se vaya antes, Xi Jinping está tratando de mantener oculto lo que sale de la votación a Hu», dijo el disidente chino exiliado Wang Juntao a The Epoch Times. «En efecto, lo han sacado a rastras».
Una de las últimas cosas que vio Hu en la conferencia fue la votación para elegir el nuevo Comité Central del Partido, compuesto por 205 personas, que pasará a determinar el próximo grupo de líderes principales el domingo, cuando se espera que Xi asegure su puesto principal. Del núcleo de 25 altos cargos del anterior equipo dirigente, solo 12 permanecerán en el poder. Ni el primer ministro, protegido de Hu y que en su día fue visto como un potencial heredero del Partido, ni Li Zhanshu, el jefe de la legislatura ceremonial del país, entraron en la lista.
Los funcionarios modificaron los estatutos del Partido en ausencia de Hu para incluir un lenguaje que muchos analistas creen que elevará la posición de Xi.
Feng Chongyi, profesor de estudios sobre China en la Universidad Tecnológica de Sidney y crítico declarado del Partido Comunista Chino, cree que Xi quería que Hu se quitara de en medio en su intento de consolidar el poder.
Señaló que durante el primer mandato de Hu, en 2006, las autoridades centrales chinas emitieron una norma que prohibía a los funcionarios chinos —incluidos los máximos dirigentes— ocupar el mismo cargo durante más de dos mandatos. Esta norma no figura en los actuales estatutos del Partido.
Hu podría «sacar este documento para enfrentarse a Xi: este es el reglamento del Partido, ¿por qué no lo sigues?», dijo Feng.
El discurso de Xi en la apertura del congreso, que duró algo menos de dos horas, hizo que los delegados aplaudieran más de 30 veces. Hu mostró poco entusiasmo por participar en los aplausos. Cuando Xi se inclinó tras concluir su discurso, Hu fue el único que mantuvo las manos unidas en el frente.
Con información de Luo Ya.
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