WASHINGTON, Estados Unidos – Durante décadas la política sino-estadounidense se basó en la creencia de que el apoyo a China y a su integración en el orden mundial internacional de posguerra, podría liberalizar a la nación comunista. Ahora, legisladores estadounidenses están viendo la necesidad de evaluar opciones para contrarrestar el “ascenso menos que pacífico» de China.
China ahora quiere imponer en el mundo el modelo autoritario, por lo que Estados Unidos debe examinar sus opciones políticas «para evitar que la coerción de China socave la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico y más allá», dijo el senador republicano de Colorado Cory Gardner en una audiencia del 5 de septiembre sobre «Seguridad y desarrollos militares», centrada en China.
«Contrarrestar el ascenso menos que pacífico de China representa un gran desafío para la seguridad nacional de Estados Unidos», dijo Gardner.
Según Oriana Skylar Mastro del Instituto American Enterprise, «Estados Unidos necesita un enfoque de todo el gobierno para garantizar que identifiquemos de manera precisa y completa lo que China está haciendo».
Ella dijo que un informe anual del Departamento de Defensa sobre la seguridad y desarrollo militar de China, no es suficiente. Sugirió que también es necesario un informe de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) sobre la ayuda china al exterior, un informe del Departamento de Estado sobre los esfuerzos diplomáticos de China, y un informe del Departamento de Comercio sobre su influencia en el crecimiento económico.
«El ascenso de China ya está cambiando el equilibrio de poder en el Indo-Pacífico, y tendrá profundas implicancias para el futuro del orden internacional libertario», dijo Abraham M. Denmark, director del Programa de Asia en el Wilson Woodrow International Center for Scholars.
Denmark concuerda con el reconocimiento explícito del actual Gobierno sobre la gran competencia de poder que está ocurriendo actualmente entre China y Estados Unidos.
«Los asuntos militares juegan un papel importante en esa competencia. Estados Unidos no será capaz de mantener un ‘Indo-Pacífico libre y abierto’, a menos que tome en cuenta los desafíos planteados por un Ejército Popular de Liberación cada vez más capaz», dijo.
«Dentro de nuestro presupuesto de defensa de USD 700.000 millones, vamos a tener la capacidad de competir con China», destacó Denmark. «Pero requerirá que EE. UU. priorice la inversión, especialmente adaptada al desafío de China, antes de que los fondos se vayan a otro lado».
Denmark señaló que el desafío de China no es solo una cuestión militar; el comercio también tiene efectos geopolíticos. Muchos países de Asia ven a China como una fuente de oportunidades económicas, y a Estados Unidos como una fuente de seguridad. Estos países no quieren verse obligados a elegir entre China y Estados Unidos.
Taiwán fue uno de los puntos focales en la sesión de preguntas y respuestas.
Cuando se le preguntó sobre el máximo objetivo de China hacia Taiwán, tanto Denmark como Mastro dijeron que el objetivo final es una reunificación, idealmente por medios pacíficos. Pero la conclusión es que China está dispuesta a usar la fuerza de ser necesario. El mandatario chino, Xi Jinping, prometió al pueblo chino que la reunificación se lograría para el año 2035.
El Congreso ha comenzado a buscar formas de responder a la agresión china.
El 3 de septiembre, Gardner, junto con el senador demócrata de Massachusetts Ed Markey, el senador republicano de Florida Marco Rubio y el demócrata de Nueva Jersey Bob Menéndez, presentaron la Iniciativa de Protección y Mejora de los Aliados de Taiwán (TAIPEI), para fortalecer la posición de Taiwán en todo el mundo. Se trata de una respuesta al hecho de que varias naciones rompieron sus relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán debido a la presión y a las tácticas de intimidación China.
La Ley TAIPEI requiere una estrategia de Estados Unidos para trabajar junto con gobiernos de todo el mundo para apoyar el reconocimiento diplomático de Taiwán o fortalecer los vínculos no oficiales con Taiwán.
Además autoriza al Departamento de Estado a degradar las relaciones de Estados Unidos con cualquier gobierno, además de suspender o alterar la asistencia extranjera de Estados Unidos, incluido el financiamiento militar, a naciones que tomen medidas adversas con respecto a Taiwán.
En abril de 2018, en un esfuerzo bipartidista, se introdujo la Ley de Iniciativa de Confirmación de Asia (ARIA), que apunta a tranquilizar a los aliados, disuadir a los adversarios, y asegurar el liderazgo regional de Estados Unidos. Gardner patrocinó la medida, la que «será un nuevo rumbo para la política de Estados Unidos en el Indo-Pacífico, que incluye aumentar significativamente la presencia de seguridad de Estados Unidos en la región», dijo.
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