PARÍS—El sábado, Estados Unidos se colgó la medalla de oro en el relevo olímpico femenino de 4×400 metros, marcando el segundo mejor tiempo de la historia y ampliando a ocho la racha de victorias consecutivas del país en esta prueba.
Con un cuarteto repleto de estrellas en el que figuraban las campeonas olímpicas Sydney McLaughlin-Levrone y Gabby Thomas, las estadounidenses hicieron un tiempo de 3 minutos y 15.27 segundos, quedándose a las puertas del récord mundial establecido por la antigua Unión Soviética en 1988.
Una semana después de que Femke Bol liderara a los holandeses a la victoria en el relevo mixto 4×400 con una notable etapa de cierre, la diferencia era demasiado grande para que ella pudiera recuperarla y los Países Bajos tuvieron que conformarse con la plata en 3:19.50. Gran Bretaña se llevó el bronce en 3:19.
Jamaica ocupaba la tercera plaza tras la primera etapa, pero Andrenette Knight perdió el testigo tras chocar con la irlandesa Rhasidat Adeleke en la segunda.
Shamier Little puso a Estados Unidos por delante antes de ceder el relevo a McLaughlin-Levrone, quien sumó 30 metros sobre el terreno con su fulgurante vuelta de 47.71 segundos y la única pregunta a partir de ese momento fue quién ganaría la plata.
Thomas pasó el relevo a Alexis Holmes a unos 40 metros por delante y ella lideró a su equipo hasta la meta.
Por Lori Ewing
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