La mayoría de las personas pueden haber escuchado que la dieta cetogénica puede ayudar a combatir el cáncer, y algunos pacientes con cáncer incluso se adhieren a este tipo de dieta durante períodos prolongados. Sin embargo, un estudio reciente indica que la dieta cetogénica puede tener efectos secundarios potenciales cuando se usa para el tratamiento del cáncer. Curiosamente, el estudio encontró que la incorporación de un medicamento específico puede revertir de manera efectiva estos efectos secundarios.
Posibles efectos secundarios de la dieta cetogénica para el tratamiento del cáncer
En términos simplificados, el principio detrás de la dieta cetogénica para el tratamiento del cáncer es cambiar la fuente de energía del cuerpo de glucosa a cetonas. Este cambio metabólico tiene como objetivo privar a las células cancerosas de su combustible, ya que no pueden utilizar cetonas y tendrían acceso limitado a la glucosa. Sin embargo, los efectos reales y la seguridad de la dieta cetogénica para el tratamiento del cáncer todavía se están estudiando activamente.
Un estudio publicado en Cell Metabolism en junio reveló que la implementación incorrecta de la dieta cetogénica durante el tratamiento del cáncer podría conducir a la aparición más temprana de caquexia, un síndrome de desgaste asociado con el cáncer.
Los investigadores dividieron a los ratones con cáncer en dos grupos y los alimentaron con una dieta cetogénica (alta en grasas, moderada en proteínas y baja en carbohidratos) o una dieta estándar.
Los resultados mostraron que la dieta cetogénica desaceleró el crecimiento del tumor en comparación con una dieta estándar, lo que demuestra sus efectos anticancerígenos. Además del mecanismo comúnmente conocido de inanición de células cancerosas, los investigadores proporcionaron otra explicación: el consumo de grasas en la dieta cetogénica da como resultado su oxidación, produciendo peróxidos de lípidos. La acumulación de esta sustancia da lugar a un tipo de muerte celular programada, conocida como ferroptosis, en las células cancerosas dependientes del hierro.
Sin embargo, la dieta cetogénica también ha presentado algunos efectos secundarios graves.
En comparación con una dieta estándar, la dieta cetogénica aceleró la aparición de caquexia por cáncer en estos ratones. Los animales experimentaron una reducción significativa en el peso corporal (más del 15 por ciento), desgaste sistémico y una vida útil más corta que los ratones afectados por cáncer con una dieta estándar. La mediana de la tasa de supervivencia general de los ratones con la dieta cetogénica fue de solo 10 días, mientras que fue de 14 días para los ratones con una dieta estándar.
La Dra. Miriam Ferrer, investigadora postdoctoral en el Cold Spring Harbor Laboratory, dijo en un comunicado de prensa que el «primero y más sorprendente hallazgo» del estudio fue que los ratones alimentados con una dieta cetogénica exhibieron un crecimiento tumoral más lento y tumores más pequeños, pero experimentaron un inicio más temprano de caquexia.
Además, mientras que los ratones con cáncer que seguían una dieta cetogénica mostraron un aumento significativo de cetonas en sus cuerpos en comparación con los que seguían una dieta estándar, la magnitud del aumento fue mucho menor en comparación con los ratones sanos que seguían la misma dieta. Esto indica que el tumor inhibió el efecto cetogénico, dificultando la utilización de cetonas por parte del cuerpo.
«Dado que nuestra investigación se centra en la caquexia, nos preguntamos si los posibles efectos antitumorales de una dieta cetogénica podrían verse eclipsados por la tensión que ejerce sobre el cuerpo», enfatizó el Dr. Tobias Janowitz, autor principal del estudio, asistente profesor del Laboratorio Cold Spring Harbor y miembro del Instituto del Cáncer de Northwell Health, en el comunicado de prensa.
Comprender la caquexia del cáncer: el síndrome de desgaste asociado con el cáncer
El miedo de las personas al cáncer proviene no sólo del terror al tumor en sí, sino también de la aprensión de soportar los efectos angustiosos de la caquexia del cáncer.
El término «caquexia» se origina de las palabras griegas «kakos» y «hexis», que significan «mala condición».
La caquexia por cáncer, también llamada síndrome de desgaste, es un síndrome metabólico complejo caracterizado por la pérdida de músculo esquelético y, en algunos casos, desgaste del tejido adiposo. Esta condición no se puede revertir simplemente aumentando la ingesta de calorías y proteínas. Desafortunadamente, los mecanismos exactos que subyacen a la caquexia por cáncer aún no se comprenden por completo.
“La relación del cáncer que conduce a la caquexia se puede considerar como un proceso continuo, como una herida que no cicatriza”, explicó el Dr. Janowitz en una entrevista con The Epoch Times.
