WASHINGTON, D.C.— A raíz del aparente segundo intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump, los legisladores están considerando hacer cambios tanto en la financiación como en la normativa del Servicio Secreto.
Los legisladores expresaron un interés bipartidista en aumentar la seguridad de Trump, pero están divididos sobre la mejor manera de lograrlo. Algunos apoyan la financiación adicional, mientras que otros quieren cambios en la normativa.
El 15 de septiembre, un agente del Servicio Secreto que patrullaba en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida, donde Trump jugaba al golf ese día, se dio cuenta de que el cañón de un rifle asomaba por la valla perimetral e inmediatamente abrió fuego. El propietario del arma, Ryan Routh, se dio a la fuga, pero fue detenido más tarde en una carretera cercana, la I-95. A Routh se le imputaron cargos dos delitos graves. Actualmente, está acusado de dos cargos por delitos graves con arma de fuego y podría enfrentarse a otros más.
El aparente intento de asesinato se produjo dos meses después de que Trump sobreviviera por poco a la bala de un asesino en Butler, Pensilvania. El incidente anterior ya había provocado un mayor escrutinio sobre el Servicio Secreto, escrutinio que no ha hecho más que aumentar tras el segundo presunto intento.
Anteriormente, el director en funciones del Servicio Secreto, Ronald Rowe, declaró que, a pesar de los progresivos aumentos presupuestarios de la última década, la agencia cuenta actualmente con unos 400 agentes menos que hace una década. El Sr. Rowe citó el estricto proceso de contratación y la alta demanda del sector privado de las habilidades de los agentes como responsables en parte del déficit.
El propio Trump expresó su gratitud al Servicio Secreto desde el segundo incidente, elogiando en particular al agente que se fijó por primera vez en Routh.
El presidente Joe Biden indicó que la agencia «necesita más ayuda» y pidió al Congreso que proporcione fondos adicionales a la agencia.
El Sr. Rowe declaró que la agencia está trabajando con los legisladores con el objeto de recibir fondos adicionales para contratar más agentes.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer (D-N.Y), informó que la cámara alta tiene previsto estudiar la financiación adicional.
«El Congreso tiene la responsabilidad de garantizar que el Servicio Secreto y todas las fuerzas del orden tengan los recursos que necesitan para hacer su trabajo. Así que, mientras continuamos con el proceso de asignaciones de fondos, si el Servicio Secreto necesita más recursos, estamos preparados para proporcionárselos, posiblemente en el próximo acuerdo de financiación», dijo Schumer el 16 de septiembre.
Algunos miembros están presionando para que se introduzcan cambios en la normativa del Servicio Secreto.
El senador Chris Murphy (D-Conn.) y la senadora Katie Britt (R-Ala.), ambos miembros del Comité de Asignaciones del Senado, preguntaron al Servicio Secreto sobre sus necesidades de recursos en una carta enviada a la agencia después del primer intento de asesinato.
Murphy dijo a los periodistas que ellos tienen «especial interés en lo que [el Servicio Secreto] necesitaría de aquí a la toma de posesión».
Murphy indicó que los créditos adicionales podrían no ser necesarios, ya que simplemente podrían permitir al Servicio Secreto «gastar a un ritmo más rápido de aquí a las elecciones».
El senador Lindsey Graham (R-S.C.) declaró a The Epoch Times que apoyaría firmemente una nueva financiación, diciendo que los agentes «están trabajando en horarios impensables».
«Solo necesitamos, a lo largo del intervalo de tiempo, más gente», dijo Graham.
Los senadores Gary Peters (D-Mich), Mazie Hirono (D-Hawaii), y Joni Ernst (R-Iowa) dijeron a The Epoch Times que ellos apoyarían una nueva financiación del Servicio Secreto, pero no están seguros de cuánto o por qué medios.
En concreto, algunos legisladores están considerando la posibilidad de adjuntar financiación suplementaria a un hipotético proyecto de ley de financiación provisional que los legisladores deben aprobar antes del 30 de septiembre para evitar enfrentarse a un cierre del gobierno.
Sin embargo, incluso sin la legislación adicional, tales proyectos de ley son controvertidos entre los republicanos, y los legisladores no tienen claro qué efecto tendría la financiación adicional en su capacidad para aprobar un recurso provisional.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, declaró a principios de esta semana que es escéptico de que la financiación sea la mejor respuesta.
«Creo que es una cuestión de asignación de personal. No queremos simplemente tirar más dinero en un sistema que no funcione», dijo Johnson.
Otras propuestas presentadas en ambas cámaras se centran principalmente en garantizar que los candidatos presidenciales reciban la misma protección que los presidentes en ejercicio.
Un proyecto de ley del Senado denominado «Ley de protección de nuestros presidentes» , presentado por el senador Rick Scott (R-Fla.), haría precisamente eso. Una propuesta similar, «Ley de Mejora de la Seguridad Presidencial», del representante Mike Lawler (R-NY), hace en gran medida lo mismo.
Varios republicanos dijeron que apoyan las ideas detrás del proyecto de ley de Lawler, que se espera que sea votado en la Cámara el 20 de septiembre.
De otra parte, tanto el representante Tim Burchett (R-Tenn.) y Chip Roy (R-Texas), describieron la cuestión como un «problema cultural» en el Servicio Secreto, y rechazó la financiación adicional como una solución a largo plazo.
«No es que les falten recursos. Ellos tienen un claro problema operativo y cultural», declaró Roy a The Epoch Times, citando el aumento de la financiación de la agencia en la última década.
Burchett dijo que votaría a favor del proyecto de ley de Lawler, pero afirmó que el Servicio Secreto necesita cambios políticos de mayor alcance.
Se refirió específicamente al proceso para conceder protección a los candidatos de terceros partidos, citando las dificultades que tuvo el excandidato independiente Robert F. Kennedy Jr. para recibir protección del Servicio Secreto.
El Servicio Secreto no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Según la ley actual, la protección del Servicio Secreto debe ser aprobada por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional. Burchett dijo que este proceso debería «dejar de estar en manos de los políticos» para garantizar que todos los candidatos prominentes tengan la protección adecuada.
El representante Ralph Norman (R-S.C.) declaró a The Epoch Times que también se mostró escéptico ante un simple aumento de la financiación.
«No se aumentan los fondos hasta que se llega al núcleo del problema», declaró Ralph Norman (R-S.C.) a The Epoch Times. «Lo que ha ocurrido en los dos últimos intentos de asesinato es inaceptable».
Cuando se le preguntó si lo más importante era la financiación o la normativa, Norman dijo que lo que le preocupaba era la «seguridad competente».
«La misma protección (…) que está recibiendo la zarina de la frontera, debería recibirla Trump», agregó el representante, refiriéndose a la vicepresidenta Kamala Harris.
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