Los estados de California y Nueva York registraron las mayores pérdidas de residentes entre el 1 de julio de 2020 y el 1 de julio de 2021, revelan los datos del Censo publicados el 24 de marzo.
La pérdida de residentes se debió a una combinación de muertes que superan a los nacimientos —exacerbada por la pandemia— al envejecimiento de la población y al aumento de personas que se trasladaron a zonas menos pobladas o menos costosas mientras se generaba un aumento del trabajo a distancia.
El condado de Los Ángeles, California, que registra el mayor número de muertes por COVID-19 en Estados Unidos, experimentó la mayor pérdida de población de todos los condados, con alrededor de 184,465 residentes menos en el primer año de la pandemia de COVID-19, según los datos del Censo.
Otros tres condados de California también sufrieron pérdidas considerables de residentes, el condado de San Francisco (-58,764), el de Santa Clara (-50.751) y Alameda (-33.797).
Las pérdidas de California fueron seguidas de cerca por las de Nueva York, que en un momento de la primavera de 2020 se convirtió en el epicentro de la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos, con los hospitales desbordados de pacientes.
El condado de Nueva York perdió 117,375 residentes, según los datos, mientras que el condado de Kings perdió 95,022 y el de Queens 74,321.
El condado de Cook, en Illinois, también registró grandes pérdidas, con un descenso de 102,395 residentes, según los registros.
Además se observó que casi toda la pérdida de población de los estados se debió a la migración interna, que se produce cuando las personas se trasladan de una zona de Estados Unidos a otra, según los datos.
El condado de Los Ángeles experimentó la mayor pérdida neta de migración interna, que significó 179,757 residentes menos, seguido del condado de Nueva York, con 113,642 menos.
«Estamos en esta nueva era demográfica para California de crecimiento muy lento o incluso negativo», dijo Hans Johnson, demógrafo del Instituto de Políticas Públicas de California, a Los Angeles Times. «Esto además tiene implicaciones para todo en nuestro estado: desde cómo vivimos nuestras vidas hasta por las escuelas que se están cerrando, pasando por la capacidad que podríamos necesitar para las redes de transporte y, finalmente, para la vivienda».
«Esta pérdida que están experimentando tanto California como el condado de Los Ángeles es una especie de tormenta perfecta desde el punto de vista demográfico y todos los componentes que conducen al cambio de población tienden todos a la baja tanto para el estado como para Los Ángeles», dijo Johnson.
En general, casi tres cuartas partes de los condados de Estados Unidos experimentaron su máximo número de muertes en 2021 y más del 73 por ciento (2297) experimentaron un «descenso natural» (cuando se producen más muertes que nacimientos en un período de tiempo determinado) en la población en 2021, frente al 45.5 por ciento en 2019 y el 55.5 por ciento en 2020 en el momento álgido de la pandemia de COVID-19, según los datos.
En 2021, todos los condados de Delaware, Maine, New Hampshire y Rhode Island experimentaron más muertes que nacimientos, según los datos.
En general, sin embargo, la mayoría de los condados (2063 o el 65.6 por ciento) experimentaron una «migración interna positiva» de 2020 a 2021, lo que significa que hubo más personas que entraron que las que salieron de esas áreas.
Entre las áreas metropolitanas, 251 (65 por ciento) de ellas experimentaron aumentos de población en ese período de tiempo, mientras que 287 (52.9 por ciento) de las 543 microáreas de Estados Unidos vieron aumentos de población en 2021.
«Los patrones que hemos observado en la migración interna cambiaron en 2021», dijo Christine Hartley, jefa adjunta de la división de estimaciones y proyecciones de la División de Población de la Oficina del Censo. «Aunque a lo largo del tiempo hemos visto un mayor número de condados con disminución natural y la migración internacional neta está disminuyendo, en el último año, la contribución de la migración interna contrarrestó estas tendencias, por lo que en realidad hubo más condados que crecieron que los que perdieron población».
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