La efectividad de la vacuna anti-COVID de Moderna contra la infección se vuelve negativa con el tiempo, según un nuevo estudio financiado por el fabricante de la vacuna.
La efectividad de tres dosis, una serie primaria y un refuerzo, contra la infección se mantuvo por encima del 50 por ciento después de 150 días contra BA.1, una subvariante de ómicron, estimaron los investigadores.
Pero contra cepas más recientes, incluida la BA.5 actualmente dominante, la efectividad se volvió negativa.
Contra BA.2, BA.4 y BA.5, la efectividad fue negativa después de 150 días.
Contra BA.1.12.1, la efectividad se volvió negativa después de 91 días.
La efectividad negativa significa que una persona vacunada tiene más probabilidades de contraer COVID-19 que una persona no vacunada.
Los investigadores de Moderna y Kaiser Permanente, que realizaron el estudio, también encontraron que las personas que recibieron tres dosis de Moderna tenían más probabilidades de infectarse en comparación con las personas que recibieron solo dos dosis.
Los investigadores dijeron que intentaron reducir el sesgo potencial mediante la adopción de medidas como el ajuste de las comorbilidades, pero que pueden persistir algunos factores de confusión.
Dijeron que algunas de las estimaciones negativas de efectividad “podrían deberse a comportamientos de riesgo diferenciales entre individuos vacunados y no vacunados cuando la protección contra los anticuerpos se vuelve mínima”.
Hung Fu Tseng, investigador de Kaiser Permanente del Sur de California y autor correspondiente del estudio, se negó a proporcionar evidencia para la declaración o comentar sobre las estimaciones de efectividad negativa.
“El artículo está siendo revisado por una revista. No puedo comentar tus preguntas ahora. Sin embargo, puedo responder a su[s] pregunta[s] cuando sea aceptado”, le dijo Tseng a The Epoch Times en un correo electrónico.
El estudio se publicó antes de la revisión por pares en medRxiv, un portal que muestra artículos de investigación preliminares. Los investigadores llegaron a estas cifras tras analizar los datos de Kaiser Permanente Southern California, que ofrece atención sanitaria y seguros a millones de miembros.
Moderna no respondió a una solicitud de comentarios.
Los investigadores estimaron que la vacuna sigue protegiendo contra enfermedades graves, pero no separaron las estimaciones de efectividad por el tiempo transcurrido desde la vacunación.
Una gran cantidad de estudios y análisis han encontrado que la efectividad de las vacunas COVID-19 se vuelve negativa con el tiempo, incluido un estudio que estimó que la protección para niños de 5 a 11 años se volvió negativa después de 18 o 20 semanas. Un análisis de datos para el programa de pruebas de un Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estimó que el blindaje se volvió negativo alrededor de seis meses.
Investigadores suecos concluyeron en septiembre que la eficacia se volvió negativa tras varios meses de la aplicación de la vacuna.
«De manera un tanto inverosímil, incluso observamos una VE negativa contra la infección por ómicron a partir de la semana 14, lo que indica que las personas vacunadas experimentaron un mayor riesgo de infección ante las no vacunadas», escribieron en un artículo preliminar. “Esto puede estar relacionado con el sesgo de recolección, en este análisis, del primer evento de un resultado común (ya que la infección con ómicron se está volviendo casi omnipresente en muchas áreas ahora). Más personas no vacunadas ya habían sido infectadas, dejando un grupo más grande de personas vacunadas susceptibles a su primera infección más tarde por ómicron. Como resultado, se podría observar un mayor riesgo entre las personas vacunadas durante un período de tiempo limitado”.
El CDC continúa recomendando la vacunación para prácticamente todas las personas de seis meses en adelante.
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