Existen múltiples factores asociados con la caquexia por cáncer. Por ejemplo, los pacientes con cáncer pueden experimentar pérdida de apetito debido a disgeusia (un trastorno del gusto) y náuseas. Los tumores y otras células también pueden liberar sustancias específicas que inducen la anorexia. Además, los cambios hormonales pueden contribuir a una disminución de los procesos anabólicos y a un aumento del metabolismo catabólico, lo que en última instancia resulta en un desequilibrio entre la ingesta y el gasto de energía.
La caquexia del cáncer puede causar diversas molestias físicas y psicológicas, como sequedad de boca, vómitos, diarrea, inflamación, dolor, pérdida de energía, trastornos del sueño, fatiga y ansiedad. También puede afectar el tratamiento del cáncer, lo que resulta en una reducción de la eficacia antitumoral, un aumento de la toxicidad de la quimioterapia y un mayor riesgo de complicaciones de la cirugía del cáncer.
La mayoría de los pacientes con cáncer experimentan caquexia, y hasta el 80 por ciento de los casos ocurren en las etapas avanzadas de la enfermedad. En comparación con los pacientes con cáncer en etapa tardía sin caquexia, aquellos con esta pueden experimentar una reducción del 30 por ciento en la tasa de supervivencia.
Lamentablemente, actualmente no existen métodos efectivos para revertir la caquexia por completo.
Supervivencia mejorada con fármacos corticosteroides
Sin embargo, los investigadores han identificado una posible solución para mantener los efectos anticancerígenos de la dieta cetogénica mientras previenen la aparición de la caquexia.
“Los ratones sanos también pierden peso con ceto, pero su metabolismo se adapta y se estabilizan. Los ratones con cáncer no pueden adaptarse”, explicó el Dr. Janowitz.
Esto se debe a su incapacidad para producir cantidades suficientes de corticosterona, una hormona similar al cortisol en humanos. La corticosterona es una hormona esteroide que desempeña un papel en la regulación del metabolismo en momentos de estrés y ayuda a modular los efectos de las cetonas.
Se requiere una sustancia llamada NADPH para la producción de corticosterona. Sin embargo, en una dieta cetogénica, el cuerpo usa mucha NADPH para desintoxicar los peróxidos de lípidos, lo que resulta en una deficiencia de este componente. “El agotamiento de los componentes básicos es un efecto secundario del procesamiento bioquímico de los lípidos que forman parte de la dieta cetogénica”, explicó el Dr. Janowitz.
El peso de los ratones con cáncer continúa disminuyendo, ya que carecen de la hormona necesaria para regular el metabolismo.
Por lo tanto, los investigadores usaron un medicamento llamado dexametasona junto con la dieta cetogénica, lo que resultó en resultados positivos. La supervivencia general de los ratones con cáncer aumentó de 10 a 33 días, más del triple de la duración inicial.
La administración de dexametasona también prolongó la supervivencia de los ratones con cáncer con una dieta estándar, ampliándola de 14 a 19 días. Sin embargo, la magnitud de la mejora fue significativamente menor que la observada en ratones con cáncer que recibieron tanto la dieta cetogénica como la dexametasona.
“Pero con el esteroide, a ellos (los ratones con cáncer) les fue mucho mejor. Vivieron más que con cualquier otro tratamiento que probamos”, dijo el Dr. Ferrer.
La dexametasona es un tipo de corticosteroide que se usa comúnmente como tratamiento de apoyo para pacientes con cáncer que se someten a una terapia estándar. Al administrar dexametasona, el cuerpo recibe hormonas suplementarias esenciales para la adaptación metabólica.
Mientras tanto, la dieta cetogénica continúa induciendo ferroptosis en las células cancerosas, mejorando significativamente la supervivencia de los ratones con cáncer.
Además, la dexametasona no afecta el tamaño del tumor y el peso de los ratones con cáncer en la dieta cetogénica. Por el contrario, los ratones con cáncer con una dieta estándar combinada con dexametasona experimentaron un aumento del doble en el crecimiento del tumor al final de su vida útil.
Desafíos y perspectivas
Actualmente los investigadores continúan realizando más estudios preclínicos. El Dr. Janowitz cree que es «demasiado pronto para decir» cuándo pueden comenzar los ensayos clínicos en humanos.
También mencionó que la próxima investigación enfrentará una pregunta importante: ¿Por qué los pacientes con caquexia experimentan pérdida de apetito después de perder peso?
“Nuestro estudio enfatiza la importancia de considerar los efectos generales de una intervención en todo el cuerpo, en lugar de centrarse únicamente en el crecimiento del tumor”, dijo el Dr. Janowitz.
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