En una pequeña y conservadora ciudad de Dakota del Norte, Rebecca, de 12 años, se enfrenta a la implacable presión de sus amigos para que anuncie su identidad LGBT. Es una presión que no quiere ni necesita, según su madre, Sarah.
Las dos pidieron que no se revelaran sus nombres completos para evitar que se las identifique, lo que, temen, agravaría el problema.
Rebecca ha ayudado a cuidar a un pariente enfermo en fase terminal y quiere ser enfermera algún día, dijo Sarah. La estudiante de secundaria valora a sus amigos y le va muy bien en la escuela.
Sin embargo, hace unos años sufrió abusos sexuales por parte de otra chica de su misma edad, que se le insinuó y la tocó de forma inapropiada, dice Sarah. Cree que Rebecca no tiene edad suficiente para procesar mentalmente el trauma que sufrió.
Entre las chicas jóvenes, es una tendencia común ahora que todos los grupos de amigos anuncien de repente una identidad de género LGBT porque está de moda, dicen los expertos. Y los niños suelen elegir repentinamente una nueva identidad de género como resultado de la intensa presión de sus compañeros, dicen los expertos.
Rebecca ha experimentado esta presión. Y para algunos niños, puede ser más fácil de descartar.
Pero para Rebecca, cada vez que sus compañeros la presionan para que anuncie una identidad no heterosexual, vuelve a aflorar su trauma, dijo su madre.
A medida que la promoción de la sexualidad LGBT se extiende por las escuelas estadounidenses, los niños vulnerables como Rebecca se enfrentan a entornos cada vez más sexualizados, dijo a The Epoch Times Erika Sanzi, directora de divulgación de Parents Defending Education.
Y eso es perjudicial, dijo.
«Un niño de quinto grado a menudo todavía cree en Santa Claus», dijo Sanzi. «Son muy jóvenes, y normalmente la única razón por la que tienen temas maduros en la cabeza es porque los adultos han hecho que tengan que pensar en estas cosas».
Sufrimiento secreto
Bajo la presión de sus compañeros de clase, que querían que se sumara a la moda, Rebecca se puso de mal humor y se deprimió, dijo. Empezó a agredir físicamente a sus padres, porque era demasiado inmadura para comunicar sus sentimientos de otra manera, dijo Sarah.
Un día, Rebecca se puso a llorar y rogó a sus padres que no la enviaran más a la escuela.
«Las otras chicas con las que me relaciono en la escuela dicen que son gays o lesbianas, y tratan de obligarme a ser así también», le confesó Rebecca a Sarah.
Ella estaba sorprendida.
La escuela, la ciudad y el estado parecen, en general, abrazar valores predominantemente conservadores, dijo Sarah. Pero no es una protección, debido a la forma en que la ideología LGBT se propaga a los niños a través de TikTok, añadió. El mensaje es frecuente en Facebook, Instagram, YouTube y otras plataformas de redes sociales populares, también.
«No hay ninguna razón para que ningún niño de 12 años hable de su vida sexual ni de nada relacionado con eso», dijo Sarah. «Debería ser inexistente» como tema para los niños.
Pero experiencias como la de Rebecca se han convertido en algo común para la juventud estadounidense, dijo Sanzi. Debido a las influencias LGBT en las plataformas de redes sociales y en las escuelas, los niños pasan gran parte de su tiempo en espacios caracterizados por un enfoque en la sexualidad, dijo.
«Las escuelas se han convertido en un manto de mensajes políticos en torno al tema LGBTQ», dijo Sanzi. Y el aspecto más preocupante de este enfoque en la sexualidad LGBT es la «T», añadió. Cree que el fomento generalizado de la transexualidad en la escuela pone en peligro a los niños.
Y es preocupante, dijo, cuando un «espacio seguro» significa para las niñas que «los varones biológicos pueden entrar en mis baños, entrar en mi vestuario, dormir en la misma habitación que yo en una excursión nocturna, y competir contra mí en los deportes».
