Los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás tras 10 meses de guerra en la Franja de Gaza se han estancado después de que Hamás dijera el 14 de agosto que no participaría en una nueva ronda de conversaciones que estaba prevista que comenzara al día siguiente en Qatar.
Esto, a su vez, redujo las esperanzas de un alto el fuego que pudiera frenar un ataque iraní contra Israel en represalia por el asesinato el mes pasado del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán. Las potencias mundiales se han esforzado diplomáticamente por evitar una guerra más amplia que podría ser desencadenada por un ataque iraní.
Israel dijo que enviaría una delegación a las conversaciones de Qatar, pero Hamás dijo que quiere poner en práctica una propuesta anterior en lugar de mantener más conversaciones.
«Ir a nuevas negociaciones permite [a Israel] imponer nuevas condiciones y emplear el laberinto de la negociación para llevar a cabo más masacres», dijo a Reuters el alto cargo de Hamás, Sami Abu Zuhri.
Israel, por su parte, ha seguido adelante con su ofensiva en Gaza y algunos ministros del gabinete de línea dura causaron cierta controversia a través de acciones que los adversarios están considerando provocadoras.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ascendió al Monte del Templo de Jerusalén, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa. La mezquita, uno de los lugares más sagrados del Islam, se construyó sobre las ruinas de los dos antiguos templos del judaísmo.
A él se unieron el ministro del Néguev y Galilea, Yitzhak Wasserlaud, y decenas de fieles que pretendían rezar ese día con motivo de la festividad judía de Tisha B’Av, un ayuno que conmemora la destrucción de los templos y otras calamidades judías a lo largo de la historia.
Una captura de pantalla tomada de las imágenes de AFPTV muestra al ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, hablando en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén el 17 de julio de 2024. (AFPTV/AFP vía Getty Images)
La autoridad musulmana que administra el lugar, el Waqf jordano, permite a los judíos hacer la visita, pero no rezar. Muchos de los judíos rezaron, postrándose.
El primer Ministro Benjamin Netanyahu, por su parte, se unió a las naciones extranjeras para condenar a Ben Gvir por su decisión.
«La política sobre el Monte del Templo depende directamente del Gobierno y de su jefe», dijo Netanyahu en una declaración pública. «No existe una política privada de ningún ministro sobre el Monte del Templo, ni del ministro de Seguridad Nacional ni de ningún otro ministro».
La visita allí de Ariel Sharon mientras hacía campaña para primer ministro en 2000 fue uno de los acontecimientos que precipitaron un levantamiento palestino marcado por atentados suicidas contra civiles israelíes conocido como la Segunda Intifada.
Nuevos asentamientos en Cisjordania
Mientras tanto, Israel publicó los planos de uno de sus nuevos asentamientos propuestos en Cisjordania, a los que muchos israelíes se refieren como Judea y Samaria para enfatizar los antiguos lazos judíos con la tierra, dijo el 14 de agosto el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich.
El Sr. Smotrich dijo que la medida era una respuesta a las acciones de los dirigentes palestinos de Cisjordania y de los países que han reconocido un Estado palestino.
«Ninguna decisión antiisraelí o antisionista detendrá el desarrollo del asentamiento. Seguiremos luchando contra la peligrosa idea de un Estado palestino. Esta es la misión de mi vida», afirmó el ministro Smotrich.
Israel anunció en junio que legalizaría cinco puestos de avanzada en Cisjordania, establecería tres nuevos asentamientos y confiscaría otras tierras.
La Autoridad Palestina, que ejerce una autoridad limitada sobre las partes de Cisjordania donde viven los palestinos, condenó las confiscaciones como limpieza étnica. Israel rechaza esa acusación.
El nuevo asentamiento, llamado Nachal Heletz, tendrá unas 60 hectáreas, algo menos de un cuarto de milla cuadrada. Formará parte del grupo residencial de Gush Etzion, al sur de Jerusalén, y lo unirá a la ciudad, dijo el ministro Smotrich, quien es jefe de un partido que representa a Cisjordania, donde él vive.
Respuesta iraní
Desde hace dos semanas se espera y se teme una respuesta iraní al asesinato de Haniyeh, el 31 de julio y al de la noche anterior cerca de Beirut, de Fuad Shukr, jefe militar de otro apoderado iraní, Hezbolá.
El primer ministro británico, Keir Starmer, comunicó por teléfono al nuevo presidente reformista de Irán, Masoud Pezeshkian, que existía un «grave riesgo de errores de cálculo, y que ahora era el momento de la calma y de una cuidadosa consideración».
El presidente Pezeshkian, sin embargo, rechazó ese mensaje. «Una respuesta punitiva a un agresor es un derecho de las naciones y una solución para poner fin a los crímenes y las agresiones», afirmó el líder iraní.
El recién elegido presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, es saludado por el exministro de Asuntos Exteriores Mohammad Javad Zarif durante una visita al santuario del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruhollah Jomeini, en Teherán, Irán, el 6 de julio de 2024. (Majid Saeedi/Getty Images)
También indicó que seguía las órdenes del líder supremo de la nación, el ayatolá Ali Jamenei, quien ha dicho que Israel «allanó el camino para un severo castigo sobre sí mismo con esta acción».
Israel no ha confirmado ni negado haber desempeñado papel alguno en el asesinato de Haniyeh. El jefe de Hamás murió al estallar una bomba en la habitación de la casa de huéspedes donde dormía mientras se encontraba en Teherán para la toma de posesión de Pezeshkian. Israel se atribuyó el ataque aéreo contra Shukr en las afueras de Beirut.
Otros líderes europeos, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz, también han pedido a Irán que no tome represalias, al igual que Estados Unidos.
Los líderes europeos pidieron un acuerdo para poner fin a la guerra, la devolución de los rehenes israelíes retenidos por Hamás y la entrega sin obstáculos de ayuda humanitaria.
Las exigencias de que Irán no tome represalias «carecen de lógica política, son totalmente contrarias a los principios y normas del derecho internacional y representan una petición excesiva», dijo el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani.
Por su parte, Estados Unidos aprobó la venta de armas a Israel por valor de 20,000 millones de dólares, que incluyen decenas de aviones de combate y misiles aire-aire avanzados, informó el Departamento de Estado el 13 de agosto.
La venta incluye más de 50 cazas F-15, misiles aire-aire avanzados de medio alcance, munición para tanques de 120 mm, morteros de alto poder explosivo y vehículos tácticos.
Con información de The Associated Press y Reuters
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