Un estudio publicado a fines de agosto encontró que 345 personas en Inglaterra murieron de miocarditis en un año, todas vacunadas con una de las tres vacunas contra COVID-19.
El estudio, realizado entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, analizó las muertes después de las hospitalizaciones, por miocarditis o con miocarditis, incluidas como causa de muerte en los certificados de defunción entre 42.8 millones de personas vacunadas en Inglaterra de 13 años en adelante.
La publicación de los resultados del estudio en la revista de la Asociación Americana del Corazón, Circulation, supuso la primera vez en la literatura médica que los investigadores han confirmado que la miocarditis asociada a una de las vacunas contra COVID-19 puede provocar la muerte. El artículo se publicó en Internet el 22 de agosto y aparece en la edición del 5 de septiembre de 2022 de la revista.
«Esto es realmente grande, hablar de muertes. Los CDC siguen diciendo: ‘Generalmente leve, generalmente leve'», le dijo a The Epoch Times el cardiólogo Sanjay Verma, que no participó en la investigación. «Ha habido una campaña concertada para enfatizar que la gente no ha muerto de miocarditis y que generalmente es leve».
La miocarditis se define como la inflamación del miocardio, la capa intermedia del músculo cardíaco. Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han reconocido desde la primavera de 2021 que la miocarditis es un posible efecto secundario de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, la agencia no ha hablado públicamente sobre la muerte como posible resultado de la miocarditis.
Los autores del estudio en Circulation analizaron los datos extraídos de la base de datos nacional de salud para todos aquellos en Inglaterra mayores de 13 años que recibieron, al menos, una dosis de una de las tres vacunas disponibles en ese país: AstraZeneca, Pfizer-BioNTech y Moderna.
Alrededor de 20 millones de personas recibieron la vacuna de AstraZeneca, 20 millones recibieron la vacuna de Pfizer y poco más de 1 millón recibieron la vacuna de Moderna.
El estudio rastreó los ingresos hospitalarios y las muertes por miocarditis por edad y sexo y en relación con cuántas dosis de cada vacuna había recibido una persona. Comparó cuántos casos de miocarditis se asociaron con una infección reciente por SARS-CoV2 y cuántos se asociaron con una de las vacunas.
De las personas que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech y fueron hospitalizadas por miocarditis o con miocarditis en sus certificados de defunción, 22 personas (17 por ciento) murieron dentro de los 28 días posteriores a recibir la primera dosis, 14 personas (12 por ciento) murieron después de la segunda dosis, y 13 personas (15 por ciento) murieron después de recibir la dosis de refuerzo de Pfizer-BioNTech.
Para la vacuna de AstraZeneca, 40 personas murieron de miocarditis después de la primera dosis y 11 después de la segunda dosis, 28 por ciento y 12 por ciento respectivamente.
Entre los que recibieron la vacuna de Moderna, no hubo muertes por miocarditis dentro de los 28 días posteriores a la vacunación.
El estudio concluyó que, en general, el riesgo de miocarditis por SARS-CoV2, el virus que causa COVID-19, era mayor que el riesgo de miocarditis por las vacunas. Pero no hubo un grupo de control de personas no vacunadas, el estudio se limitó a los 28 días posteriores a la vacunación y la conclusión no se mantuvo para todas las edades o todas las vacunas.
Para los hombres menores de 40 años, el riesgo de miocarditis después de una segunda dosis de la vacuna de Moderna fue casi cuatro veces mayor que el riesgo de miocarditis después de una infección por SARS-CoV2, mostraron los datos.
El estudio es una continuación de un estudio anterior en el que los autores informaron de una asociación entre la primera y la segunda dosis de las vacunas y la miocarditis.
Ni los CDC ni la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) han reconocido hasta la fecha que algún estadounidense haya muerto de miocarditis causada por una de las vacunas contra el COVID-19.
La versión más reciente del aviso de los CDC sobre eventos adversos después de la vacunación contra COVID-19 indicó que, hasta el 31 de agosto de 2022, hubo 1022 «informes preliminares» de miocarditis y pericarditis en personas menores de 18 años en el Sistema de Informe de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS), y que 672 de ellos habían sido verificados y habían cumplido con la definición de los CDC sobre miocarditis o pericarditis.
Pero no se menciona la muerte como un posible resultado.
“La mayoría de los pacientes con miocarditis o pericarditis después de la vacuna contra el COVID-19 respondieron bien a los medicamentos y descansaron y se sintieron mejor rápidamente”, dijo el aviso.
Un informe de morbilidad y mortalidad de los CDC, de febrero de 2022, hizo referencia a una muerte informada por miocarditis, pero no ofreció alguna confirmación.
“Se reportó una muerte; la investigación está en curso y se están evaluando otros factores que pudieron contribuir a la miocarditis”, dijo.
Un aviso de los CDC sobre los efectos adversos de las vacunas contra COVID, vinculado a un estudio del 25 de enero de 2022 en el Journal of the American Medical Association (JAMA), constataba que el riesgo de miocarditis aumentó después de las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna y fue más alto después de la segunda dosis en adolescentes y hombres jóvenes.
El estudio publicado en JAMA hizo alusión a que en ese momento aún no había muertes confirmadas. Decía que, entre las personas menores de 30 años, “no hubo casos confirmados de miocarditis en aquellos que murieron después de las vacunas contra COVID-19 basadas en ARNm, sin otra causa identificable” y que otras dos muertes “con potencial miocarditis” estaban bajo investigación.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.