El Departamento de Policía de Nueva York entró al edificio Hamilton Hall de la Universidad de Columbia el 30 de abril y comenzó a detener a los manifestantes pro-Palestina que el día anterior ocuparon ilegalmente la escuela.
Cientos de manifestantes que se mantenían en el exterior de la institución de la Ivy League coreaban: «Dejen ir a los estudiantes».
«Nosotros tomamos la decisión, a primera hora de la mañana, de que se trataba de un asunto policial y que la policía de Nueva York era la mejor posicionada para determinar y ejecutar una respuesta adecuada», dijo el portavoz de la Universidad de Columbia, Ben Chang.
«Creemos que el grupo que irrumpió y ocupó el edificio está dirigido por individuos que no están afiliados a la Universidad».
Cuando Maria DeGrasso fue detenida el 18 de abril junto con otros 107 estudiantes por acampar en el césped de la Universidad de Columbia en apoyo de la causa palestina, los administradores de la escuela la suspendieron.
La estudiante de segundo año, de 19 años, ha estado viviendo en casa de unos amigos desde que fue liberada de la custodia policial porque la suspensión incluye su dormitorio en Barnard.
«Estoy tratando de hacer el trabajo», dijo la joven DeGrasso a The Epoch Times. «Tengo profesores encantadores que me están ayudando a resolver esto, y estoy protestando todo lo que puedo. Tengo la obligación moral de seguir protestando».
DeGrasso, que no se deja intimidar por la amenaza de expulsión, se encontraba entre los cientos de personas que hicieron cola ante el Dodge Hall de la Universidad de Columbia, en la calle 116 con Broadway, el 30 de abril, y marcharon hasta el Hamilton Hall, en la esquina de la calle 116 con Amsterdam, donde saludaron a sus compañeros manifestantes pro-palestinos que empezaron a ocupar el edificio durante la noche.
Una bandera palestina fue colocada en el tejado de Hamilton Hall, que contiene principalmente oficinas más algunas aulas. Los ocupantes lo rebautizaron Hinds Hall en honor a Hind Rajab, una niña palestina de seis años que murió en enero.
«Columbia se niega a negociar y tenemos que hacer que nos escuchen, así que seguiremos siendo pacíficos y firmes», dijo DeGrassso.
«No nos echaremos atrás. Es necesario que cambiemos nuestras técnicas de protesta para que la Universidad de Columbia nos escuche y siga negociando».
Ruptura de las negociaciones
Las conversaciones entre las autoridades universitarias y los líderes de la protesta estudiantil se rompieron el 29 de abril después de que los negociadores de la escuela rechazaran sus demandas de revelar y desinvertir todos los vínculos financieros con Israel.
Sus demandas también incluyen la amnistía para estudiantes y profesores, el fin de las supuestas «apropiaciones de tierras» en el barrio de Harlem de Nueva York y en Palestina, que no haya vigilancia policial en el campus de la Universidad de Columbia y que no haya vínculos académicos con universidades israelíes.
«Las protestas tienen que perturbar el trabajo», dijo DeGrasso. «Si estuviéramos sentados en silencio, nadie se daría cuenta, y esta cuestión es demasiado importante como para pasarla», añadió la manifestante.
Está previsto que el 15 de mayo se gradúen unos 15,000 estudiantes de un total de 37,000, y las autoridades universitarias están gestionando la interrupción de forma escalonada.
Después de que los manifestantes pro-Palestina destrozaran la propiedad, rompieran ventanas y puertas en Hamilton Hall y bloquearan las entradas, la universidad limitó el acceso de los medios de comunicación al campus.
Al principio, los participantes en la acampada se enfrentaban a la suspensión. Ahora corren el riesgo de ser expulsados.
«Los estudiantes que ocuparon el edificio se enfrentan a la expulsión», dijo Chang durante una rueda de prensa virtual a las 5 de la tarde. Si se comprometían a respetar las políticas de la universidad, se les permitiría terminar el semestre. Los estudiantes que no se comprometieron a cumplir las condiciones que les ofrecimos fueron suspendidos».
Según la joven DeGrasso, los estudiantes ya están recibiendo notificaciones por correo electrónico de los funcionarios de la universidad.
Cuando Riva Feinstein, de 60 años, estaba en la universidad, asistía a los mítines a favor de la Enmienda para la Igualdad de Derechos. Ella se sintió obligada a unirse a los manifestantes pro-Israel frente a la Universidad de Columbia.
«Quiero ser una voz para los rehenes y una voz para la cordura, ya que no puedo soportar lo que está sucediendo aquí ahora», dijo Feinstein a The Epoch Times.
«Creo que los estudiantes que estaban en el campamento y ahora en Hamilton Hall deberían recibir el más alto nivel de acción tomada por la universidad contra ellos, y si violaron la ley, deberían ser procesados».
En noviembre de 2023, el grupo armado Hamás liberó a 105 de los 253 rehenes que capturó durante su ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 contra Israel.
Esta semana, Israel ofreció una tregua de 40 días a cambio de la liberación de los rehenes. Hamás aún no ha aceptado ni rechazado la oferta.
Sin embargo, la joven DeGrasso no confía en que un alto el fuego mejore la situación en Gaza por lo que está en juego.
«Palestina es un país y los palestinos están sistemáticamente oprimidos y lo han estado durante los últimos 75 años», dijo la estudiante. «Nos han enseñado a preocuparnos por estas cuestiones sociales, y si Columbia quiere afirmar que apoya nuestra educación, debería entender que esto es tan importante para nuestra educación como lo sería la clase, si no más».
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