WESTWOOD, California – Los estudiantes de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) que estaban el 1 de mayo por delante de una zona del patio de su campus, atrincherada, donde estallaron violentos enfrentamientos durante la noche, dijeron que temían por la seguridad de sus compañeros.
Cientos de manifestantes estudiantiles simpatizantes de los palestinos, tras el atentado perpetrado por Hamás contra Israel el 7 de octubre, ocuparon el miércoles por la tarde el Royce Quad, mientras la policía anunciaba que la acampada era ilegal y que quienes se negaran a abandonarla serían detenidos.
El grupo que se autodenomina Campamento de Solidaridad con Palestina de la UCLA instaló el campamento el 26 de abril, un día después de que una protesta similar colapsara al otro lado de la ciudad, en la Universidad del Sur de California, cuando casi 100 manifestantes fueron detenidos.
El miércoles, tras los disturbios que comenzaron el martes por la noche, entre grupos opuestos, después de que manifestantes contrarios que apoyaban a Israel derribaran las barricadas del campamento, se cancelaron las clases en la UCLA. Los funcionarios dijeron que las operaciones del campus para el jueves y el viernes se limitarían y que las clases se impartirían a distancia.
A primera hora de la mañana del miércoles, las autoridades de la UCLA pidieron refuerzos policiales después de que los grupos comenzaran a enfrentarse. La gente lanzó sillas y otros objetos, mientras otros se dieron patadas y golpes durante lo que se convertiría en un motín de varias horas. Un vídeo viral en las redes sociales mostró cómo estallaban unos fuegos artificiales sobre el campamento.
En ese momento no se produjeron detenciones, ningún agente resultó herido y los agentes no hicieron uso de la fuerza, según un comunicado del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD).
El sistema universitario tiene previsto investigar el incidente, según Los Angeles Times.
En una carta a la Junta de Regentes de la Universidad de California, el presidente Michael V. Drake dijo que había «suficiente confusión» en torno a la violencia y ordenó una revisión independiente de la planificación, las acciones y la respuesta de las fuerzas del orden de la universidad.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, también se comprometió a llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre los disturbios del martes. Cualquier persona implicada en el lanzamiento de fuegos artificiales a otras personas, el rociado de productos químicos y la agresión a otras personas sería «encontrada, detenida y procesada», dijo la Sra. Bass en un posteo en X.
La escena fue mucho más pacífica el miércoles por la mañana, cuando los manifestantes enmascarados restringieron la entrada de visitantes al campamento. El grupo colocó monitores en las barricadas mientras llegaban simpatizantes con agua embotellada, comida y otros suministros.
No se permitió la entrada al campamento a los medios de comunicación ni a otras personas.
El «equipo de medios de comunicación» que representaba a los manifestantes pro-Palestina se negó a hablar con The Epoch Times, pero mantuvo entrevistas fuera de las barreras con otros equipos de filmación.
Los agentes de seguridad del campus vigilaban otras entradas al patio bloqueadas por barreras de acero. Los que pudieron pasar llevaban cajas de agua embotellada, cajas de pizza, cajas de toallitas para pieles sensibles, bolsas de Target y otros suministros.
Al parecer, el grupo envió un aviso a primera hora del día solicitando cascos, faros, escudos, rodilleras y coderas, paraguas, material médico y comida caliente, incluida comida vegana y sin gluten, según Fox News.
Los manifestantes prometieron continuar la acampada hasta que la universidad deje de invertir en Israel o en empresas que apoyan la guerra en Gaza.
Vanessa Muros, una investigadora de la UCLA, dijo que hizo cola para que la dejaran entrar a visitar a alguien en el campamento antes de volver al trabajo.
La violencia de la noche anterior «la alteró», declaró a The Epoch Times.
«Por lo que pasó anoche, estoy muy disgustada en defensa de la gente del campamento», dijo la Sra. Muros. «Estoy aquí todos los días y es muy tranquilo. Las personas que vinieron anoche solo venían a causar problemas. Hubo heridos. Esto realmente pone en peligro a la gente de allí y sus protestas, y lo que están tratando de hacer aquí, que es realmente importante».
Dalton Locicero, de 21 años, estudiante de último curso de UCLA, dijo que el cierre de las clases está interfiriendo con los exámenes de mitad de curso, pero que le preocupa más la seguridad de los estudiantes que protestan.
«Yo estoy mucho más preocupado por la salud y la seguridad de mis compañeros», dijo Locicero a The Epoch Times. «Cuando hay violencia abierta como esa, da miedo. Siento que mis compañeros no están protegidos (…) y no debería sentirme así en la UCLA».
«Esta es una universidad de renombre», añadió el estudiante. «Yo no debería estar preocupado por la salud y la seguridad de mis compañeros».
