Una exasesora de 2016 del presidente Donald Trump presentó una demanda contra su campaña alegando que fue despedida y se le negó un trabajo en la Casa Blanca porque estaba embarazada.
Arlene «A.J.» Delgado, una comentarista conservadora que trabajó para la campaña entre los años 2016 y 2017, ha presentado una demanda contra la campaña y varios asesores de alto nivel en el tribunal federal de Manhattan el lunes. Alegó que la discriminación comenzó después de que informó al personal superior de la campaña que había quedado embarazada del hijo del entonces estratega de la misma campaña, Jason Miller.
Los asesores principales nombrados en la demanda son el exjefe de estrategia de la Casa Blanca Steve Bannon, el exsecretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer y el exjefe de personal de la Casa Blanca Reince Priebus.
Delgado, quien afirma haber aparecido en más de 100 presentaciones televisivas para promover al entonces candidato Trump, alegó que fue condenada al ostracismo después de revelar la noticia del embarazo. Sus abogados escribieron en la denuncia que después del anuncio dejó de recibir correos electrónicos y otras comunicaciones de campaña y fue «excluida de participar en la labor de difusión de la inauguración o en cualquier otra capacidad».
«La demandante dejó de recibir inmediatamente e inexplicablemente correos electrónicos y otras comunicaciones de la campaña y de la TFA, incluso sobre los proyectos en los que estaba trabajando actualmente», dice la demanda.
La demanda también alega que se le «prohibió hacer apariciones televisivas previamente programadas en o cerca del día de la investidura presidencial».
Además, Delgado, graduada de Harvard que ejerció la abogacía en Nueva York, afirmó que los asesores principales la desalentaron a buscar un puesto en la Casa Blanca a pesar de que ella expresó su interés en repetidas ocasiones.
Miller, que está casado y que admitió públicamente que el niño es suyo, supuestamente mencionó a Delgado que no se la podía ver «andando por la Casa Blanca embarazada» después de que informara sobre el embarazo, según la demanda. De manera similar, Spicer supuestamente le expresó que la Casa Blanca no era «un lugar para una nueva mamá» mientras que la animaba a enfocarse en las oportunidades fuera de la Casa Blanca.
Ella afirmó que a pesar de que apoyaba abiertamente a Trump, fue completamente ignorada para un puesto en la Casa Blanca debido a su embarazo, a pesar de que varios empleados de la RNC que habían sido críticos con Trump recibieron puestos de alto rango y bien pagados en la Casa Blanca, manifiesta la queja.
Delgado también alegó en la demanda que fue objeto de represalias por haber presentado una queja sobre la supuesta discriminación y por haber expresado su intención de presentar una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York.
La campaña de Trump no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de La Gran Época.
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