El secretario de Estado Mike Pompeo afirmó en un discurso realizado el 14 de noviembre que Estados Unidos continuará luchando contra el grupo terrorista ISIS, señalando que están vigilando el espacio que ocupaba anteriormente el califato «como un halcón». Enmarcó la batalla como «una prueba de la civilización contra la barbarie».
Su intervención se produjo durante la apertura de las conversaciones en Washington con los ministros de Asuntos Exteriores de la Coalición Mundial para Derrotar al ISIS, un grupo formado por Estados Unidos en 2014.
«Estados Unidos continuará liderando la coalición y al mundo en este esfuerzo esencial de seguridad», dijo Pompeo. La coalición discutirá y revisará en reuniones con otras 31 naciones sobre los próximos pasos a tomar como parte de su campaña conjunta para derrotar a ISIS.
Estados Unidos mantiene su capacidad para llevar a cabo operaciones aéreas y ha reposicionado algunas tropas en el noreste de Siria y en la región más amplia para «asegurar que ISIS nunca vuelva a tener un segundo viento y para evitar que ISIS vuelva a apoderarse de los campos petroleros», dijo Pompeo. Además, continúa el liderazgo de Estados Unidos al trabajar con los miembros de la coalición para estabilizar las áreas ya liberadas, llevar ayuda humanitaria a sus destinos previstos y asegurar que ISIS no obtenga nuevos puntos de apoyo continuará.
Una de las acciones que la coalición debería tomar para limitar las posibilidades de un resurgimiento de ISIS es que los miembros de la coalición «recuperen a los miles» de combatientes terroristas capturados en Irak y Siria -que vinieron de sus países- bajo custodia. Dijo que los miembros de la coalición deben «imponer responsabilidad por las atrocidades que han perpetrado», dijo Pompeo, diciendo que deben ser procesados.
«No podemos detenernos ahora», dijo Pompeo. «Debemos asegurarnos de que ISIS nunca más florezca, que el trabajo comience con hacer justicia contra aquellos que lo merecen».
Mark Cancian, asesor principal del Programa de Seguridad Internacional del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, le dijo a The Epoch Times que no cree que Estados Unidos vaya a retirar completamente su presencia en Siria, ya que no quiere ver otro resurgimiento del grupo terrorista.
«Los responsables de la toma de decisiones de los Estados Unidos están inclinados a mantener cierta presencia en Siria porque están atormentados por la experiencia en Irak», dijo. «Estados Unidos se fortaleció en 2007 y redujo la violencia en gran medida. Luego Estados Unidos se retiró en 2011, permitiendo que un gobierno iraquí partisano oprimiera a los sunitas. Eso llevó al surgimiento de ISIS.
«Los responsables de la toma de decisiones quieren evitar ese ciclo en el futuro».
Pompeo respondió a las críticas en Washington que dijeron que la administración no estaba tratando la derrota de ISIS como una prioridad. Destacó cómo Abu Bakr al-Baghdadi, el líder del ISIS, y Abu Hassan al-Muhajir, el portavoz del grupo, fueron asesinados en octubre en una redada de las fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos.
«Pregúnteles a cada uno de ellos si hay un déficit en el liderazgo estadounidense para contrarrestar a ISIS», dijo, refiriéndose a los caídos líderes de ISIS. «Hoy estamos observando el espacio que una vez ocupó este califato fraudulento como un halcón, por eso mantenemos nuestra presencia residual».
En un momento de sus comentarios, Pompeo se refirió a lo que él llamó una creciente preocupación sobre una amenaza de ISIS que está emergiendo fuera de Irak y Siria y dijo que la coalición recientemente acordó a nivel de trabajo que África Occidental y el Sahel serían el área inicial preferida para que la coalición se concentrara ahí, fuera del espacio central de ISIS. Esta nueva iniciativa no restará méritos a la misión de eliminar todos los restos de ISIS en Irak y Siria, dijo.
Pompeo llamó a la coalición reunida frente a él «una de las empresas multilaterales más exitosas del siglo», diciendo que lo que han logrado hasta ahora es histórico. En septiembre, la administración Trump anunció el asesinato de Hamza Bin Laden, hijo de Osama Bin Laden, y en marzo, el llamado «califato» de ISIS fue declarado destruido.
«Acabamos con un sueño yihadista -un estado que podría ser terrorista en el centro de Oriente Medio- y salvamos a millones de personas de una tiranía que no se parece a nada de lo que el mundo había visto», dijo Pompeo.
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