NUEVA YORK —El 1 de mayo estalló otra protesta propalestina en el campus Lincoln Center de la Universidad Fordham.
Los estudiantes instalaron tiendas de campaña en el interior del campus por la mañana y luego fueron expulsados por la policía, que intentaba bloquear las ventanas con carteles de los manifestantes.
Los manifestantes se reunieron entonces fuera del campus, pronunciando cánticos propalestinos y exigiendo a la institución que «desinvierta todas las finanzas, incluida la dotación, de las empresas que se benefician del apartheid, el genocidio y la ocupación israelíes en Palestina».
Un grupo procedente de otra zona de Nueva York se unió a ellos.
Al otro lado de la calle, un grupo mucho más pequeño de personas se colocó con banderas israelíes.
Dylan, una estudiante de Fordham que participaba en la protesta, explicó por qué estaba allí: «Estoy aquí porque creo que Israel puede defenderse de un modo que no mate a miles y miles de civiles y niños inocentes. Y creo que, como universidad, deberíamos, y los estudiantes que pagamos esta universidad, deberíamos poder controlar adónde van nuestros fondos».
Se advirtió a los estudiantes que serían suspendidos si no se marchaban por la tarde. Algunos estudiantes se marcharon alrededor de esa hora, pero la mayoría se quedó.
«He asistido a una escuela católica durante los últimos siete años de mi vida y una cosa que sé es que la doctrina social católica defiende definitivamente la protesta y enseña que tenemos derecho a protestar, y creo que es muy desafortunado que empiecen a suspender a la gente, ya que somos una institución católica jesuita, pero si eso ocurre, que así sea, me parece bien», dijo Dylan a The Epoch Times.
Unos cinco miembros de Neturei Karta, grupo judío ortodoxo que se opone al Estado de Israel, estuvieron presentes en la protesta.
El rabino Dovid Feldman, situado fuera de la Universidad de Fordham, expresó su apoyo a los estudiantes palestinos y condenó las acciones de Israel como genocidas y opresivas.
Sostuvo que criticar a Israel no equivale a antisemitismo y subrayó que el sionismo no representa a todos los judíos.
«Decimos que estas acusaciones, estas falsas acusaciones, silenciarlas con la acusación de antisemitismo es ridículo porque oponerse a los tipos de Israel no tiene nada que ver con el antisemitismo», declaró el rabino Feldman a The Epoch Times.
En cuanto a los recientes incidentes violentos, aunque condena el derramamiento de sangre, lo considera una reacción a la ocupación en curso y subraya la importancia de abordar su «causa fundamental» para evitar más violencia.
«La causa fundamental es la ocupación de Palestina, que causó el conflicto en primer lugar, y que está alimentando este ciclo interminable de derramamiento de sangre hasta el presente. La solución es poner fin a esta ocupación en su totalidad, lo que no significa la aniquilación del pueblo judío. Esto es seguridad y protección para todos. Tenemos que poner fin a los crímenes, tenemos que poner fin a la opresión, tenemos que poner fin a la ocupación, y el pueblo judío podrá vivir con los palestinos como lo hacía al principio», dijo el rabino.
Intifada significa violencia
David Wyle, estudiante judío de economía, cuestionó las motivaciones y los conocimientos de los manifestantes que, según él, dan prioridad a la estética sobre el conocimiento real de los problemas. Sostuvo que muchos manifestantes desconocen los acontecimientos concretos y la violencia asociada al término intifada, y sugirió que ello plantea interrogantes sobre sus objetivos y motivaciones.
«Sepan lo que están cantando», dijo el Sr. Wyle a The Epoch Times, refiriéndose a los manifestantes, «Cuando dicen intifada globalizada… ¿saben lo que es la intifada? ¿Creen que es una especie de protesta pacífica? No saben que la intifada se refiere a sucesos concretos ocurridos en la década de 2000, atentados suicidas, apuñalamientos, atentados con bombas en autobuses, secuestros y linchamientos [que] ocurrieron comúnmente y no contra objetivos válidos, contra civiles.
«Esto es lo que piden. Ni siquiera lo saben. Y si lo saben, es peor», añadió.
Según el Sr. Wyle, la paz entre israelíes y palestinos requiere un compromiso mutuo. Dijo que, puesto que Hamás no ha mostrado ninguna voluntad de crear la paz, justifica la guerra y que las bajas forman parte del resultado.
«Si ambas partes no están dispuestas a llegar a algún tipo de paz o compromiso, entonces no habrá paz. Y Hamás, como ellos mismos han dicho, no tiene intención de crear la paz. Eso significa que Hamás tiene que irse de una forma u otra».
Another protest at Fordham University, Lincoln Center campus #nyc pic.twitter.com/pIXqa9MfSo
— Enrico Trigoso (@NYC_ontheground) May 2, 2024
«Si por alto el fuego quieres decir que Israel debe cesar para que Hamás pueda disparar, entonces eso no sirve de nada», dijo el estudiante de Fordham.
La guerra entre Israel y Hamás comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando los terroristas de Hamás atacaron Israel, matando a unos 1200 israelíes y tomando como rehenes a unos 240, de los cuales aproximadamente la mitad siguen secuestrados en Gaza.
Cuando se le preguntó sobre las acusaciones de uso excesivo de la fuerza en Gaza, el Sr. Wyle dijo: «Cuando se libra una guerra como ésta, una guerra en la que los civiles y los combatientes no llevan ningún tipo de vestimenta distintiva, en la que los combatientes se esconden entre los civiles utilizándolos intencionadamente como escudos para su guerra. Es muy, muy difícil no evitar víctimas civiles en este tipo de guerra. Es una tragedia. Pero Israel necesita destruir a Hamás. Si Hamás luchara legítimamente, habría muchas menos víctimas civiles».
Another group of protesters join the Fordham University protest pic.twitter.com/3xcysYwSQH
— Enrico Trigoso (@NYC_ontheground) May 2, 2024
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