El gobernador de Washington, Jay Inslee, anunció el lunes una orden de vacunación contra el COVID-19 para la mayoría de los trabajadores del gobierno y de la salud, así como para cientos de miles de empleados de la salud privada y sitios de cuidado de larga duración.
Los alcanzados por la medida tendrán que mostrar una constancia de vacunación contra el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), antes del 18 de octubre como condición para mantener su empleo.
A diferencia de otros líderes estatales que pusieron en marcha órdenes similares, Inslee no estableció como opción la realización de pruebas periódicas del virus para quienes no quieran vacunarse. La única opción para no cumplir la orden es una exención médica o religiosa.
En una rueda de prensa celebrada el lunes, el gobernador demócrata citó como argumento el aumento de casos y hospitalizaciones en el estado relacionados con la variante delta de COVID-19, altamente infecciosa.
«Nosotros tenemos esencialmente un nuevo virus en nuestras gargantas», dijo. «El estado de Washington está tomando medidas decisivas», añadió.
El requisito se aplica al gabinete ejecutivo, cuyas 24 agencias estatales cuentan con unos 60,000 empleados. También se exigirá la vacunación a cualquier contratista que quiera realizar trabajos para el estado.
«Estos trabajadores viven en cada comunidad de nuestro estado, trabajando cada día juntos y con el público para prestar sus servicios», dijo Inslee. «Tenemos el deber de protegerlos del virus, tienen derecho a estar protegidos y las comunidades a las que sirven y en las que viven también merecen protección».
Según una hoja informativa enviada a los empleados, los que actualmente trabajan a distancia también se verán afectados por la orden, ya que es posible que tengan que ir a un lugar de trabajo en algún momento en el futuro.
Inslee también habló sobre otros sectores no incluidos en su orden, como la educación superior, los gobiernos locales, el poder legislativo, otros funcionarios electos a nivel estatal y el sector privado, para animarles a imponer sus propios requisitos de vacunación, dijo su oficina.
«La razón por la que estamos en este aprieto hoy es porque el 30 por ciento de nuestros ciudadanos elegibles, hasta ahora, han elegido no aplicarse la vacuna», añadió.
El senador republicano, Mike Padden, criticó la orden, diciendo que viola los derechos humanos básicos de los ciudadanos.
La gente «no merece ser intimidada y amenazada para que se ponga en su cuerpo algo que no quiere», dijo Padden a The Associated Press. «Esto no solo es innecesario y probablemente provoque un mayor rechazo a la vacuna, sino que es una violación de las libertades civiles básicas».
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también aprobó recientemente normas que exigen que los trabajadores federales presenten pruebas de vacunación o se enfrenten a pruebas periódicas, restricciones de viaje y la obligación de llevar mascarilla.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) afirmaron en una actualización del 6 de agosto que los nuevos datos sobre la variante delta muestran que ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva, ya que las personas totalmente vacunadas siguen siendo capaces de contagiar el virus a otros, aunque las personas vacunadas «parecen ser infecciosas durante un periodo más corto».
La agencia añadió que las infecciones puntuales de la variante delta «parecen producir la misma cantidad de virus tanto en las personas no vacunadas como en las totalmente vacunadas», lo que pone en tela de juicio si los mandatos de vacunación son justificables dadas las implicaciones de la violación de las libertades individuales por parte del gobierno.
The Epoch Times contactó a los CDC para recibir sus comentarios.
Mientras tanto, el exdirector de los CDC, el Dr. Robert Redfield, dijo el lunes en el programa The Story de Fox News, que espera que los estadounidenses sigan vacunándose.
«La única cosa que tenemos contra la evolución cinética de la variante es que tenemos la vacunación», dijo Redfield. «Realmente es muy importante que una cosa que todos podemos hacer, que realmente puede hacer frente a la evolución de esta próxima variante, ralentizarla, es realmente continuar con la vacunación de nuestra población y lo que es más importante, creo (…) asegurarse de que estamos haciendo lo que podemos hacer para mantener la inmunidad en los individuos vulnerables”.
«Está muy claro que la durabilidad de esta vacuna no va a ser una vacuna que dure año tras año», añadió.
Con información de The Associated Press
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
