La administración estadounidense se está preparando para emplear sanciones adicionales contra Irán en los próximos días después del ataque aéreo de Teherán contra Israel el fin de semana, confirmó a los periodistas la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el 16 de abril.
La Sra. Yellen se abstuvo de anticipar qué herramientas podría utilizar la Casa Blanca para castigar al régimen iraní por su ataque a Israel. Afirmó que “todas las opciones para interrumpir la financiación al terrorismo de Irán siguen sobre la mesa” y que el Tesoro “utilizará nuestras herramientas económicas para contrarrestar la actividad maligna de Irán”.
La funcionaria de la administración dijo que las exportaciones de petróleo de Irán podrían ser «una posible área que podríamos abordar».
«Desde el inicio de la administración, nuestras sanciones se han dirigido a más de 500 personas y entidades relacionadas con el terrorismo y la financiación del terrorismo», dijo antes de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. “Desde el 7 de octubre, además de las fuertes sanciones contra Hamás, también hemos actuado contra 117 personas, entidades y embarcaciones vinculadas a la financiación de las actividades desestabilizadoras de Irán”.
El asesor de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, le dijo a la prensa el 15 de abril que el presidente Joe Biden y funcionarios de la administración estaban trabajando con los líderes del G7 para resolver “nuevas sanciones multilaterales contra los misiles de Irán y otros programas nefastos”.
«Y en el futuro, trabajaremos para aislar aún más a Irán a nivel internacional y aumentar la presión económica y de otro tipo», dijo Kirby en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Se negó a adelantar lo que podrían implicar las sanciones.
“Parte de la discusión con los líderes del G7 fue la posibilidad de imponer sanciones adicionales a Irán de manera unilateral y, con suerte, multilateral, pero veremos adónde conduce eso”, añadió.
En las próximas semanas, los republicanos de la Cámara de Representantes planean presentar varios proyectos de ley destinados a castigar al régimen iraní.
El representante Steve Scalise (R-La.), por ejemplo, le dijo a Fox News el 14 de abril que la administración actual ha facilitado que Teherán venda su petróleo y genere ingresos para “financiar actividades terroristas”.
Los miembros de la bancada republicana han aludido a la concesión por parte de la Casa Blanca de una exención de 120 días que le permite a Irak comprar electricidad a Irán como una de las formas en que Washington ha habilitado a Teherán.
Mientras hablaba con ABC News el 15 de abril, la senadora Joni Ernst (republicana por Iowa) instó al presidente Biden a aplicar sanciones a Irán de inmediato, y agregó que la legislación copatrocinada por ella “ayudaría a detener el flujo de petróleo iraní y responsabilizaría a Biden”.
Propone confiscar los petroleros iraníes, vender el crudo y transferir los ingresos al Departamento de Seguridad Nacional. Los fondos sobrantes se utilizarían para pagar la deuda nacional.
Situación del petróleo iraní
Los observadores del mercado señalan que la Casa Blanca podría mostrarse reacia a concentrarse en el sector de petróleo y gas de Irán, ya que los precios del crudo han aumentado este año a causa de los conflictos geopolíticos y al repliegue de los mercados energéticos.
El crudo Brent, una referencia internacional de los precios del petróleo, se ha disparado alrededor de 17 por ciento en lo que va del año, a alrededor de 90 dólares por barril en la Bolsa de Futuros ICE de Londres. Los precios de la gasolina han aumentado aproximadamente un 17 por ciento, a más de 3.64 dólares por galón, según la Asociación Estadounidense del Automóvil (AAA).
El aumento de los precios del petróleo ha renovado los temores sobre la inflación en Estados Unidos luego de cuatro informes consecutivos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) más altos de lo esperado. En marzo, la tasa de inflación anual aumentó al 3.5 por ciento.
Javier Blas, estratega de energía y materias primas, advirtió recientemente en una columna de Bloomberg que aplicar sanciones a Irán exacerbaría las presiones sobre los precios de la energía.
“Si Biden vuelve a aplicar las sanciones, podría restringir significativamente el mercado a menos que la OPEP+ compense el impacto. Dudo que Biden tomaría ese curso de acción”, dijo.
Irán es el tercer mayor productor dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) después de Arabia Saudita e Irak en diciembre de 2023. Su producción es de unos 4 millones de barriles por día, lo que representa aproximadamente el 4 por ciento de la producción mundial total, según el Departamento de Energía de EE.UU.
La producción de crudo de Teherán se ha disparado un 20 por ciento en los últimos dos años, y los funcionarios pretenden reforzar la capacidad de producción nacional a 5.7 millones de barriles por día para 2031.
Los esfuerzos de producción iraníes han sido posibles gracias a la sólida demanda extranjera.
Durante el gobierno del expresidente Donald Trump, las exportaciones del país se desplomaron. En 2023, las exportaciones de petróleo se revisaron y aumentaron un 50 por ciento, hasta un máximo de cinco años de aproximadamente 1.29 millones de barriles por día. Si bien la mayoría de sus envíos de energía se enviaron a China, los observadores de la industria dicen que también atendió a varios mercados europeos, incluidos Bulgaria, Alemania y España.
“La mayoría de las exportaciones de petróleo de Irán van a China directa e indirectamente. Pequeñas cantidades van a Europa”, dijo Anas Alhajji, economista energético de NGP Energy Capital Management.
Señaló que las estimaciones “han exagerado los aumentos de la producción de petróleo de Irán en 2023”. Al mismo tiempo, Alhajji explicó que el almacenamiento flotante de Irán “ha desaparecido”. Las proyecciones de la industria muestran que los niveles de almacenamiento flotante de petróleo de Irán cayeron de 26.5 millones de barriles en diciembre de 2023 a 10 millones de barriles a principios de 2024.
Los expertos creen que esta tendencia podría ayudar a la nación a acelerar sus exportaciones de petróleo.
El Atlantic Council afirmó recientemente que los ingresos petroleros de China “están apuntalando las economías iraní y rusa y están socavando las sanciones occidentales”.
«China ha desarrollado una manera de importar petróleo iraní evitando el sistema financiero y los servicios de transporte occidentales», escribió el grupo de expertos.
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