Los médicos que han desarrollado protocolos efectivos para el tratamiento de pacientes con COVID-19 han enfrentado dificultades para lograr que sus voces sean escuchadas debido a la supresión de información, según el Dr. Pierre Kory, especialista en cuidados críticos y pulmonares.
“Tenemos protocolos combinados para cada fase de la enfermedad: desde la prevención hasta el tratamiento temprano, hospitalario, e incluso COVID de larga distancia. Esa información está presente. Está en nuestro sitio web. Estamos teniendo dificultades para difundir eso porque estamos luchando en una guerra de información”, dijo Kory al programa de NTD “Capitol Report” durante la manifestación “Defeat the Mandates” (“Desafía los Mandatos”) en Washington D.C. el 23 de enero.
Kory es el fundador y presidente de Frontline COVID-19 Critical Care Alliance (FLCCC), una organización sin fines de lucro enfocada en desarrollar protocolos de tratamiento efectivos para prevenir la transmisión del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) y tratar a los pacientes infectados. Su sitio web también enumera médicos y farmacias que están dispuestos a brindar tratamientos tempranos o medicamentos relacionados.
“Los poderosos intereses que buscan suprimir esa información están utilizando una censura generalizada, así como propaganda para tratar de desacreditar la ciencia y suprimir la ciencia”, continuó Kory.
“Hay cantidades increíbles de esa información errónea y toma muchas formas”, dijo Kory. “Parte de esto es solo la censura o supresión absoluta. Los medios no hablan de eso. No difunden ni orientan a la población”.
“Y luego estás viendo lo que yo llamaría desinformación activa– que es información para disuadir el uso y realmente distorsionar la ciencia”.
Desde el comienzo de la pandemia, las agencias federales de salud han sido criticadas por los mensajes inconsistentes sobre la COVID-19 y su manejo de datos relacionados. Por ejemplo, las cifras de muertes u hospitalizaciones por COVID-19 podrían estar infladas porque las personas que fueron hospitalizadas o fallecieron a causa de la COVID-19 no fueron diferenciadas de las personas “con” COVID-19.
El asesor médico jefe de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci, y la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Dra. Rochelle Walensky, también han sido criticados por cambiar de opinión sobre las mascarillas, el cierre de escuelas, las vacunas y las dosis de refuerzos.
Los médicos y otros expertos también expresaron su preocupación de que los CDC, desde mayo de 2021, no han estado investigando todos los casos de avance de la vacuna COVID-19, sino «solo aquellos entre los pacientes que están hospitalizados o mueren».
“Y por eso estás viendo revistas médicas que solo publican estudios que no muestran los grandes beneficios. Todos los estudios realmente positivos no se están publicando”, dijo Kory. “Los medios no mencionan ninguna evidencia de los numerosos estudios. Tenemos 73 ensayos controlados que muestran que la ivermectina funciona. Sabemos desde hace dos años que la hidroxicloroquina funciona. Ahora, incluso el nuevo fármaco, la fluvoxamina, un antidepresivo, tiene un gran ensayo realizado por un importante centro médico académico. Muestra una eficacia increíble. Ellos no hablan de eso. Los periódicos en particular evitan mencionarlo”.
Kory se refería a un ensayo controlado aleatorio y doble ciego publicado en The Lancet en octubre de 2021 y a otro estudio sobre el uso de antidepresivos contra la COVID-19 publicado por el Journal of the American Medical Association en noviembre pasado.
El primer estudio mostró que la fluvoxamina, un medicamento aprobado por la FDA, redujo las tasas de mortalidad por COVID-19 hasta en un 91 por ciento y las hospitalizaciones en dos tercios. El segundo estudio mostró beneficios similares.
Sin embargo, de acuerdo con las últimas Pautas de Tratamiento de COVID-19 publicadas por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), “No hay pruebas suficientes para que el Panel de Pautas de Tratamiento de COVID-19 recomiende a favor o en contra del uso de fluvoxamina para el tratamiento de la COVID-19”.
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los NIH dijo a The Epoch Times que los estudios financiados o realizados por los NIH son publicados por revistas científicas, y los NIH no tienen control sobre lo que las revistas eligen publicar.
“Debo decir, una vez más, que la influencia generalizada y perniciosa de la industria farmacéutica es tan temible que, literalmente, pueden controlar las revistas médicas, los medios de comunicación y las agencias de atención médica”, dijo Kory. “Así que son realmente buenos en lo que hacen. Llevan décadas haciendo esto. (…) Y lo están haciendo con más fuerza y eficacia que nunca”.
“Pero estamos contraatacando. Eso es lo que mi organización está tratando de hacer”, dijo Kory.
Kory sabe que esto no es fácil.
“Aquellos de nosotros que nos pronunciamos y tenemos alguna opinión científica que difiere de la recomendada oficialmente, estamos perdiendo nuestros trabajos, estamos siendo atacados. Nuestra reputación es atacada. Nuestra credibilidad es atacada».
“No puedo acceder a medicamentos vitales para mis pacientes porque no son medicamentos rentables. Están siendo desacreditados. (…) La pérdida de esas libertades realmente me ha afectado más como médico. Ya no puedo atender a mis pacientes”, dijo Kory.
Hablando sobre la reciente abolición de los mandatos de vacunas y otras restricciones de COVID-19 por parte del Reino Unido e Irlanda, Kory dijo que Estados Unidos debería seguir sus pasos.
“La ciencia en torno a estas vacunas y los mandatos y todo esto, la ciencia está ahí para demostrar que no funcionan. Han fallado”, dijo Kory. “No tiene más sentido estar en un estado constante de emergencia de salud pública. Esa emergencia de salud pública ha terminado. Y cuando termine, todas esas políticas tienen que terminar, y no puedo esperar hasta que eso suceda”.
Los CDC no han respondido a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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