En un escrito presentado ante la Corte Suprema de EE. UU., el fiscal general de Pensilvania Josh Shapiro condenó una demanda de Texas contra los procedimientos del estado durante las elecciones del 3 de noviembre. Minutos después, los fiscales generales de Wisconsin, Georgia, y Michigan emitieron documentos judiciales similares.
Shapiro escribió que la demanda del fiscal general de Texas, Ken Paxton—la cual impugna las elecciones en Michigan, Georgia, Pensilvania y Wisconsin— es simplemente un intento de «privar de sus derechos a grandes franjas de votantes y socavar la legitimidad de las elecciones».
“Su solicitud de que esta Corte ejerza su jurisdicción original y luego nombre al candidato preferido de Texas a la presidencia es legalmente indefendible y es una [ofensa] a los principios de la democracia constitucional”, decía el escrito. Además, argumentaron que Texas no ha sufrido daños “simplemente porque no le gusta el resultado de las elecciones, y nada en el texto, la historia o la estructura de la Constitución respalda la opinión de Texas de que puede dictar la manera en que otros cuatro estados dirigen su elecciones».
La Corte Suprema ordenó a los estados responder antes de las 3 p.m. del jueves.
Casi dos docenas de otros estados presentaron un escrito de amicus que apoya el reclamo de Shapiro ante la máxima corte. Al menos 17 estados liderados por republicanos apoyaron la demanda de Paxton.
El caso de Paxton fue presentado el lunes por la noche, afirmando que los cuatro estados pendulares hicieron cambios inconstitucionales de último momento a sus respectivas leyes electorales, trataron a los votantes de manera desigual, y provocaron importantes irregularidades en la votación al relajar las regulaciones de integridad en las boletas.
Paxton, en un comunicado, dijo que «Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin destruyeron esa confianza y comprometieron la seguridad y la integridad de las elecciones 2020».
“Los estados violaron los estatutos promulgados por sus legislaturas debidamente elegidas, violando así la Constitución. Al ignorar tanto la ley estatal como la federal, estos estados no solo han corrompido la integridad del voto de sus propios ciudadanos, sino también de Texas y de todos los demás estados que llevaron a cabo elecciones legales”, agregó el republicano de Texas. “Su incumplimiento del estado de derecho arroja una oscura sombra de duda sobre el resultado de todas las elecciones. Ahora pedimos que la Corte Suprema intervenga para corregir este error atroz».
Además de buscar una reparación para determinar el resultado de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, Paxton está pidiendo a la corte que brinde transparencia para las futuras elecciones.
“Además del desagravio por mandato judicial para estas elecciones, el Estado demandante busca un desagravio declaratorio para todas las elecciones presidenciales en el futuro. Este problema es claramente susceptible de repetirse con todo y evadiendo la revisión”, dice la demanda. «La atención de esta Corte es profundamente necesaria para declarar cuál es la ley y restaurar la confianza pública en estas elecciones».
Mientras tanto, la demanda de Texas busca ampliar la fecha límite de certificación del Colegio Electoral del 14 de diciembre para Pensilvania, Michigan, Georgia y Wisconsin.
El presidente Donald Trump, quien se beneficiará al máximo de la demanda de Texas, escribió el jueves que «la Corte Suprema tiene la oportunidad de salvar a nuestro país del mayor abuso electoral en la historia de Estados Unidos».
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