Las escuelas públicas de Chicago cerrarán este jueves ante la posible convocatoria de huelga a la que fueron llamados sus cerca de 25.000 maestros, anunció este miércoles la alcaldesa de la ciudad, Lori Lightfoor
«Sin cuestión alguna, la propuesta que nosotros pusimos en la mesa es la mejor en la historia del Sindicato de Maestros de Chicago», dijo la alcaldesa Lori Lightfoor, que lamentó que a pesar de ello el Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) «planea seguir adelante con una huelga».
La ciudad ha ofrecido un aumento salarial del 16 % por los próximos cinco años, pero el sindicato CTU reclama además la reducción del tamaño de clases y la urgencia de tener personal de apoyo a los estudiantes como enfermeras, bibliotecarias y trabajadores sociales, algo que la ciudad no ha aceptado.
La CTU quiere que Chicago, el tercer distrito escolar más grande del país, se comprometa a reducir el tamaño de las clases a 28 estudiantes por salón, algo que, hasta ahora, no ha sido aceptado la ciudad.
La ciudad, que enfrenta problemas presupuestarios, asegura que de cumplir con las demandas de los maestros supondría gastar 2500 millones de dólares, algo que inaceptable para las arcas locales.
Las autoridades locales criticaron además la reclamación de los maestros de reducir en 30 minutos el horario escolar, lo que haría que las clases comenzaran más tarde.
«No haremos eso. No quitaremos a nuestros niños de este tiempo de instrucción», dijo la alcaldesa.
Ambas partes planeaban reunirse este miércoles una vez más para intentar resolver las diferencias que impiden la firma del nuevo contrato colectivo.
Janice Jackson, jefa de las Escuelas Públicas, anunció por su parte que los edificios de las escuelas permanecerán abiertos durante la jornada y que servirán desayuno, almuerzo y cena a los estudiantes, pero que los programas que se ofrecen después de clases serán cancelados.
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