En la última cruzada de China por construir un Estado vigilante que todo lo ve, las escuelas se han vuelto parte del aparato de control estatal.
Estudiantes de más de diez escuelas de la provincia de Guizhou, una de las más pobres de China, y de la vecina región de Guangxi, tienen ahora que usar «uniformes inteligentes», equipados con chips electrónicos que registran sus movimientos.
Los uniformes les permiten a los funcionarios escolares, maestros y padres rastrear el momento exacto en que los estudiantes entran o salen de la escuela. Así lo anunció Lin Zongwu, director de la Escuela No 11 de Renhuai en Guizhou, al periódico estatal Global Times el 20 de diciembre.
Si los estudiantes se saltean clases sin permiso, eso activa una alarma.
Si los estudiantes intentan engañar al sistema intercambiándose uniformes, también hará sonar una alarma, ya que un equipo de reconocimiento facial a la entrada de la escuela puede comparar la cara del estudiante con el chip del uniforme.
Los dos chips incluidos en los «uniformes inteligentes» son hechos por Guizhou Guanyu Technology Company. Pueden operar en temperaturas de hasta 150 grados C (302 F) y soportan hasta 500 ciclos de lavado, según Yuan Bichang, gerente de proyecto en la compañía.
Lin dice que la asistencia de los estudiantes ha aumentado desde que la escuela implementó los uniformes.
Según el sitio oficial de la compañía, los uniformes tienen funciones adicionales. Los chips pueden rastrear la ubicación exacta de cada estudiante y pueden activar una alarma cuando el sensor detecta que un estudiante se ha quedado dormido en clase.
Acoplado con tecnologías de reconocimiento facial y dactilar, el uniforme también puede ser escaneado para realizar compras sin efectivo en la escuela. Los padres pueden controlar las compras de sus hijos e incluso poner límites de compra a través de una aplicación móvil desarrollada por la compañía.
La compañía se enorgullece de ser parte de las ambiciones tecnológicas del régimen chino. En su sitio web oficial, Guizhou Guanyu explica que la firma fue establecida «para responder al pedido del país y del Partido Comunista» de implementar «sedes escolares inteligentes»—usando el término chino para dispositivos inteligentes.
Mediante los uniformes de la compañía, las escuelas pueden lograr una «gestión digitalizada» de sus estudiantes, se afirma en el sitio web.
Los conceptos de «sede escolar inteligente» y «digitalización» se originaron en marzo de 2016, cuando Beijing reveló su última política económica, el «13er Plan Quinquenal» (2016-2020). Incluidos en este plan de cinco años está el «Hecho en China 2025″—el plan para convertir a China en una planta fabricadora de tecnología que pueda competir con Occidente para 2025.
En junio de 2016, el Ministerio de Educación de China, tomando la iniciativa de seguir el plan de Beijing, anunció su propio «13er Plan Quinquenal», que busca la «digitalización de la educación». Un ejemplo era transformar a las escuelas en «sedes inalámbricas».
En febrero, el concepto de «digitalización de la educación» fue otra vez enfatizado en una directiva del Ministerio de Educación, esta vez pidiendo a los gobiernos regionales tomar parte en ayudar a desarrollar «sedes escolares inteligentes».
En Sina Weibo, el equivalente a Twitter de China, muchos cibernautas expresaron preocupación sobre las violaciones a la privacidad de los estudiantes que implica requerirles usar tales uniformes.
Un cibernauta de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, escibió: «¿Es esto ir a la escuela o a prisión?».
Otro de Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang dijo: «¿Es esta una violación a los derechos humanos?»
Otro tuvo preocupación de que estas noticias presagien una sociedad cada vez más orwelliana en China. «¿Cuando será que todos tengan que usar estos [uniformes]?» dijo un cibernauta de Shanghai, bajo el usuario «picidaer».
Esta no es la primera vez que una escuela china usa tecnología para vigilar a sus estudiantes. En mayo, una escuela secundaria de la ciudad de Hangzhou usó cámaras con reconocimiento facial para registrar la atención de los estudiantes en clase. Según la prensa china, estas cámaras pueden escanear las caras de los estudiantes cada 30 segundos y analizar las expresiones faciales para detectar el estado de ánimo. Estos análisis luego dan cierto puntaje que determina si el estudiante está prestando atención en clase.
También en Hangzhou, una escuela secundaria local fue pionera el año pasado en el uso de tecnología de reconocimiento facial para comprar el almuerzo en el comedor escolar.
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