Un exanalista de inteligencia y miembro de las fuerzas armadas se declaro culpable el 31 de marzo de revelar ilegalmente información clasificada a un reportero.
Daniel Everette Hale, de 31 años, de Nashville, Tennessee, admitió haber recibido información de defensa nacional clasificada mientras trabajaba en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y como contratista de defensa en la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial y compartirla con un reportero.
«Hale ha admitido ahora lo que las pruebas en el juicio habrían demostrado de forma concluyente: que tomó documentos clasificados de su trabajo en la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), documentos que no tenía derecho a retener, y que los envió a un periodista, sabiendo todo el tiempo que lo que estaba haciendo iba en contra de la ley», dijo el fiscal general adjunto John Demers en un comunicado.
«Como analista de la Comunidad de Inteligencia, Daniel Hale tomó a sabiendas documentos altamente clasificados y los divulgó sin autorización, violando así sus solemnes obligaciones con nuestro país. Estamos firmemente comprometidos con la búsqueda de una justicia equitativa bajo la ley y con hacer rendir cuentas a quienes traicionan su juramento de salvaguardar la información de seguridad nacional», añadió Raj Parekh, fiscal federal en funciones del Distrito Este de Virginia.
Según los registros judiciales, a partir de abril de 2013, Hale comenzó a comunicarse con el reportero. La pareja se conoció en un evento de la gira de un libro en una librería.
Hale utilizaba su computadora ultrasecreta de la NSA para buscar información clasificada relativa a personas y temas sobre los que el reportero escribía, dicen los documentos.
En un momento dado, Hale envió un mensaje de texto a un amigo y le dijo que el reportero «quiere que cuente mi historia sobre el trabajo con drones en el estreno de su documental sobre la guerra y el uso de drones».
Más tarde, Hale se sentó junto al reportero en un acto público y cenó con él. Comenzaron a utilizar Jabber, una plataforma de mensajería encriptada, para comunicarse.
Una vez que empezó a trabajar en la NGA, Hale imprimía documentos ultra secretos. Esos documentos fueron publicados posteriormente por el medio de comunicación del periodista.
El reportero no fue nombrado, pero la información indica que es Jeremy Scahill, de The Intercept.
Scahill publicó una serie de artículos sobre el uso de drones por parte de la Administración Obama para matar a personas en Oriente Medio. Dijo que los documentos fueron proporcionados por un denunciante. Un sitio web que intentaba recabar apoyo para Hale también lo describió como un denunciante y «un opositor abierto al programa de asesinatos selectivos de Estados Unidos».
Scahill escribió, tras la toma de posesión del presidente Joe Biden, que el nuevo mandatario debería poner fin a la persecución de los denunciantes.
En una declaración cuando Hale fue acusado, la editora jefe de The Intercept, Betsy Reed, dijo que la publicación no comenta asuntos relacionados con la identidad de fuentes anónimas.
Los documentos sobre los que reportó la publicación «detallaban un proceso secreto y sin rendición de cuentas para atacar y matar a personas en todo el mundo, incluidos ciudadanos estadounidenses, mediante ataques con drones», continuó, añadiendo: «Son de vital importancia para el público, y la actividad relacionada con su divulgación está protegida por la Primera Enmienda. El presunto denunciante se enfrenta a hasta 50 años de prisión. Nunca se ha responsabilizado a nadie por matar a civiles en ataques con drones».
Debido a su declaración de culpabilidad, Hale se enfrenta a un máximo de 10 años de prisión. Será sentenciado el 13 de julio.
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