El gobernador del estado de Washington anunció el 14 de octubre nuevos requisitos de vacunación para las personas que quieran asistir a los grandes eventos.
En una conferencia de prensa, Jay Inslee dijo que el estado de Washington registra un gran aumento en el número de personas que se están vacunando, pero que todavía hay que hacer más para combatir la propagación de COVID-19.
«No podemos y no nos rendiremos ante esta enfermedad. No podemos y no pensaremos que el statu quo es suficiente», dijo el gobernador Inslee. «Tenemos que hacer frente a esta enfermedad y derribar estas cifras».
A partir del 15 de noviembre, los eventos de gran envergadura en el estado de Washington deberán verificar que todos los asistentes mayores de 12 años estén completamente vacunados o hayan recibido un resultado negativo en la prueba de detección del virus causante de COVID-19 en las últimas 72 horas.
El nuevo requisito se aplicará a los eventos en interiores con 1000 o más asistentes y a los eventos al aire libre cuando haya más de 10,000 asistentes.
La orden solo se aplica a los eventos «con entrada o registrados», como conciertos, convenciones y eventos deportivos. No se aplica a los servicios religiosos ni a los actos escolares.
Inslee aclaró que el requisito no se aplicará a lugares como centros comerciales, museos o tiendas de comestibles que estén abiertos al público «como parte de sus operaciones».
El estado de Washington ha tenido «un éxito notable en el aumento de la tasa de vacunación de los trabajadores estatales», declaró Inslee durante la conferencia de prensa del jueves.
El gobernador indicó que más del 90 por ciento de los trabajadores del estado están ahora vacunados mientras que el 6 de septiembre era el 49.1 por ciento.
«Ese número ha subido desde entonces y sigue subiendo cada día, esto es extremadamente gratificante», dijo a continuación.
«Es gratificante porque ahora sabemos que no habrá un éxodo masivo de empleados estatales y podremos continuar con los servicios estatales esenciales para la gente del estado de Washington», añadió.
El anuncio de Inslee se produce apenas unos días antes de que se cumpla el plazo del 18 de octubre para que los empleados estatales, los trabajadores de la sanidad y de los centros de cuidados permanentes, así como los que trabajan en escuelas y otros centros educativos, demuestren que están vacunados o se arriesguen a perder sus puestos de trabajo.
La orden de vacunación de los empleados recibió muchas críticas de los opositores, incluido un grupo de casi 90 policías estatales de Washington, bomberos y otros empleados que el mes pasado presentaron una demanda contra el gobernador, alegando que su orden excedía la autoridad de su oficina y violaba los derechos de los trabajadores estatales garantizados por la constitución del estado.
Otros estados y gobiernos locales permiten a los empleados optar por someterse a las pruebas semanales de COVID-19 como alternativa a la vacunación.
Inslee indicó que el plazo del lunes no se extenderá
«La gente ha tenido diez semanas para vacunarse, hemos tenido muchas oportunidades y acceso a las vacunas y ahora la gente tiene que tomar una decisión», dijo a continuación.
«Algunos individuos que eligieron abandonar su empleo estatal, queremos que sepan hoy que apreciamos su servicio estatal y les deseamos lo mejor», añadió el gobernador.
Según el Departamento de Salud del Estado de Washington, el 77.6 por ciento de los habitantes de Washington mayores de 12 años recibieron al menos una dosis de la vacuna COVID-19 hasta el 11 de octubre, mientras que el 71.4 por ciento de las personas mayores de 12 años están totalmente vacunadas.
El último mandato de vacunación del estado de Washington llega poco después de que Los Ángeles aprobara uno de los requisitos de vacunación contra la COVID-19 más estrictos del país.
El 6 de octubre, Los Ángeles aprobó su nueva orden de vacunación que requiere que cualquier persona de 12 años o más presente una prueba de vacunación para entrar en lugares cerrados como restaurantes, gimnasios, cines, salones de belleza, instalaciones gubernamentales interiores, centros comerciales y otros.
La orden, que no se aplica a las farmacias y tiendas de comestibles, entrará en vigor a partir del 4 de noviembre.
También se harán excepciones para las personas con permisos médicos válidos y para quienes tengan una «creencia religiosa sincera», que será revisada por el lugar al que la persona desee entrar.
Para las personas con exenciones religiosas o médicas, se les exigirán pruebas de detección negativas de COVID-19 dentro las 72 horas del momento de la entrada, según la ordenanza.
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