El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) anunció esta semana que requerirá pruebas semanales para COVID-19 cuando los estudiantes, maestros y empleados regresen a las instalaciones de educación en mitad de agosto.
Esas pruebas se administrarán a personas vacunadas y no vacunadas, según un comunicado publicado en el sitio web. El uso de mascarillas también será obligatorio para los estudiantes, maestros y demás empleados.
“Nuestros preparativos para el inicio del nuevo año escolar contemplan el enmascaramiento para todos los estudiantes, el personal y los visitantes; maximizar el distanciamiento físico tanto como sea posible; continuos esfuerzos integrales de desinfección, incluido el lavado frecuente de manos; sistemas mejorados de filtración de aire; pruebas de COVID-19 periódicas y continuas, la participación de la comunidad; y colaborar con socios y agencias de salud para apoyar la vacunación gratuita contra el COVID”, dijo el jueves LAUSD.
Todas las personas vacunadas y no vacunadas que regresan para las clases presenciales deben participar en las pruebas de COVID-19 una vez por semana, agregó el sistema escolar.
La razón, dijeron los funcionarios, se debe a la orientación emitida por el Departamento de Salud Pública del Condado.
“En última instancia, la mayor protección contra COVID y la variante Delta es la vacunación. Alentamos a todos los que son elegibles para que se vacunen”, dijo el Departamento de Salud Pública del Condado en un comunicado, sin dar más detalles sobre por qué las personas vacunadas deben someterse a pruebas rutinarias de COVID-19.
La orden se dio a conocer cuando el presidente Joe Biden instó el jueves a los gobiernos locales a pagarle a las personas para que se vacunen contra el COVID-19 y establezcan nuevas reglas que le exijan a los trabajadores federales mostrar los resultados de sus pruebas de vacunación o se enfrenten a pruebas regulares, ordenes de uso de mascarillas y restricciones de viaje.
El presidente también sugirió que las escuelas deberían reabrirse en el otoño.
«Podemos y debemos abrir las escuelas en este otoño, a tiempo completo», dijo Biden el jueves. «No podemos permitirnos otro año fuera de las aulas».
Sin embargo, más temprano en el día, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, sugirió que si los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. y otros expertos recomendaban cierres de escuelas o confinamientos, la administración seguiría sus pautas.
«Escuchamos a los CDC y a los expertos y sus recomendaciones… ya sabes, los CDC son un organismo muy respetado», dijo en respuesta a la pregunta de un periodista el jueves. «Y lo reitero, seguimos sus orientaciones».
La exigencia de Biden a millones de trabajadores y contratistas federales para que muestren sus pruebas de vacunación contradice una de sus posiciones anteriores sobre los pasaportes de vacunas. Los pasaportes de vacunas han sido señalados por grupos de libertades civiles y conservadores como sistemas que violan la libertad individual y los derechos de privacidad.
Los empleados del gobierno que no demuestren que han sido vacunados estarán sujetos a pruebas de COVID-19 semanales o dos veces por semana y a restricciones de viajes oficiales. Los empleados del Servicio Postal de EE.UU. no estarán sujetos a las nuevas reglas.
Biden también le ordenó al Departamento de Defensa que investigue «cómo y cuándo» le exigirá a los miembros del ejército que se vacunen.
Con información de Reuters.
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