Europa está mostrando signos de estar en camino a una recesión ya que múltiples encuestas económicas muestran que los sectores de servicios y manufactura de la región se están desacelerando mientras una gran cantidad de europeos se están enfrentando al aumento de precios.
El índice S&P Global Compuesto de la Eurozona cayó en agosto a un mínimo de 18 meses en agosto hasta 48.9, según un comunicado de prensa el 5 de septiembre (pdf).
El sector privado de la eurozona, en agosto «se adentró aún más en un territorio de contracción» económica. Tanto los servicios como la producción manufacturera cayeron durante el mes. El Índice compuesto de rendimiento de Gestores de Compras (PMI), en Alemania, la economía más grande de la eurozona, alcanzó un mínimo de 27 meses, con 46.9. En Francia, la segunda economía más grande de la región, el índice llegó a un mínimo de 17 meses, con 50.4.
El índice PMI manufacturero alemán del S&P Global/BME se situó en agosto en un mínimo de 26 meses, con 49.1. Hubo una «recesión aguda sostenida» en los nuevos pedidos que influyó en los niveles de producción y redujo la tasa de creación de empleos en las fábricas, indicó otra encuesta del S&P (pdf).
El sector de servicios del país experimentó una caída de la actividad por segundo mes consecutivo en agosto, con un crecimiento mínimo de 18 meses (pdf) en el empleo.
En Francia, los niveles de producción cayeron por tercer mes consecutivo. Aunque las presiones inflacionarias se calmaron, las empresas estaban comprando menos insumos debido a los altos precios. El sector de servicios experimentó una disminución en los nuevos pedidos.
«Las encuestas del PMI indican que la zona del euro está entrando en recesión antes de lo que pensábamos anteriormente, liderada por su economía más grande, Alemania, y ahora vemos que la zona del euro ‘disfrutará’ de una recesión más larga, de tres trimestres», dijo a Reuters Peter Schaffrik, del Royal Bank of Canadá.
Los datos económicos sombríos surgen mientras en toda Europa las personas luchan contra la inflación. Una encuesta reciente (pdf) publicada por la organización sin fines de lucro More In Common encontró que solo el 20 por ciento de las personas en Alemania estaban «lidiando bien» con el aumento de los precios. Tanto en Francia como en Polonia, solo el cinco por ciento admitió lo mismo.
En Alemania, el 64 por ciento espera reducir la calefacción del hogar este invierno debido a los altos precios de la energía. En Francia, lo esperan hacer el 60 por ciento, y en Polonia, un 50 por ciento.
Alemania se desacelera
El gobierno alemán anunció un plan de gastos de 65,000 millones de euros (USD 64,300 millones) destinado a proteger a los ciudadanos y a las empresas del aumento de la inflación. Sin embargo, algunos economistas no ven ningún efecto positivo derivado de la medida.
“El paquete de ayuda no puede cambiar el hecho de que Alemania se ha empobrecido como importador neto de energía”, dijo a Reuters el economista jefe de Commerzbank, Joerg Kraemer.
“Las empresas tienen que reducir el uso de energía, que se ha encarecido y reducir su producción en consecuencia”, dijo el economista. Kraemer espera que Alemania «caiga en una recesión en otoño».
Para Alemania, la dependencia de Rusia en el gas natural la ha puesto en una situación difícil con los precios del gas que siguen disparándose sin control. Antes de la guerra de Rusia con Ucrania, más del 55 por ciento del gas alemán se obtenía de Moscú. El 29 de agosto los precios del gas en Alemania superaron los 1000 euros por megavatio-hora por primera vez.
Una encuesta de los economistas de Reuters predice que Alemania tendrá tres trimestres consecutivos de crecimiento negativo a partir de este trimestre. El producto interno bruto del país en el segundo trimestre de 2022 se mantuvo estable en comparación con el primer trimestre.
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