La política abortista impulsó a los demócratas hacia una amplia victoria en las elecciones de la semana pasada. El partido mantuvo la gobernación en el estado de Kentucky, profundamente rojo, tomó el control total de la legislatura de Virginia, aumentó su mayoría en ambas cámaras en Nueva Jersey, ganó un escaño en la Corte Suprema del estado de Pensilvania y añadió el derecho al aborto a la constitución de Ohio.
La reacción pos-Roe ha seguido produciendo victorias para los demócratas desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el derecho constitucional al aborto y devolvió la cuestión a los estados en junio del año pasado.
Los republicanos deben centrarse en otras cuestiones, afirmó Robert Shapiro, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia.
En su opinión, 2024 será una competición totalmente nueva, y los republicanos pueden ganar centrándose en cuestiones como la reducción de la delincuencia y la seguridad de la frontera sur.
George Allen, exgobernador republicano de Virginia, dijo que los republicanos deberían plantear la cuestión del aborto como un asunto de los estados.
«Es una cuestión local de los estados; no es un asunto en el que deba intervenir el gobierno federal», declaró Allen a The Epoch Times. «Di esto sin parar, sin parar, sin parar».
El expresidente Donald Trump, presunto candidato republicano, se ha negado a respaldar una política federal sobre el aborto.
Ha expresado en actos de campaña en el profundamente conservador Iowa cómo los demócratas están alejando a los votantes de los republicanos que adoptan una línea demasiado dura sobre el aborto, al mismo tiempo que dice que cree que la gente debería «seguir su corazón» cuando se trata de la política sobre el aborto y trabajar para hablar más claramente sobre el tema.
«Sin las excepciones, es muy difícil ganar elecciones», dijo el presidente Trump. «Probablemente perderíamos las mayorías [en el Congreso] en 2024 sin las excepciones, y tal vez la propia presidencia».
Allen reconoce que es difícil que todos los republicanos adopten la misma postura. Por ejemplo, el senador Lindsay Graham (R-S.C.) ha presentado un proyecto de ley para un límite federal de 15 semanas en el aborto con la excepción de violación, incesto y riesgo para la vida de la madre.
Allen cree que la mejor candidata presidencial republicana en este tema es la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, porque es «honesta, pragmática y práctica».
En el tercer debate de candidatos presidenciales republicanos celebrado al día siguiente de las elecciones, Haley repitió que es «provida sin reservas» y siguió pidiendo «consenso» sobre las políticas de aborto, al mismo tiempo que reconocía la naturaleza profundamente personal de la cuestión.
«Pongámonos de acuerdo sobre cómo prohibir los abortos en etapa de gestación avanzada», dijo. «Asegurémonos de que fomentamos las adopciones y las adopciones de buena calidad».
El Sr. Allen dijo que el tema del aborto podría plantear un desafío para el gobernador de Florida, Ron DeSantis, debido a una nueva ley aprobada en su estado este año, que limita el aborto hasta las seis semanas de gestación. Sin embargo, el Sr. DeSantis podría decir que la ley representa la voluntad de los votantes en Florida y podría mantener el tema a nivel estatal, según el Sr. Allen.
En el debate del 8 de noviembre, el Sr. DeSantis dijo que los grupos provida fueron «tomados por sorpresa en estos referendos», ya sea en la votación como con Ohio o por poder en Kentucky, Virginia y otros estados.
Sugirió que sus mensajes deben apelar a los republicanos que acuden a votar.
«Mucha de la gente que vota a favor de los referendos son republicanos que votarían a un candidato republicano», añadió. «Así que hay que entender cómo hacerlo».
El 18% de los republicanos de Ohio votaron a favor de incluir el derecho al aborto en la Constitución del estado.
La participación electoral en el Estado del Buckeye fue inusualmente alta para unas elecciones fuera de año. Con la cuestión del aborto en la papeleta, votaron 3.9 millones de habitantes de Ohio, casi igualando el nivel de participación electoral de las elecciones de mitad de periodo de 2022, que fue de 4.2 millones.
Aunque los demócratas han sugerido que el tema del aborto en general es fundamental para los hispanos, una encuesta del Instituto Libre muestra que el tema del aborto no es una prioridad para los hispanos, para quienes la economía, la inflación y el empleo son de los temas más preocupantes. Sin embargo, las mujeres hispanas se encuentran en el segundo lugar de las tasas de abortos en Estados Unidos, solo después de las mujeres negras.
Por otra parte, según un análisis del Centro de Política de la Universidad de Virginia, las elecciones celebradas en años impares «no predicen necesariamente el año siguiente».
Los autores sostienen que, si bien las contiendas estatales generaron resultados favorables para los demócratas, eso no cambió la trayectoria de esos estados en las contiendas partidistas, que definirán más 2024.
