La estrella de reality show Kelly Osbourne reveló que su lucha contra las drogas y el alcohol la llevó siete veces a centros de rehabilitación por abuso de sustancias.
La hija de Ozzy y Sharon Osbourne habló de su recuperación de la adicción en el documental «TMZ Investigates: Matthew Perry and the Secret Celebrity Drug Ring», que se puede ver en Hulu.
«La primera rehabilitación a la que fui, fue como una universidad sobre cómo ser un mejor drogadicto», dijo Osbourne. «Aprendí tantos trucos, tantas cosas que ni siquiera pensé en mis compañeros adictos que estaban allí».
Saltó a la fama tras aparecer en «The Osbournes» con su familia de 2002 a 2005.
En el documental de TMZ se hablaba de las circunstancias de la muerte del actor de Hollywood Matthew Perry y de las imperfecciones de los centros de rehabilitación que llevan a los adictos a recaer.
«También vio a gente amenazar con irse hasta que les dieran lo que querían, ya fuera Ambien para dormir o Valium para los nervios —de alguna manera acababan consiguiéndolo», alegó Osbourne. «Todos mis camellos eran médicos».
Perry murió el 28 de octubre de 2023, después que le administraran una dosis mortal de la droga ketamina. Hasta ahora se acusó a cinco personas, entre ellas dos médicos, los doctores Mark Chavez y Salvador Plasencia.
«Cuando busques tratamiento en línea, asegúrate de consultar las reseñas, echa un vistazo a la página de personal/equipo para ver si hay personal con credenciales y listado», dijo el Dr. David Campbell a The Epoch Times. «Ten cuidado con las tácticas de marketing agresivas/impulsadas por la presión, los acuerdos financieros inusuales, los incentivos por derivaciones y la falta de enfoque en el cuidado posterior y la recuperación a largo plazo».
Campbell es el director clínico y de programas del centro de tratamiento inmersivo de adicciones Recover Together Bend, en Bend, Oregón. Afirma que la mayoría de los que sufren abuso de sustancias suelen sufrir recaídas y necesitan múltiples intentos.
«Alguna de las razones de esto pueden incluir un tratamiento inadecuado o incompleto, condiciones de salud mental subyacentes, falta de atención individualizada, desencadenantes ambientales y sociales, falta de habilidades de afrontamiento y expectativas poco realistas», dijo.
En 2021, Osbourne declaró a Extra que había recaído luego de más de tres años de sobriedad.
En ese momento, culpó a los cierres por pandemia y a estar contenta con su novio y la dirección de su vida, pensando que ya no era una adicta.
«Es algo contra lo que voy a luchar el resto de mi vida», afirma. «Nunca va a ser fácil. Soy adicta y pensé que ya tenía bastante tiempo y que podía beber como una persona normal, y resulta que no puedo y que nunca seré normal. No sé ni por qué lo intenté. No es para mí y en cuestión de días me di cuenta que había terminado, que no iba a hacerlo».
La actriz de 39 años también reveló en «Red Table Talk» en 2021 que su viaje con la adicción comenzó a los 13 años después de una operación después de un ataque de amigdalitis.
«Después de eso, me dieron Vicodin, y eso fue todo lo que necesité», dijo. «De repente, todas las voces se silenciaron y sentí como si la vida me diera un abrazo. Y luego, muy rápidamente, pasé del Vicodin al Percocet, del Percocet a la heroína finalmente, porque era más barata», dijo Osbourne.
Campbell añadió que en el pasado era habitual que a los más jóvenes se les recetaran medicamentos opiáceos, pero ya no es así tras la denuncia de Purdue Pharma y el reconocimiento que los opiáceos se convirtieron en una epidemia.
Purdue Pharma, propiedad de la familia Sackler, se enfrentó a múltiples demandas luego de ganar miles de millones de dólares con la venta de OxyContin. La empresa fue acusada de presentar indebidamente el opioide como una alternativa a los analgésicos y de ser menos adictivo.
«Desde la epidemia de opiáceos, las prácticas de prescripción y el discurso general sobre los opiáceos cambiaron, y los profesionales de la salud se muestran cautelosos a la hora de prescribir opiáceos cuando basta con analgésicos de menor potencia, como los AINE», afirmó Campbell.
Campbell dijo que hay malos actores en la industria del abuso de sustancias que reciben una compensación económica por remitir pacientes a centros de rehabilitación específicos, pero que es una práctica poco frecuente.
«Lo más frecuente es que un paciente sea engañado por lo que parece ser un representante legítimo de un centro de tratamiento, ya sea en línea o a través de un centro de llamadas», dijo. «La gente puede morir a causa de esta terrible práctica que perjudica a los pacientes, socava la confianza en el sector y es francamente ilegal e incorrecta».
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