Según un estudio reciente, alrededor del 70 por ciento de las personas que murieron en Japón después de recibir la vacuna anti-COVID de Pfizer perdieron la vida en los primeros 10 días después de la inyección.
El estudio japonés revisado por pares, publicado en la revista Cureus el 7 de diciembre, analizó la asociación entre la vacuna anti-COVID de Pfizer y las muertes dentro de los 10 días posteriores a la vacunación.
El período de riesgo se definió dentro de los 10 días posteriores a la vacunación, siendo el día de vacunación el día 1 y el período de control definido como de 11 a 180 días después de la vacunación.
El análisis se dividió en dos grupos: El grupo 1, que representaba a personas de 65 años o más, y el grupo 2, que incluía a personas de 64 años o menos.
El investigador identificó 1311 muertes en el Grupo 1, que incluía 662 hombres y 649 mujeres. En el Grupo 2, el equipo identificó 247 muertes: 155 hombres y 92 mujeres.
«El porcentaje de casos notificados que experimentaron la muerte dentro de los 10 días posteriores a la vacunación fue del 71 por ciento en el Grupo 1 y del 70 por ciento en el Grupo 2», según los resultados del estudio.
Mayores de 65 años
En el Grupo 1, murieron más mujeres que hombres en general debido a diversas afecciones médicas en los primeros 10 días de vacunación. Después de los 10 días, se reportaron más muertes de hombres.
La mayoría de las muertes posteriores a la vacuna ocurrieron el segundo día, seguido del tercer y cuarto día.
Aparte de las «muertes inexplicables», la principal causa de muerte en este grupo fue la cardiopatía isquémica (119 muertes), seguida de la insuficiencia cardíaca (92) y la neumonía por aspiración/asfixia (72). Se realizaron autopsias en ocho de los 239 casos de muertes inexplicables.
Grupo 2
En el grupo 2, murieron más del doble de hombres que de mujeres por diversas afecciones médicas durante los primeros 10 días de vacunación. Las muertes generales después de los primeros 10 días fueron sólo ligeramente mayores entre los hombres.
El mayor número de muertes posvacunación se registró el tercer día, seguido del cuarto, segundo y quinto día.
Después de las «muertes inexplicables», la principal causa de muerte en este grupo fue la cardiopatía isquémica (27 muertes), las arritmias cardíacas (24), la hemorragia subaracnoidea (20) y la miocarditis/pericarditis (17). Se realizaron autopsias en nueve de las 51 muertes inexplicables.
Hubo una diferencia enorme en las muertes de hombres y mujeres debido a miocarditis/pericarditis durante el «período de riesgo», con ocho hombres muriendo en comparación con solo una mujer. La insuficiencia cardíaca provocó la muerte de nueve hombres en comparación con dos mujeres.
“Algunos casos de miocarditis/pericarditis pueden incluirse dentro de la categoría de muertes inexplicables. La miocarditis es una complicación de la vacunación, especialmente en adultos jóvenes y varones adolescentes”, señala el estudio.
Se cree que un factor que contribuye al mayor número de muertes de hombres durante los primeros 10 días es «el elevado número de muertes por miocarditis/pericarditis, incluidos casos no diagnosticados».
Para ambos grupos, las otras causas de muerte fueron: Arritmias cardíacas, aneurisma/disección aórtica, hemorragia intracerebral, hemorragia subaracnoidea, infarto cerebral, insuficiencia respiratoria, enfermedades pulmonares intersticiales, embolia pulmonar, neumonía, sepsis, anafilaxia, trombocitopenia y marasmo.
En resumen, muchas más mujeres y hombres japoneses mayores de 64 años se enfrentaron a un mayor riesgo de muerte inmediatamente dentro de los primeros 10 días de la vacunación con Pfizer.
Diferencias entre hombres y mujeres, limitaciones del estudio
El autor, Yasusi Suzumura, calculó la proporción de sexos para las muertes por todas las causas y cada resultado dividiendo el número de hombres por el de mujeres y multiplicándolo por 100. Es decir, cuanto mayor sea la proporción de sexos, mayor será el número de muertes de hombres.
El autor encontró diferencias notables entre el número de muertes de hombres y mujeres en ambos grupos, lo que afectó la proporción de sexos del estudio.
“Si no hay ningún efecto sobre la ocurrencia de muertes, no debería haber diferencias en la proporción de sexos por periodo. Por lo tanto, este hallazgo indica que la vacunación puede influir en la aparición de muertes durante el periodo de riesgo y podría estar asociada con las muertes», afirma el estudio.