En el caso del estado de Virginia, los autores consideraron la victoria del gobernador republicano Glenn Youngkin en 2021, otra elección fuera de año, como una excepción en el territorio de tendencia azul que sólo había votado a un gobernador republicano en las dos décadas anteriores.
Participación y apoyo
En opinión del Sr. Shapiro, para ganar las elecciones presidenciales de 2024, los demócratas deben entusiasmar y acudir a las urnas como en 2020 y 2022. Sin embargo, «el entusiasmo en este momento parece estar más en el lado republicano con los partidarios de Trump y los votantes que votan contra los demócratas [en lugar de] con entusiasmo en la base demócrata», dijo.
Bob Holsworth, un veterano analista político de Richmond, dijo que los republicanos aún no habían dado con un tema estrella para ganar las elecciones de 2024.
Sin embargo, dijo que la Bidenomía no ayudaría a mantener al presidente Biden en la Casa Blanca. Su interpretación es que, aunque la inflación ha mostrado signos de enfriamiento, el impacto se ha dejado sentir en ambos bandos y ha alejado a algunos votantes de la base demócrata.
Queda por ver si podrán convencerlos en 2024. «Creo que los demócratas cometen un grave error al no desafiar a Biden», declaró a The Epoch Times.
Las cifras de encuestas recientes muestran que los republicanos están más motivados para votar como forma de refrendar su apoyo a Donald Trump, expresidente y presunto candidato republicano, que para defenderse del presidente Joe Biden.
Las cifras de encuestas recientes muestran que los republicanos están más motivados para votar como forma de refrendar su apoyo a Donald Trump, expresidente y presunto candidato republicano, que para defenderse del presidente Joe Biden.
En una encuesta del 1 de noviembre de la Universidad Quinnipiac, entre 1610 votantes registrados autoidentificados, el 58% de los republicanos dijeron estar más motivados para votar en 2024 que en anteriores elecciones presidenciales, frente al 47% de los demócratas.
Y más votos Biden son una desaprobación del presidente Trump que un guiño al presidente Biden.
En una encuesta de la NBC de septiembre, una mayoría, o el 58 por ciento, de los votantes de Biden dijeron que votarían por el presidente Biden debido a su aversión al presidente Trump. En cambio, una proporción similar de los votantes de Trump dijeron que lo harían porque apoyan al presidente Trump.
Jim Gilmore, exgobernador republicano de Virginia y exembajador ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, afirmó que el ala izquierda de Estados Unidos no entiende el apoyo inquebrantable de los conservadores al presidente Trump.
En opinión del Sr. Gilmore, los conservadores «se sienten amenazados, agredidos» cuando ven el crimen desenfrenado y la insegura frontera sur, y la arrolladora victoria demócrata en el tema del aborto aumenta esa sensación.
«Esto es en resumidas cuentas: los republicanos y los conservadores de este país buscan a alguien que luche por ellos», declaró a The Epoch Times.
«Y creo que han decidido que esa persona es Donald Trump».
Una encuesta del New York Times y el Sienna College muestra que el 8 por ciento de los hispanos que apoyaron a Biden en 2020, ahora apoya a Trump. Los resultados son consistentes con otras encuestas recientes.
Economía, política exterior y frontera
En el ampliamente discutido sondeo del New York Times/Siena publicado días antes de la jornada electoral de 2023 descubrió que el presidente Biden iba por detrás del presidente Trump en cinco de seis estados indecisos y un declive general de la base minoritaria de los demócratas.
Según la encuesta, la ventaja del presidente Trump sobre el presidente Biden se basa en los temas principales de la economía, la política exterior y la inmigración.
La mayoría de los votantes encuestados —600 en cada uno de los estados de Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin— dijeron que las políticas del presidente Biden empeoraban sus vidas.
Uno de los pilares de la campaña de reelección del presidente Biden es su defensa de la Bidenomía: medidas económicas centradas en inversiones públicas y políticas industriales que, según la administración, ayudarán a la clase media y resolverán los problemas del coste de la vida.
En la encuesta del Instituto Libre, los hispanos mostraron su inconformidad con el rumbo que lleva el país bajo las políticas de Biden. Se mostraron particularmente preocupados por la economía y el alto costo de la vida.
La política exterior también se ha convertido en el centro de atención de los votantes.
«Se está produciendo una gran alteración en la vida política debido a lo que está ocurriendo en Gaza e Israel en estos momentos, y los votantes tienden a culpar al partido en el poder de la alteración», dijo Shapiro, añadiendo que los demócratas y los republicanos tienen posturas similares sobre la guerra entre Israel y Hamás, pero la posición es mucho menos bien recibida por los miembros de la base demócrata que son propalestinos.
