El hijo del presidente Joe Biden gastó millones de dólares en artículos como ropa y entretenimiento para adultos, según información financiera recientemente revelada en un expediente judicial.
Hunter Biden, de 53 años, retiró USD 1.6 millones de cajeros automáticos entre 2016 y 2019, según el expediente, una imputación que acusa a Biden de evasión fiscal.
Durante esos mismos años, Biden figuraba como quien le pagó a «varias mujeres» más de USD 683,000, gastando casi USD 190,000 en entretenimiento para adultos y pagando alrededor de USD 72,000 por rehabilitación de adicción a las drogas y el alcohol, encontraron los fiscales.
Los abogados de Biden no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre la acusación, incluido si cuestiona alguna de las cifras.
Biden dijo en un episodio de podcast (que se dio a conocer el mismo día que se hicieron públicas las acusaciones) que los críticos están «en su forma más ilegítima, pero racional… tratando de destruir una presidencia» y «tratando de matarme, sabiendo que será un dolor mayor del que mi padre podría soportar”.
La lista completa de gastos:
Pagos a “varias mujeres”: USD 683,212
Ropa y accesorios: USD 397,530
Matrícula, educación y actividades extracurriculares: USD 309,277
Productos y servicios de salud: USD 237,496
Compras minoristas diversas: USD 236,634
Alimentos, abarrotes y restaurantes: USD 214,923
Seguros: USD 203,815
Pagos de hipotecas y préstamos: USD 191,873
Entretenimiento para adultos: USD 188,960
Honorarios legales y contables: USD 147,566
Facturas de teléfono y servicios públicos: USD 118,440
Rehabilitación: USD 71,869
Asesores de Wells Fargo: USD 53,000
Pagos con tarjeta de crédito: USD 58,542
Mejoras y mantenimiento del hogar: USD 42,856
Ayuda a domicilio, limpieza y cuidado de niños: USD 39,801
Entretenimiento: USD 24,445
Deportes y recreación: USD 23,567
Los registros provienen de cuentas personales y cuentas de Owasco P.C., en las que Biden recibió ingresos de sus diversos trabajos, dijeron los fiscales.
Biden no pagó al menos USD 1.5 millones durante los cuatro años, según la acusación. Informó que ganó unos USD 7 millones durante ese tiempo trabajando para Burisma Holdings, una empresa ucraniana, y otras empresas. Los registros bancarios muestran que gastó casi USD 5 millones.
El Sr. Biden «gastó este dinero en drogas, acompañantes y novias, hoteles de lujo y propiedades de alquiler, autos exóticos, ropa y otros artículos de naturaleza personal, en resumen, todo menos sus impuestos», afirma la acusación que dice que el dinero se destinó a un «estilo de vida extravagante».
Biden enfrenta nueve cargos y podría recibir hasta 17 años de prisión si es declarado culpable. Aún no se ha declarado culpable.
Manutención de los hijos
En 2019, el Sr. Biden intentó evitar pagar la manutención de una niña que engendró con una mujer de Arkansas, que trabajó durante un tiempo como stripper en Washington. El Sr. Biden dijo que la niña no era su hija. Sin embargo, una prueba de paternidad demostró que era el padre de la niña. Luego dijo que no podía pagar la manutención de la niña. En 2020, un juez le ordenó pagar USD 20,000 al mes a Lunden Roberts, la madre de la niña.
El caso se reabrió recientemente después de que Biden solicitara un ajuste en los pagos mensuales, alegando que su situación financiera había cambiado.
Biden llegó a un acuerdo con Roberts durante el verano. El acuerdo implicaba una reducción de los pagos, pero la naturaleza específica de la reducción no se ha hecho pública. La información pública incluía un acuerdo para que Biden incluyera una parte de las ventas de su arte, que supuestamente han ascendido a USD 500,000 por pieza.
Biden también acordó continuar con los pagos hasta que la niña cumpla 18 años, se case, muera o se emancipe.
El presidente Biden se había negado anteriormente a reconocer a su nieta, una de siete, mientras se jactaba de sus otros nietos. En unas declaraciones en junio a la revista People, cambió de tono y dijo que la niña es su nieta.
«Nuestro hijo Hunter y la madre de Navy, Lunden, están trabajando juntos para fomentar una relación que sea lo mejor para su hija, preservando su privacidad tanto como sea posible en el futuro», dijo el presidente. «Esta no es una cuestión política, es un asunto de familia. Jill y yo sólo queremos lo mejor para todos nuestros nietos, incluida Navy”.
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