El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo el lunes que Estados Unidos cerrará su embajada en Kiev antes de un posible ataque ruso, en un momento en que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, indicara que la inteligencia sugiere que su país será invadido el miércoles.
«Estamos en el proceso de reubicar temporalmente las operaciones de nuestra Embajada en Ucrania de nuestra Embajada en Kiev a Lviv debido a la dramática aceleración en la acumulación de las fuerzas rusas», dijo Blinken en un comunicado, diciendo que la Casa Blanca sigue comprometida con el gobierno ucraniano y los funcionarios rusos para «desescalar esta crisis».
Lviv está a unas 50 millas de la frontera occidental de Ucrania con Polonia, miembro de la OTAN y la Unión Europea.
«Estas precauciones prudentes de ninguna manera socavan nuestro apoyo o nuestro compromiso con Ucrania. Nuestro compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania es inquebrantable», agregó Blinken, señalando que «la vía de la diplomacia» está disponible.
Anteriormente, el lunes, Zelensky había dicho en un discurso que su oficina fue informada de que el 16 de febrero «será el día del ataque» de las fuerzas rusas. «Haremos que sea un día de unión. El decreto ya ha sido firmado. Esta tarde colgaremos las banderas nacionales, nos pondremos lazos azul-amarillos y mostraremos al mundo nuestra unidad», declaró.
Zelensky no proporcionó pruebas específicas para respaldar su afirmación. Tampoco nombró una fuente de su información.
Durante el fin de semana, los funcionarios de la administración Biden afirmaron que Rusia planeaba invadir Ucrania en un futuro cercano y posiblemente antes de que concluyeran los Juegos Olímpicos de Invierno el 20 de febrero. No se proporcionaron detalles ni pruebas.
Los funcionarios rusos dijeron a los medios estatales que las acusaciones de que Moscú está planeando una invasión en un futuro próximo son infundadas y están diseñadas simplemente para intensificar las tensiones. Se acusa a Rusia de tener unos 100,000 soldados cerca de las fronteras de Ucrania, incluso en Bielorrusia.
«También continuamos con nuestros esfuerzos genuinos para llegar a una solución diplomática y seguimos comprometidos con el gobierno ruso tras la llamada del presidente Biden con el presidente Putin y mi conversación con el ministro de Relaciones Exteriores Lavrov», continuó diciendo Blinken el lunes.
El secretario de Estado también pidió a los ciudadanos estadounidenses en Ucrania que se registraran en el Departamento de Estado y los instó a estar al tanto de cualquier novedad. Anteriormente, el Departamento de Estado pidió a los estadounidenses que salieran de Ucrania.
Una de las principales portavoces del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, denunció este lunes las afirmaciones recientes hechas por Estados Unidos y el Reino Unido como propaganda ilegal destinada a avivar la guerra en la región.
«Lo que estamos viendo ahora es propaganda de guerra en su forma más pura», escribió Zakharova en las redes sociales, según medios financiados por el estado.
«Estados Unidos y el Reino Unido han sacado de su escondite una herramienta que han estado guardando durante medio siglo. Y ahora la agitan como un garrote, apoyando la histeria controlada a través de la CNN, Bloomberg y los periódicos británicos, influyendo así en la opinión pública de sus países», continuó la portavoz.
En medio de las conversaciones entre las potencias occidentales y Rusia, Moscú ha exigido que la OTAN rechace la adhesión de Ucrania, algo que la Casa Blanca y la OTAN han dicho que no es posible.
«Nosotros, desarrollando un diálogo sobre algunos aspectos que son de importancia práctica hoy en día, con nuestros homólogos occidentales, principalmente estadounidenses. Buscaremos simultáneamente sus respuestas a las legítimas cuestiones que hemos planteado», declaró el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, a TASS el lunes.
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