MANHATTAN, Nueva York. Protestas masivas se han desencadenado en toda China tras las muertes en un edificio de apartamentos en Xinjiang, causadas por las medidas restrictivas de «cero-COVID» del Partido Comunista Chino (PCCh). Los manifestantes corean consignas como «Abajo el Partido Comunista», «Abajo Xi Jinping» y «Queremos libertad y democracia». Es el mayor movimiento de protesta desde la plaza de Tiananmen, en 1989. Algunos observadores de China creen que la importancia de las protestas supera la trascendencia de las protestas en Tiananmen.
Los estudiantes chinos que estudian en el extranjero han organizado manifestaciones para mostrar su solidaridad con los manifestantes en China en más de 100 universidades de todo el mundo, como Nueva York, París, Londres, Toronto, Vancouver, Calgary, Halifax, Ottawa, Montreal y otros lugares, gritando el eslogan rotundo «¡Abajo el Partido Comunista!»
“Es mi deber”
En la noche del 28 de noviembre, casi 1000 estudiantes chinos se reunieron frente a la Biblioteca Low Memorial, de la Universidad de Columbia, para mostrar su apoyo a los manifestantes en China y celebrar una vigilia por las víctimas que murieron en el incendio del edificio de apartamentos en Xinjiang.
Un estudiante de la Universidad de Columbia pronunció un discurso en la manifestación y llevó a la multitud a gritar consignas como: “El pueblo chino merece democracia y libertad”, “Liberen a Peng Zaizhou” (conocido como el “hombre puente” que colgó pancartas contra los cierres por el COVID y en contra el PCCh en un puente de Beijing en octubre), «Libertad para los manifestantes arrestados», «Libertad para todos los chinos», «Abajo Xi Jinping» y «Abajo el Partido Comunista». En cuanto a la razón por la que se unió a la manifestación, le dijo a The Epoch Times: «Es mi deber», citando a los manifestantes de la plaza de Tiananmen en 1989.
Shawn, uno de los convocantes de la manifestación y estudiante de la Universidad de Columbia, le dijo a The Epoch Times: “Vi muchos carteles en la Universidad de Columbia antes [de la manifestación], y siento que muchos estudiantes tienen este tipo de despertar político… Puede ser debido al incidente de Urumqi que empiezan a preocuparse. Espero que sean valientes”.
Un hombre del norte de China que usa el seudónimo de “Democracia” le dijo a The Epoch Times en la manifestación: “Vi el video que [mi familia] me envió. La puerta de mi casa está bloqueada por una reja de hierro, que no es diferente de una prisión. Mi hermana solía ser muy solidaria con las medidas ‘cero-COVID’, pero después de 2 o 3 meses de estar encerrada en casa, ya no aguanta más».
“El problema de China es el problema del sistema social. Si no solucionas el problema del sistema, todo lo demás es inútil. Cualquier cambio menor es inútil”, dijo. “Estoy muy feliz de ver a los estudiantes chinos participando activamente en la vigilia y en la manifestación. Creo que todavía hay esperanza para China”.
El 29 de noviembre, los estudiantes chinos de Harvard también realizaron una manifestación para apoyar a las personas de China continental que protestan contra la política y las medidas de control de “cero-COVID” del PCCh.
El 27 de noviembre en el centro de Vancouver, Canadá, casi 1000 personas, incluidos estudiantes chinos, hongkoneses y taiwaneses, se reunieron frente al Museo de Arte para mostrar su solidaridad con los manifestantes en China.
Corearon las consignas de “Vive libre o muere”, “Abajo el Partido Comunista”, “Shanghai libre”, “Beijing libre”, “Queremos libertad”, “Queremos democracia”, “Rehabiliten el 4 de junio”, entre otras consignas.
Un estudiante chino en Vancouver, de apellido Chen, dijo: “Cuando nuestra nación está en peligro, cada generación debe asumir la responsabilidad. Mis padres y su generación se unieron al movimiento estudiantil de 1989. Mi generación también debe hacer algo”.
En 1989, innumerables estudiantes universitarios y ciudadanos lanzaron protestas masivas de meses contra la corrupción del PCCh, exigiendo democracia en el centro político de China: La Plaza de Tiananmen en Beijing. El régimen envió a su Ejército completamente armado para reprimirlos brutalmente el 4 de junio, matando a muchos y dando a conocer el evento en todo el mundo como la Masacre de la Plaza de Tiananmen.
Más allá de las protestas de Tiananmen de 1989
Los observadores de China señalaron que este tipo de situación en la que la gente se une para resistir al Partido Comunista nunca ha existido en China continental después de que el PCCh asumió el poder. Incluso durante el movimiento estudiantil del 4 de junio de 1989, no gritaron explícitamente la consigna “Abajo el Partido Comunista”.
Heng He, un comentarista de temas de actualidad con sede en Estados Unidos, le dijo a The Epoch Times el 28 de noviembre que los conflictos sociales habían sido eclipsados por el rápido desarrollo de la economía china durante un largo período de tiempo. Pero ahora la gente quiere que se levanten los bloqueos de COVID y que se les devuelvan sus libertades. «El llamamiento común se ha elevado a cuestiones sociales más profundas, es decir, cuestionar el gobierno del PCCh y exigir cambios”.
He cree que las protestas de COVID son diferentes de las protestas de Tiananmen en 1989. “El estallido de las protestas en todo el país es diferente a las de 1989 que fueron principalmente en la Plaza de Tiananmen en Beijing, por lo que el PCCh pudo concentrar sus esfuerzos de erradicación. Pero ahora las protestas no están en un punto, en realidad no tienen organización, no tienen centro, y florecen en todas partes… Así que es muy difícil para el PCCh reprimirlas por completo”.
Sheng Xue, un escritor chino-canadiense, le dijo a The Epoch Times el 28 de noviembre que la tiranía del PCCh ha llegado a un punto en el que no hay línea de fondo. La política y las medidas de «cero-COVID» han durado tres años y han afectado a las fuentes de subsistencia de todas las clases y grupos de China. Han hecho que la gente se replantee el sistema actual del PCCh.
“Esto es obviamente diferente del movimiento del 4 de junio. En 1989, muchas personas vieron esperanza en China, creyendo que el sistema político de China podría ajustarse y que había esperanza para una reforma política. Ahora la gente se pone de pie y se rebela porque se da cuenta de que la raíz de todos los sufrimientos de hoy es el sistema autoritario y tiránico del PCCh”.
Lin Yijun, Qiu Chen, Gao Xiaowen, Lin Cenxin y Chang Chun contribuyeron a este artículo.
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