El canciller de la UCLA, Gene Block, canceló las clases el miércoles. La biblioteca de la escuela no reabrirá hasta el lunes y Royce Hall ha sido objeto de vandalismo, según las autoridades. Se esperaba que el edificio quede cerrado hasta el viernes.
El Sr. Block envió un mensaje a la comunidad universitaria sobre la acampada.
«Muchos de los manifestantes, así como los contramanifestantes que han acudido a la zona, han sido pacíficos en su activismo», dijo el canciller. «Pero las tácticas de otros han sido francamente escandalosas y vergonzosas».
La violencia es «completamente contraria a nuestros valores», escribió el canciller.
«UCLA apoya la protesta pacífica, pero no el activismo que perjudica nuestra capacidad para llevar a cabo nuestra misión académica y hace que la gente de nuestra comunidad se sienta intimidada, amenazada y asustada», dijo el Sr. Block. «Estos incidentes han puesto a muchos en nuestro campus, especialmente a nuestros estudiantes judíos, en un estado de ansiedad y miedo».
La Federación Judía de Los Ángeles, una organización que lucha contra la pobreza y combate el antisemitismo, dijo que estaba consternada por los recientes disturbios en el campus de UCLA, culpando a la administración de la universidad por la violencia.
«Estamos consternados por la violencia que tuvo lugar anoche en el campus de UCLA», dijo la federación en un posteo en X el miércoles. «Las acciones aborrecibles de unos pocos contramanifestantes anoche no representan a la comunidad judía ni a nuestros valores».
La federación pidió al canciller y a la universidad que cerraran inmediatamente el campamento y se reunieran con líderes de la comunidad judía y funcionarios electos para discutir cómo la UCLA garantizaría la seguridad de todos en el campus para evitar futuros actos de violencia.
El gobernador Gavin Newsom también condenó la violencia en una declaración el miércoles.
«Condeno la violencia en UCLA anoche», dijo en un posteo en X. «Aquellos que se involucran en comportamientos ilegales deben rendir cuentas por sus acciones, incluso a través de un proceso penal, suspensión o expulsión».
Activistas de Revcom Core, una organización de comunistas revolucionarios con una subdivisión en Los Ángeles, recorrieron el campus de la UCLA el miércoles en apoyo de los manifestantes pro-palestinos.
«Lo que están haciendo estos estudiantes es justo y correcto», dijo a The Epoch Times una de las integrantes del grupo, Chantelle Piper. «Es increíblemente importante que los estudiantes de este país rechacen ese genocidio y pidan que se le ponga fin. Estamos aquí para decir que tienen razón al hacerlo».
El grupo está organizando una revolución para derrocar «el sistema de capitalismo e imperialismo que está en la raíz de toda esta opresión innecesaria», dijo la Sra. Piper.
Algunos estudiantes se escurrían por los silenciosos pasillos entre los edificios.
Charlie, de 19 años, un estudiante de segundo curso que pidió que no se utilizara su apellido, estaba descansando en el césped del campus el miércoles por la tarde, pero dijo que se había mantenido despierto mientras los helicópteros sobrevolaban su dormitorio durante la violencia nocturna.
«Es muy tenso, por no decir otra cosa», declaró a The Epoch Times. «Tengo algunos amigos que han estado yendo al campamento la mayoría de los días».
Él dijo que la protesta afecta a las clases. Dos edificios que dan al quad ocupado están cerrados.
«Esto no debería interferir en las clases», dijo Charlie. «Aparte de eso, creo que las protestas de ambos bandos son una forma sana de que la gente se exprese».
Funcionarios de la universidad aún no han dicho si planean permitir que el campamento continúe indefinidamente, o cancelar más clases o ceremonias de graduación, que están programadas para junio en Royce Hall. La USC canceló su principal ceremonia de graduación en su patio principal la semana pasada, citando la seguridad y otras preocupaciones.
Una solicitud de información adicional sobre el reciente enfrentamiento o sus próximos pasos en relación con el campamento no fue devuelta en la fecha límite.
La policía de Los Ángeles y el Departamento del Sheriff de Los Ángeles regresaron al campus de UCLA el miércoles por la tarde para proporcionar seguridad, según un portavoz del departamento del sheriff.
En los vídeos publicados en las redes sociales se ve a un numeroso grupo de manifestantes reunidos en el césped cerca del campamento, al parecer preparándose para la concentración. Varias unidades de policía estaban aparcadas en las inmediaciones.
Aunque el departamento del sheriff no podía hacer comentarios sobre la UCLA específicamente, el departamento era consciente de las crecientes tensiones en los campus universitarios de todo el país, según el portavoz, el ayudante del sheriff Daniel Domínguez.
«Hemos estado en estrecha comunicación con nuestros socios de las fuerzas del orden y les estamos ayudando a proporcionar seguridad, garantizando al mismo tiempo un ambiente pacífico para todos los involucrados», dijo el Sr. Domínguez a The Epoch Times.
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