El aumento de la atención a las sexualidades LGBT en las escuelas también ha llevado a una mayor presión sobre los compañeros para que adopten un estilo de vida LGBT, confirmó Sanzi. Esta presión, añadió, golpea especialmente a las chicas.
Sanzi compartió varias historias que los padres le contaron sobre grupos de niñas que cayeron una tras otra en las identidades LGBT.
«Hablé con un padre que me dijo que su hija estaba dejando su equipo de viaje por el fútbol, porque todas las chicas se estaban identificando de repente con algún tipo de identidad de género sexual. Y que la presión sobre su hija para que hiciera lo mismo era muy ridícula».
A menudo, los niños se enfrentan a la presión para convertirse en LGBT de varias fuentes a la vez, dijo Sanzi. Un niño puede oír hablar de una identidad de género en Internet y tener preguntas. Mencionarlas a los amigos supone una rápida aprobación. Mencionar las preguntas a algunos maestros o consejeros escolares puede llevar a animar a asumir nuevos pronombres, dijo Sanzi.
«Por eso muchos padres hablan de que se sienten muy presionados», explicó. «Dicen: ‘Fui a la escuela. Estaban en mi contra. Llevé a mi hijo a un terapeuta. Trabajan contra mí’. Todo el mundo está de acuerdo con lo que el padre siente como un delirio».
Frente a los niños
Hoy en día, la ideología LGBT es la «religión» de la vida estadounidense, dijo Delano Squires, experto en vida, religión y familia de The Heritage Foundation.
«Ya vivimos en una sociedad religiosa», dijo Squires. «La denominación más dominante ahora mismo es todo lo que tiene que ver con la comunidad LGBT».
El cristianismo debería gobernar la «plaza pública» de Estados Unidos porque el gobierno de Estados Unidos fue construido para funcionar con la cultura cristiana, dijo Squires. No existe una plaza pública vacía.
“El aspecto que tendría una plaza pública más cristianizada en este término más inmediato sería hacer retroceder parte de la locura en la que hemos estado montando durante los últimos cinco a 10 años”, dijo.
Por el contrario, el dominio de la «religión LGBT» ha desatado «una ola de confusión, sobre todo para los jóvenes», dijo.
Dijo que se opone al «conservadurismo Drag Queen», la perspectiva de que cualquiera debería tener derecho a hacer cualquier cosa en público.
«Siempre ha habido un ‘closet’ en cada sociedad desde el principio de los tiempos», dijo Squires. «Algunas cosas, la gente solo las hace en la intimidad de sus hogares».
Una América dominada por la religión pública del movimiento LGBT se enfrentará a un cataclismo cultural, dijo. Y una generación criada en esta religión experimentará un inmenso sufrimiento cuando sus creencias choquen con la realidad.
«Vamos a tener una generación de niños que mirarán hacia atrás en este periodo de tiempo no solo con arrepentimiento a nivel personal, sino con una intensa ira, a un nivel más sistémico, dirigida hacia los adultos que no les dijeron ‘No'», dijo Squires.
Sin escapatoria
Según Sarah, Internet significa que todos los estadounidenses comparten la misma plaza pública.
«Los niños obtienen todos sus valores y su moral de las redes sociales», afirma.
Los compañeros de clase de Rebecca ven normal discutir la orientación sexual con sus compañeros de quinto grado, dijo Sarah. A menudo presionaban a Rebecca para que declarara su identidad LGBT, y le mostraban material multimedia inapropiado que le daba demasiada vergüenza revelar a su madre. Y Rebecca se negó a nombrar a las chicas que la presionaban.
Así que su madre le sugirió que pidiera un nuevo horario de comida en la escuela y le propuso que buscara otras formas de evitar a esos niños.
«Aunque hagas eso, van a encontrar la manera de llegar a mí», se inquieta Rebecca. «No me van a dejar en paz».
Finalmente, Rebecca les dijo a sus compañeros que era bisexual para que dejaran de molestarla, dijo Sarah.
