Los estudiantes de las escuelas públicas en la ciudad de Nueva York verán un aumento en las pruebas par detectar la COVID-19 cuando regresen de sus vacaciones de invierno, según el nuevo plan de la ciudad.
Según el plan dado a conocer el martes en una conferencia de prensa con el alcalde saliente Bill de Blasio y el alcalde electo Eric Adams, el regreso a la escuela de los más de 938,000 estudiantes de la ciudad se llevará a cabo el 3 de enero como estaba programado originalmente. Habrá una nueva política de pruebas COVID para los estudiantes que comparten un salón de clases con alguien que ha dado positivo al virus.
Cuando un estudiante da positivo por COVID-19, todos los demás estudiantes de la clase serán enviados a casa con un kit de prueba rápida para dos pruebas durante siete días, según de Blasio. Un estudiante que dé negativo en la primera prueba y no demuestre síntomas de COVID-19 podrá regresar a la escuela al día siguiente, en lugar de ser puesto en cuarentena en casa durante 10 días según las políticas anteriores.
“Esto garantiza más consistencia en su educación, garantiza menos interrupciones”, dijo de Blasio, quien será reemplazado por Adams el 1 de enero.
«Vamos a duplicar la cantidad de pruebas que hacemos en las escuelas», dijo, y agregó que la ciudad continuará alentando a los padres a firmar formularios de consentimiento para que sus hijos puedan participar en pruebas al azar en la escuela. «Estas son las cosas que vamos a hacer para mantener a todos a salvo».
El alcalde también señaló datos de funcionarios de salud que muestran que el 98 por ciento de los estudiantes que han tenido contacto cercano con un compañero de clase infectado no contraen el virus.
De Blasio y Adams se unieron a la gobernadora de Nueva York Kathy Hochul, quien anunció que un total de 2 millones de kits de prueba rápida, incluido 1 millón enviado por el estado, estarán disponibles para las escuelas de la ciudad de Nueva York a fines de esta semana.
«Vimos el experimento fallido con la enseñanza remota y los padres que simplemente se estaban tirando de los pelos en las mesas de la cocina», dijo Hochul, refiriéndose al cierre escolar de 18 meses que abarca desde marzo de 2020 hasta septiembre de 2021.
La medida se produce luego de que el poderoso sindicato de maestros de la ciudad de Nueva York indicara que intentaría bloquear la apertura de edificios escolares el 3 de enero si la administración entrante de Adams no ampliaba la escala de las pruebas.
“Nuestro sistema de pruebas que tenemos ahora está roto”, dijo Michael Mulgrew, presidente de la Federación Unida de Maestros de 94,000 miembros, en una entrevista con NY1 la semana pasada.
“Estoy trabajando con la administración de Adams. Trabajaremos durante todo este descanso. Pero si no vemos que estamos obteniendo el sistema de pruebas, sabemos que necesitamos mantener nuestras escuelas, comunidades y niños seguros, entonces tendremos que tomar una postura diferente en esta política de que ‘las escuelas deben permanecer abiertas’”, dijo el presidente.
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