Cuando las altas temperaturas del verano azotaron varias zonas de China, los estudiantes universitarios de las provincias de Henan y Hunan que viven en residencias escolares exigieron a gritos la instalación de aire acondicionado. Las autoridades temían que los estudiantes lanzaran una campaña imitando la «experiencia de los predecesores revolucionarios» de un programa televisivo de propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh).
Incluso con temperaturas de 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit), entre seis y ocho estudiantes se hacinan en una habitación del dormitorio con solo un pequeño ventilador para refrescarse. Incapaces de dormir o estudiar con tanto calor, los estudiantes de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Henan realizaron un «grito colectivo» en el dormitorio el 9 de junio. A continuación se produjeron peticiones masivas en Hunan y otras universidades. Los estudiantes hablaron de los acontecimientos en Weibo, lo que atrajo mucha atención pública.
Sin preocuparse por el bienestar de los estudiantes durante el clima extremadamente caluroso, las autoridades del PCh se centraron en otra cosa. En Sina Weibo circuló una imagen de un supuesto documento oficial que decía: «las autoridades educativas deben eliminar los riesgos y peligros en el campus», para «garantizar que no se produzcan grandes incidentes de opinión pública».
El documento afirmaba que «La era del despertar», una serie de televisión de propaganda del PCCh de temática revolucionaria, y otros dramas revolucionarios, son populares entre los estudiantes universitarios. Los estudiantes publicaron capturas de pantalla de los comentarios del grupo en Weibo, diciendo: «tomen la experiencia de los predecesores revolucionarios como ejemplo» y «presionen a las autoridades universitarias».
La era del despertar cuenta cómo la formación temprana del PCCh, la disparidad entre ricos y pobres y varios elementos conformaron un propósito revolucionario. El comentarista político Chen Pokong dijo en su canal el 22 de junio: «Ahora los estudiantes se agitaron por ella (la serie de televisión de propaganda)».
Los gritos colectivos empezaron cuando las autoridades universitarias ignoraron las peticiones de los estudiantes de que se instalaran aires acondicionados. La ciudad de Luoyang, donde se encuentra la Universidad de Ciencia y Tecnología de Henan, ha tenido continuamente altas temperaturas desde finales de mayo. El 6 de junio, la temperatura superó los 40°C, y las autoridades locales emitieron una alerta roja.
Al tener demasiado calor para dormir por la noche, los estudiantes denunciaron el problema públicamente en Internet, pero la universidad no ofreció ninguna solución. Finalmente, en la madrugada del 9 de junio, se reunieron en el edificio de dormitorios y pidieron a la universidad que instalara aire acondicionado.
Varios días después, las autoridades de la universidad respondieron que no podían instalar aires acondicionados en los dormitorios de los estudiantes porque «el envejecido circuito es incapaz de soportar aparatos eléctricos de alta potencia».
La excusa oficial no logró apaciguar a los estudiantes, e incluso encendió más la ira. En el mismo edificio de dormitorios de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Henan, las dos primeras plantas, donde viven los estudiantes internacionales, tienen aire acondicionado. Sin embargo, ninguno de los cuatro pisos superiores, donde residen los estudiantes nacionales, tiene aire acondicionado.
Además de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Henan, se produjeron incidentes similares en otras universidades como el Instituto Xiangnan de Hunan, el Instituto Técnico y de Transporte de Hunan y el Primer Instituto Normal de Hunan. Las exigencias de los estudiantes en cuanto al aire acondicionado inquietaron a las autoridades.
El columnista de The Epoch Times, Wang He, dijo: «El PCCh empezó con activistas de campaña, y teme que los jóvenes imiten lo que ellos hicieron en el pasado, para integrar a los intelectuales con los trabajadores y los campesinos, y tener libertad de expresión y de asociación».
Los gritos colectivos no son lo único que preocupa al PCCh. A principios de junio, los estudiantes de las universidades de Jiangsu y Zhejiang, que se oponen a la intención de las autoridades de fusionar los colegios privados con las escuelas vocacionales, se reunieron y gritaron consignas contra la fusión. El acto se convirtió en un conflicto físico con la policía, y muchos estudiantes fueron golpeados y detenidos.
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