«Ella sabía que no se sentía así. Sabía que el abuso que sufrió cuando era más joven, que ella odiaba eso. Sentía tanta vergüenza que no quería hacerlo. Ella tenía esta enorme confusión interna. Y salió literalmente golpeándonos, literalmente mordiéndonos. Llorando. No sabía cómo verbalizar lo que le pasaba».
La exposición continuada a hablar de sexualidad empeora el problema de Rebecca, dice Sarah.
«¿Qué pasa con los niños que son similares a mi hija, a los que se les han impuesto cosas?», se preocupa Sarah. «Y ahora todos hablan de la sexualidad como si debiera formar parte de la vida de un niño de 12 años».
Sarah planea trabajar con la escuela para proteger a su hija. Entre las clases y durante los descansos, el plan es que Rebecca pueda escuchar música con auriculares, para que no tenga que oír hablar de temas LGBT. Almorzará con una amiga en la biblioteca y asistirá a clases especiales para ayudarla con sus problemas emocionales. El colegio también ha cambiado su horario para ayudarla a evitar a las chicas que la presionaban.
Problemas de pronombres
Pero el problema se extiende más allá de los pasillos de las escuelas de Dakota del Norte.
Un estudiante de la escuela preparatoria Gorham de Maine dijo a The Epoch Times que se enfrenta a una cantidad abrumadora de carteles pro-LGBT, panfletos, requisitos escolares y presión de los estudiantes en su «plaza pública».
El estudiante pidió ser identificado solo como HB porque estaba preocupado por las repercusiones de contar su historia.
«Ha llegado a un punto en el que es un poco molesto, porque lo están pegando por todas las paredes», dijo sobre los mensajes pro-LGBT de la escuela, que incluyen «carteles que muestran los pronombres de género sobre cómo debes dirigirte a los demás».
The Epoch Times se puso en contacto con la preparatoria Gorham, pero no recibió respuesta.
Los maestros en Gorham destacan la ideología LGBT a los estudiantes de muchas maneras, dijo HB.
«Nos mostraron un video en el que ponían a un grupo de maestros a decir sus nombres, y algunos mencionaban sus pronombres», dijo. «También hacen lo mismo con los papeles. Te preguntan cuáles son tus pronombres».
La escuela celebró una «Semana de los Libros Prohibidos» en la que repartió el libro «13 Reasons Why» a los estudiantes, dijo HB. El libro incluye obscenidades, como la de un adolescente acariciando a una chica bajo su ropa interior, y comparte planes sobre cómo suicidarse.
En los impresionables estudiantes de preparatoria, este enfoque constante tiene un gran efecto, dijo HB. Calcula que alrededor de un tercio de sus compañeros de clase promueven firmemente el uso de los pronombres de género preferidos.
Guerreros de Internet
Los estudiantes también suelen adoptar una actitud agresiva a la hora de promover sus nuevas sexualidades, especialmente en Internet, dijo HB.
«Tienes que acertar con sus pronombres y hacerlo bien, o se van a enfadar contigo como si fuera el fin del mundo», dijo HB.
En persona, sin embargo, los estudiantes LGBT tienden a ser menos agresivos, añadió. Aun así, los estudiantes suelen mostrar su indignación por el uso incorrecto de sus pronombres preferidos.
«Algunos de ellos se vuelven locos con el tema de los pronombres. Como si pudiera oírlos en clase hablando de ello».
HB cree que el anuncio de los «pronombres de género preferidos» ha llegado para quedarse. Piensa que lo más probable es que entre en la edad adulta en un mundo en el que los empleadores, las escuelas y otras personas le exijan sus pronombres.
«Espero que solo sea una tendencia y que la gente acabe superándolo», dice. «Pero con la cantidad de gente que lo está haciendo, probablemente no se acabe hasta dentro de un tiempo».
Los estudiantes que no creen en anunciar constantemente sus pronombres han aprendido a sobrellevar la locura, dijo HB.
«Simplemente hemos vivido nuestras vidas normales, y cuando vemos todas las cosas locas que suceden a nuestro alrededor, simplemente las miramos y nos reímos», dijo. «Y luego seguimos con nuestro día. Actuamos como si nunca hubiera pasado».
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