El mandato de mascarilla y vacuna contra COVID-19 impuesto al programa federal Head Start fue anulado el 21 de septiembre por un juez estadounidense que dijo que el mandato claramente está fuera del poder de la agencia que lo promulgó y lo hizo cumplir.
“La Corte determina que los Demandados de la Agencia se han excedido en su autoridad al implementar el Mandato de Head Start porque el Congreso solo otorgó a los Demandados de la Agencia el poder de ‘modificar’ los estándares de desempeño de Head Start. El mandato de Head Start no es una modificación”, dijo el juez federal de distrito, Terry Doughty, designado por Trump, en un fallo de 27 páginas.
La ley federal dice que el gobierno puede imponer estándares a Head Start, un programa para niños pequeños que aún no asisten a la escuela, relacionados con estándares de gestión administrativa y financiera, estándares relacionados con la condición y ubicación de las instalaciones y otros estándares, que el secretario de salud considera apropiadas.
Los demandados, incluido el secretario de Salud, Xavier Becerra, habían afirmado que la ley permitía la imposición del mandato del uso de doble mascarilla y vacuna, pero Doughty dijo que estaban equivocados.
“No hay nada en el 42 USC § 9836a que permitiría a los Demandados de la Agencia tomar decisiones médicas para empleados y voluntarios, y/o requerir que los estudiantes de dos (2), tres (3) y cuatro (4) años usaran mascarillas la mayor parte del día”, dijo. «Hay una desconexión entre las acciones impugnadas de la Agencia y su misión y experiencia asignadas. La experiencia de los demandados de la Agencia no es tomar decisiones médicas para sus estudiantes, voluntarios o empleados».
Doughty tomó la medida inusual de anular permanentemente el mandato. Eso significa que ya no está vigente a menos que una corte de apelaciones o la Corte Suprema intervenga en un momento posterior.
La orden judicial permanente está en vigor para 24 estados, todos los cuales demandaron a la administración Biden por el mandato en diciembre de 2021.
Los estados son Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, Florida, Georgia, Indiana, Iowa, Kansas, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Nebraska, North Dakota, Ohio, Oklahoma, South Carolina, South Dakota, Tennessee, Utah, Virginia Occidental y Wyoming.
“El fallo de hoy es una victoria para el estado de derecho y para la libertad de atención médica”, dijo el fiscal general de Kansas, el republicano Derek Schmidt, en un comunicado. «Nos pusimos en pie y luchamos contra los mandatos ilegales de la administración Biden en nombre de los niños, los profesores y los padres de Kansas, y hoy hemos ganado todos».
«La profesora de Luisiana Sandy Brick ha estado atendiendo a sus alumnos en medio de la adversidad y la incertidumbre durante los últimos dos años. Hoy, esta decisión reivindica su derecho a enseñar sin sacrificar su libertad», agregó Sarah Harbison, consejera general del Pelican Institute for Public Policy.
Brick es una empleada de Head Start en Luisiana que presentó una demanda que se unió a la presentada por los fiscales generales de los 24 estados.
El Departamento de Salud y la Administración para Niños y Familias, que supervisa el Head Start, no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La administración Biden anunció esta semana que pronto rescindiría el mandato de uso de mascarilla, que está vigente para todos los trabajadores y niños mayores de 2 años, pero mantiene vigente el mandato de vacunación, que se aplica a todos los trabajadores y muchos contratistas y voluntarios.
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