«Nosotros sostenemos que estas verdades son evidentes, de que todos los hombres son creados iguales».
Estas palabras y el resto de la Declaración de Independencia de Estados Unidos, todavía resuenan hoy, 246 años después de que los Padres Fundadores las escribieran, explicando conceptos sencillos que con demasiada frecuencia se esconden en los corazones de los individuos oprimidos de todo el mundo—que todos los hombres están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables. Entre ellos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
El gobierno solo puede gobernar una tierra mediante el consentimiento de los gobernados, dice la declaración, por lo que en 1776 el pueblo de esta tierra ya no consintió el dominio británico y declaró la independencia.
No fue casualidad que, tras su creación, Estados Unidos se convirtiera rápidamente en un líder en la escena mundial. Era un resultado directo de los valores defendidos en los documentos fundacionales: la Declaración de Independencia, firmada el 4 de julio de 1776, y la Constitución de Estados Unidos, firmada el 17 de septiembre de 1787, según Adam Waldeck, presidente de la organización de defensa sin ánimo de lucro 1776 Action, cuyo objetivo es poner fin al adoctrinamiento contra los estadounidenses en los niños. El grupo se formó en respuesta a que el presidente Joe Biden, al asumir su cargo pusiera fin a la Comisión 1776.
«Estas fueron ideas revolucionarias que cambiaron el mundo para mejor y eso es lo que celebramos el 4 de julio. Si queremos continuar esa tradición de libertad, igualdad humana y oportunidades para todos, debemos enseñar a cada generación la historia del país en el que viven», dijo Walldeck a The Epoch Times.
Eso incluye lecciones sobre los documentos fundacionales y otras cosas.
«Pero hay un esfuerzo muy bien financiado y organizado en todo el país, que ha avanzado demasiado enseñando a los jóvenes estadounidenses de que su país es malo, que no deberían estar orgullosos de él, que es injusto —y esto es una receta para que el país se desmorone».
Adoctrinamiento educativo
Los líderes políticos saben desde hace tiempo que la educación es una manera de orientar el futuro.
«La libertad nunca está a más de una generación de la extinción», dijo una vez el expresidente Ronald Reagan. «Nosotros no se la pasamos a nuestros hijos en el torrente sanguíneo. Hay que luchar por ella, protegerla y transmitirla para que ellos hagan lo mismo o un día nos pasaremos los años del ocaso contándoles a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos cómo era una vez Estados Unidos, donde los hombres eran libres».
Durante su mandato, el presidente Donald Trump creó la Comisión 1776 para garantizar que los estudiantes aprendieran sobre la Guerra de la Independencia, la Declaración de Independencia y la Convención Constitucional, entre otras partes de la historia estadounidense.
«Inmediatamente tachada de racista por nuestros deshonestos medios de comunicación activistas, la Comisión 1776 fue abolida por el presidente [Joe] Biden a las pocas horas de jurar su cargo», dice el sitio web de 1776 Action.
«Era una señal de que la izquierda estaba al mando y esta guerra contra la historia y la historia de Estados Unidos era algo que iban a convertir en el centro de toda su existencia —de que nosotros no deberíamos estar orgullosos de Estados Unidos y que somos un país sistemáticamente malo», dijo Walldeck.
En poco tiempo Walldeck fundó 1776 Action. «En cierto modo, somos como una cobertura aérea para los padres que quieren detener el adoctrinamiento radical en las aulas», dijo Walldeck.
Consejos escolares impulsan el tema
El grupo descubrió que una de las razones por las que la educación ha avanzado hacia nuevos planes de estudio como la teoría crítica de la raza y la educación transgénero es porque muchas decisiones se toman en los consejos escolares y la gente no había prestado atención en ellos.
«La gente ni siquiera sabe quiénes son los miembros del consejo escolar», dijo Walldeck. «Suelen ser elecciones no partidistas. No se sabe realmente de dónde vienen y cuál es su posición en este tipo de cosas».
El grupo desarrolló el llamado Compromiso 1776, para que los candidatos se manifiesten mostrando su apoyo o falta de apoyo a la Teoría Crítica de la Raza (CRT) y a otros planes de estudio controvertidos.
El compromiso requiere que los candidatos que se presenten a una elección prometan restaurar una educación honesta y patriótica que cultive en los niños un profundo amor por lo que representa nuestro país.
Los candidatos promoverán un plan de estudios que enseñe que todos los niños son creados iguales y tienen el mismo valor moral bajo Dios, la Constitución y la ley. Ellos prohibirán un plan de estudios que enfrente a los estudiantes por motivos de raza o sexo y evitarán que las escuelas politicen la educación prohibiendo un plan de estudios que obligue a los estudiantes a protestar y a ejercer presión durante o después de las clases.
Los votantes pueden pedir a cualquier tipo de candidato que firme el compromiso para que los votantes puedan entender su posición.
El neurocirujano retirado, el Dr. Ben Carson, que fue secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de Trump y la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, promocionaron el Compromiso 1776. Noem fue la primera candidata en firmarlo en mayo de 2021. Desde entonces, casi 500 candidatos lo firmaron, incluido el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, quien lo mantuvo después de ser elegido al firmar en su primer día en el cargo una orden ejecutiva que prohíbe la enseñanza de conceptos divisivos, incluida la teoría crítica de la raza.
El hijo de Carson, Benjamin Carson Jr., forma parte de la junta directiva de 1776 Action y, ahora, Kathy Barnette fue nombrada portavoz nacional del grupo.
Barnette se presentó a una carrera electoral por el Senado de EE. UU. en Pensilvania contra el Dr. Mehmet Oz.
«Como candidata yo firmé el compromiso y vi que en el lado del gobernador otros firmaban el compromiso. Ellos se están poniendo frente a la población haciendo que la gente preste atención y eso es lo que necesitamos», dijo Barnette a The Epoch Times.
Las escuelas deberían enseñar la educación cívica tradicional estadounidense, como el análisis de los documentos fundacionales y la comprensión de nuestro papel como república, dijo a continuación.
«Nuestras escuelas están siendo atacadas», añadió Barnette. «Recuerdo cuando el presidente Obama estaba en el cargo y dijo que él, junto con otros, iba a cambiar fundamentalmente nuestro país. Desde entonces hasta ahora, ha quedado muy claro que una de las principales vías que pretenden utilizar para cambiar fundamentalmente a nuestro país pasa por nuestras escuelas».
«Primero nosotros lo vimos en la educación superior y ahora lo vemos desde el jardín de infancia hasta el 12º grado, y ellos son muy inflexibles», indicó la portavoz.
Según Barnette, como ideología que hace la separación entre estudiantes, la teoría crítica de la raza hará que nuestro país vuelva a ser racista.
«Durante toda mi vida, he visto mejoras y personas trabajando juntas, avanzando. De repente, siento honestamente que nos están arrastrando hacia atrás en el tiempo».
Es hora de hacer retroceder la teoría crítica de la raza, dijo Walldeck, y restaurar una educación honesta y patriótica para que las futuras generaciones puedan cosechar los beneficios consagrados en la Declaración de Independencia.
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