Para el Sr. Gilmore, los demócratas colaboran con las élites para dirigir la política exterior a expensas de movilizar a la opinión pública. Los republicanos, en cambio, se comunican con el pueblo estadounidense y consiguen su apoyo.
También cuestionó la idea de que, en caso de ser reelegido, el presidente Trump llevaría a cabo la política exterior aislando a Estados Unidos.
Cree que el expresidente es más flexible en este frente que como se le estereotipa, y está dispuesto a darle al presidente Trump «el beneficio de la duda en su política exterior».
«Me gusta decir que en política presidencial, la política exterior nunca es el problema hasta que lo es. Y en este momento, lo es», dijo el Sr. Gilmore. «Y eso se debe a que estamos siendo testigos de una dramática convulsión en todo el mundo. Los autoritarios del mundo están en marcha».
De los tres temas principales —economía, política exterior y fronteras— este último es el talón de Aquiles del presidente Biden.
Mientras que goza de un apoyo abrumador de los demócratas en las dos primeras cuestiones, sólo cuenta con el 56% del apoyo de los demócratas en lo que respecta a la situación en la frontera entre Estados Unidos y México, según la encuesta de Quinnipiac.
La misma encuesta muestra que los independientes desaprueban al Presidente Biden en los tres temas, con la frontera a la cabeza con un 71 por ciento.
En las últimas elecciones, la cuestión fronteriza hizo que la oficina ejecutiva del condado de Suffolk, en Long Island, en el estado de Nueva York, pasara a ser roja por primera vez en dos décadas.
Una mayoría, el 84%, de los votantes de Nueva York considera la afluencia de inmigrantes ilegales un problema grave, según una encuesta del Siena College. En los últimos meses, varios estados azules se han vuelto contra el presidente Biden por la crisis fronteriza, mientras las ciudades luchan por hacer frente a la oleada de inmigrantes ilegales y su enorme presión sobre los recursos gubernamentales.
No está claro si los candidatos independientes o de terceros partidos restarán más votos al presidente Biden o al presidente Trump, pero es probable que estos votos marquen la diferencia en una carrera reñida.
Robert F. Kennedy Jr., candidato presidencial independiente, recibiría el 24% de los votos en una contienda entre tres partidos en seis estados disputados, según la encuesta de New York Times/Siena. El presidente Trump obtendría el 35 por ciento y el presidente Biden el 33 por ciento. El resto dijeron que estaban indecisos o que no votarían.
Jill Stein, que aspira a la nominación del Partido Verde para 2024, obtuvo alrededor del 1 por ciento en todo el país en las elecciones presidenciales de 2016. Obtuvo más votos en tres estados competitivos —Michigan, Pensilvania y Wisconsin— que los márgenes de victoria del señor Tump allí.
La última vez que un candidato independiente logró grandes avances fue en 1992, cuando el candidato independiente populista Ross Perot obtuvo casi el 20 por ciento de los votos en todo el país.
Fuerza de la base
Por supuesto, 2024 es más que la contienda por la Casa Blanca.
Las derrotas republicanas en las elecciones de 2023 muestran algunos problemas que existen desde hace tiempo dentro de las operaciones del GOP, según Ron Wright, cofundador de la Coalición Republicana Suburbana de Virginia.
Después de que los republicanos perdieran la legislatura de Virginia, muchos culparon al Sr. Youngkin por impulsar un límite al aborto de 15 semanas. A finales de septiembre, su comité Spirit of Virginia PAC invirtió 1.4 millones de dólares en anuncios televisivos sobre esta política. Pero el Sr. Wright dijo que el Sr. Youngkin no debería asumir toda la culpa.
«Desgraciadamente, esto viene de años atrás. Creo que el partido no ha sabido ver lo que está cambiando en el mundo», declaró Wright a The Epoch Times. «Los temas cambian, pero si no vas y reclutas candidatos de todos los segmentos de la sociedad, vas a seguir encogiéndote, encogiéndote y encogiéndote».
Dijo que el GOP necesita atraer a activistas más diversos y jóvenes.
«Un joven de 25 años saldrá a llamar a las puertas todo el día en comparación con una persona de 65 años», dijo. «Tenemos demasiados que piensan que sentarse detrás de su computadora a comentar en Facebook o Twitter, o como quieran llamarlo, es algún tipo de ventaja para el partido. Y no lo es. Eso no sirve de nada».
El GOP, dijo, también se enfrenta a un problema de fuerza de la base: los republicanos no trabajan su camino hacia arriba más, al menos no en el norte de Virginia. «¿Por qué presentarme al consejo escolar cuando puedo presentarme al Congreso?». El Sr. Wright dijo que es una actitud predominante.
Mientras tanto, los demócratas han continuado alimentando la cantera con candidatos experimentados que han construido relaciones con la comunidad, dijo.
Con información de Cristina Bazán.
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