La esperanza de vida de los estadounidenses aumentó entre 2021 y 2022 tras dos años consecutivos de descenso, según datos provisionales publicados el 28 de noviembre por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS) de los CDC muestra que la esperanza de vida —una estimación de cuánto tiempo se espera que viva un bebé nacido en un año determinado— aumentó en Estados Unidos de 76,4 en 2021 a 77,5 en 2022, marcando un aumento de 1,1 años.
Las estimaciones de esperanza de vida en el informe se basan en datos provisionales de mortalidad para 2022 que se comparan con los datos finales para 2021 del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales basado en certificados de defunción «recibidos, procesados y codificados pero no finalizados por NCHS», señala el informe.
Dado que queda más de un mes para que finalice el año en curso, las estimaciones podrían revisarse más adelante.
Aunque la esperanza de vida en Estados Unidos aumentó en 2022, sigue estando muy lejos de los 78,8 años de 2019.
El informe de los CDC también señaló que el aumento aún no compensa totalmente la pérdida de 2,4 años de esperanza de vida entre 2019 y 2021, que se debió principalmente a un aumento de las muertes durante la pandemia de COVID-19.
Según el informe, el aumento de 1,1 años en la esperanza de vida del 2021 a 2022 se debió principalmente a la disminución de la mortalidad por COVID-19 (84,2 por ciento de la contribución positiva), enfermedades del corazón (3,6 por ciento), lesiones no intencionales (2,6 por ciento), cáncer (2,2 por ciento) y homicidio (1,5 por ciento).
Además, los CDC señalaron que el aumento de la esperanza de vida entre los estadounidenses habría sido aún mayor si no fuera por los efectos compensatorios de los aumentos de la mortalidad por gripe y neumonía (25,5 por ciento), afecciones perinatales (21,5 por ciento), enfermedades renales (13,0 por ciento), deficiencias nutricionales (12,6 por ciento) y malformaciones congénitas (5,9 por ciento).
Las muertes por COVID-19 en 2022 «no fueron insignificantes»
«En 2022, el número de muertes por COVID-19 no era insignificante», dijo a CNN Elizabeth Arias, investigadora del NCHS y autora principal del informe.
«Manteniendo todo lo demás constante, necesitaríamos ver otra gran disminución en la mortalidad por COVID para que la esperanza de vida aumente».
«Sólo compensamos cerca de la mitad de la pérdida en la esperanza de vida, y para algunos grupos, es incluso menos», dijo la Sra. Arias. «Necesitaríamos el mismo patrón que observamos en 2022 de nuevo en 2023 y luego, tal vez, el año siguiente para recuperar completamente la pérdida».
Alrededor de 245,000 personas murieron por COVID-19 en 2022, por debajo de alrededor de 385,000 muertes en 2020 y más de 462,000 muertes en 2021, según los datos de los CDC.
Sin embargo, Estados Unidos sigue luchando contra las muertes por sobredosis de drogas y los suicidios, que aumentaron en los últimos años.
Un segundo informe de los CDC publicado el miércoles mostró que los suicidios en Estados Unidos alcanzaron un máximo histórico en 2022. Según ese informe, que también se basa en datos provisionales, el número de suicidios en 2022 (49, 449) fue un 3 por ciento superior al del 2021 (48,183). La tasa provisional de suicidios ajustada por edad fue un 1 por ciento más alta en 2022 (14,3 muertes por 100,000 habitantes estándar) que en 2021 (14,1), según el informe.
La tasa del 2022 sería la más alta desde 1941, según el informe.
Las muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos también aumentaron ligeramente el año pasado y continuaron aumentando en los primeros seis meses de este año, con datos provisionales que estiman que hubo 111,877 muertes por sobredosis en el período de 12 meses que finalizó en junio del 2023, en comparación con 109,034 muertes por sobredosis en el período de 12 meses que finalizó en junio del 2022.
El informe provisional de los CDC publicado el miércoles encontró que la esperanza de vida difirió entre sexos entre 2021 y 2022, aunque tanto hombres como mujeres experimentaron aumentos.
Según el informe, la esperanza de vida al nacer de los hombres en 2022 era de 74,8 años, lo que representa un aumento de 1,3 años respecto a los 73,5 años del 2021. En el caso de las mujeres, la esperanza de vida aumentó hasta los 80,2 años, lo que supone un incremento de 0,9 años desde los 79,3 del 2021.
Diferencias de esperanza de vida entre sexos y etnias
Aunque se mantuvo una brecha entre los dos sexos, se situó en 5,4 años en 2022, habiendo disminuido de 5,8 en 2021.
Los CDC señalaron que entre 2000 y 2010, la diferencia en la esperanza de vida entre los sexos se redujo de 5,2 años a su nivel más bajo de 4,8, «pero luego aumentó en 2020 y 2021 a niveles no vistos desde 1996, cuando la diferencia fue de 6,0 años».
Por lo demás, la esperanza de vida varió en función de la raza y la etnia, según los datos provisionales.
Los hispanoamericanos, los indios americanos y los nativos de Alaska vieron aumentar la esperanza de vida más de dos años en 2022.
Entre la población negra, la esperanza de vida aumentó en 1,6 años, de 71,2 en 2021 a 72,8 en 2022, y para los asiático-americanos, la esperanza de vida aumentó un año, de 83,5 en 2021 a 84,5 en 2022.
Para la población blanca, la esperanza de vida aumentó 0,8 años, hasta 77,5 en 2022, según el informe.
A pesar de los aumentos, los indios americanos y los nativos de Alaska siguen teniendo la esperanza de vida más baja, con 67,9 años, mientras que los asiáticos tienen la esperanza de vida más alta, con 84,5 años, según los datos provisionales.
Mientras tanto, aunque la esperanza de vida entre la población negra fue sistemáticamente inferior a la de la población blanca, esa brecha se fue reduciendo en las últimas tres décadas, de 7,1 años en 1993 a 4,0 en 2019, según el informe de los CDC.
Al comentar los últimos datos provisionales, Ryan Masters, profesor asociado de Sociología en la Universidad de Colorado, Boulder, dijo a NBC News que Estados Unidos todavía tiene un largo camino por recorrer en la mejora de la salud pública, que se había quedado atrás antes de la pandemia. Además, la esperanza de vida en Estados Unidos sigue siendo inferior a la de decenas de otros países.
El Sr. Masters declaró a la publicación que la pandemia de COVID-19 «no fue una conmoción sanitaria tanto como la gente quiere hacer creer».
«Durante los 40 años anteriores a la pandemia, Estados Unidos se distinguía por ser bastante pobre en resultados de salud y mortalidad», añadió.
Con información de The Associated Press.
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