La probabilidad de que se produzca una nueva guerra en Europa es ahora mayor que en cualquier otro momento de las últimas tres décadas, según un alto funcionario polaco que se dirigió a los delegados reunidos en Viena para una ronda final de conversaciones diplomáticas.
«Parece que el riesgo de guerra en la zona de la OSCE es ahora mayor que nunca en los últimos 30 años», dijo Zbigniew Rau en el discurso, sin nombrar a Rusia.
El jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores polaco hizo este comentario al dirigirse a los enviados de los 57 miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), enumerando una serie de conflictos en los que se ha supuesto la implicación de Moscú.
«Durante varias semanas nos hemos enfrentado a la perspectiva de una gran escalada militar en Europa del Este», dijo Rau, probablemente refiriéndose al despliegue de más de 100,000 soldados por parte de Rusia cerca de sus fronteras con Ucrania.
«Debemos centrarnos en una resolución pacífica del conflicto en Ucrania y sus alrededores», añadió, pidiendo «el pleno respeto de la soberanía, la integridad territorial y la unidad de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas».
Las naciones occidentales han acusado repetidamente a Moscú de planear la invasión de Ucrania después de que el Kremlin concentrara unidades militares, tanques y artillería cerca de la frontera oriental de Ucrania.
Rusia arrebató la península de Crimea a Ucrania en 2014, pero ha negado su intención agresiva en la crisis actual. El Kremlin insiste en que el despliegue militar es una respuesta al comportamiento amenazante de Occidente tras la creciente presencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa del Este.
Moscú ha presentado en diciembre varios borradores de demandas, diciendo que buscan que no haya más expansión de la OTAN, que no haya misiles en las fronteras de Rusia y que la OTAN no vuelva a realizar ejercicios militares, operaciones de inteligencia o infraestructuras fuera de sus fronteras de 1997.
Washington ha dicho que algunas de las garantías propuestas por Rusia son «sencillamente imposibles para Estados Unidos», pero que está abierto a negociar y a resolver las preocupaciones a través de la diplomacia.
La tercera y última ronda de conversaciones del jueves sigue a una importante reunión celebrada el miércoles, en la que una delegación rusa se reunió con miembros de la OTAN en Bruselas para debatir propuestas de seguridad.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recibió al viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Grushko, en la sede de los aliados para las conversaciones. El jefe de la alianza dijo que «es una señal positiva» que los 30 miembros de la OTAN y Rusia se sentaran en torno a la misma mesa y abordaran temas de fondo, aunque parece que se necesita más diálogo, ya que hay diferencias significativas entre la OTAN y Rusia que «no serán fáciles de salvar».
El jueves, Rusia hizo una evaluación desalentadora de las conversaciones de seguridad de esta semana con Estados Unidos y la OTAN, calificándolas de «infructuosas».
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú consideraba «extremadamente negativo» un amplio proyecto de ley de sanciones presentado por los demócratas del Senado de Estados Unidos y que el momento en que se presentó parecía un intento de presionar a Moscú.
Peskov añadió que la primera y segunda ronda de conversaciones entre Rusia y Occidente habían producido algunos «matices positivos», pero que Moscú buscaba resultados concretos, no matices.
Con información de Reuters
De NTD News
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