Los datos sobre las cifras de muertes para el estudio procedieron del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón (MHLW).
Específicamente, se incluyeron los casos que involucraban únicamente la vacuna de ARNm BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) notificados entre el 17 de febrero de 2021 y el 12 de marzo de 2023.
El estudio no vincula directamente las muertes con las vacunas. «Los resultados indican que la vacuna de ARNm BNT162b2 puede influir en la aparición de muertes durante el período de riesgo», afirma el estudio.
El autor señaló algunas de las limitaciones del estudio, entre ellas que el número de días desde la vacunación hasta la muerte puede variar según el tratamiento y que el estudio no consideró los efectos de la vacunación después de 11 días.
Además de esto, el autor dijo que los informes basados en el sexo solo podrían haber sido realizados por unos pocos médicos y que las tasas de mortalidad no se pudieron calcular porque el análisis se realizó solo para las muertes después de la vacunación.
El estudio tuvo un tamaño de muestra limitado y, por lo tanto, debe interpretarse “cuidadosamente”. “Finalmente, los resultados del análisis deben interpretarse cuidadosamente porque no todas las muertes reportadas al MHLW estuvieron relacionadas con la vacunación. Las muertes incidentales pueden incluirse en las muertes reportadas”.
El autor del estudio enfatizó que, dado que las vacunas se administran principalmente a personas sanas, deberían tener un “nivel de seguridad más alto que los productos farmacéuticos utilizados para el tratamiento y deberían tener una tasa de mortalidad por vacunación excepcionalmente baja”.
Por lo tanto, incluso cuando la tasa de mortalidad por vacunación es excepcionalmente baja, la seguridad de la vacuna debe analizarse con métodos estadísticos.
“En esta ocasión, es difícil determinar si una muerte posvacunación es incidental o está relacionada con la vacuna”, afirma el estudio. Sin embargo, el autor concluyó que este enfoque puede ofrecer información valiosa para evaluar la seguridad de las vacunas.
The Epoch Times contactó a Pfizer para solicitar comentarios.
“Similar a las muertes por vacunas en EE.UU.”
Al comentar sobre el estudio, el cardiólogo Dr. Peter McCullough dijo que los datos sobre “la vacunación y las muertes por COVID-19 en Japón son muy similares a las muertes por vacunas en los casos estadounidenses/nacionales en el VAERS”, según una publicación en X del 9 de diciembre. «Apoya firmemente la causalidad de las casi 1150 muertes inmediatas observadas».
VAERS ha informado 18,188 muertes por la vacunación anti-COVID hasta el 29 de septiembre de 2023, y 1150 muertes ocurrieron el mismo día de la vacunación.
Además, también se notificaron 2040 abortos espontáneos, 9053 ataques cardíacos, 17,433 discapacidades permanentes, 5057 casos de miocarditis/pericarditis y 36,184 reacciones alérgicas graves.
La Asociación de Médicos y Cirujanos Estadounidenses también compartió el estudio japonés en X.
El autor del estudio aclaró que no han recibido “apoyo financiero” de ninguna organización por el trabajo presentado.
Muchos otros estudios también han relacionado las vacunas anti-COVID con tasas de mortalidad más altas. Un informe del 17 de septiembre de Correlation Research in the Public Interest encontró que, en los 17 países analizados, la mortalidad por todas las causas aumentó cuando se distribuyeron las vacunas anti-COVID.
Nueve de estos 17 países no tuvieron un exceso de muertes detectables después de la declaración de pandemia de la OMS en marzo de 2020. El exceso de muertes recién comenzó con la campaña de vacunación.
En 15 de los 17 países, hubo picos sin precedentes en la mortalidad por todas las causas en enero y febrero de 2022, que coincidieron o siguieron al lanzamiento de las inyecciones de refuerzo.
El estudio estimó un exceso de 1.74 millones de muertes en los 17 países durante el período de vacunación, lo que equivale aproximadamente a 1 por cada 800 inyecciones.
Mientras tanto, Japón aprobó la primera vacuna anti-COVID de ARNm autoamplificante del mundo, aunque el fabricante no ha publicado datos de seguridad o eficacia de la inyección.
La última versión de la vacuna de ARNm es incluso más potente que la versión actual, ya que genera más proteínas de pico en el cuerpo humano.
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