NUEVA YORK— En la premiación de las obras ganadoras de la 6a. Competencia Internacional de Pintura Realista de NTD este 18 de enero, destaca la excelencia alcanzada al representar la pureza, belleza y tradición que los artistas premiados plasmaron en sus creaciones, entre quienes se incluyen dos autores de Latinoamérica.
A través de los siglos el arte ha ido perdiendo su esencia tradicional. Sin embargo, ahora un número creciente de artistas están emergiendo para revivir el gran arte.
Desde 2008, la «Competencia Internacional de Arte Realista de NTD» (NIFPC por sus siglas en inglés) ha venido impulsando el regreso a la pintura tradicional al óleo.
La NIFPC es una competencia especial que guía la creación artística para retornar a un camino consagrado a través de una serie de eventos internacionales de arte y cultura organizados por NTD.
La misión del concurso es «promover la belleza pura, la bondad pura y la autenticidad pura de la pintura tradicional al óleo», reviviendo así la tradición de la pintura realista.
Este sexto concurso recibió cientos de obras que abarcaron una amplia gama de temas, incluyendo autorretratos, reuniones familiares, salvación, retribución, opresión y persecución religiosa, en diversos formatos y de gran tamaño.
Los jueces seleccionaron 60 obras finalistas de 20 países, entre ellas de artistas de Perú y Brasil. Los miembros del jurado evaluaron, además de las habilidades técnicas de los artistas, cómo sus pinturas realistas transmiten pureza, belleza y rectitud para guiar y elevar a la humanidad.
1er lugar Oro
El consumado artista, pintor y escultor, Prof. Kunlun Zhang, quien funge como presidente del jurado, explica en el prefacio del álbum de la exposición por qué nadie ganó el premio de oro este año.
«La medalla de oro de este concurso será el punto más brillante en la historia del desarrollo del arte humano, por lo tanto, debe adherirse a los más altos estándares y debe ser una combinación perfecta de contenido positivo y técnica superior. Si ningún trabajo cumple con estándares tan altos, la medalla de oro preferiría no ser otorgada».
Premiación de Plata
El 18 de enero, los ganadores de los premios fueron anunciados en el Club Salmagundi de la ciudad de Nueva York. La plata es el primer premio de este año y se ha otorgado a un trío de artistas, Hung-Yu Chen (Taiwán), Yuan Li (Japón) y Shao-Han Tsai (Taiwán), que crearon la trilogía «La gracia infinita de Buda».
El Sr. Li creó la trilogía en gran formato con dos de sus estudiantes, Hung-Yu Chen y Shao-Han Tsai. Pintó el panel central que muestra cómo la compasión del Creador traerá la salvación a todos los seres humanos en los últimos tiempos.
Esta obra de la trilogía presenta una historia de juicio final que resuena en muchas culturas. «A través de la pintura, esperamos contar el mensaje de que toda vida tiene el deseo de regresar a casa en los cielos», dijo la Sra. Chen, quien pintó el panel izquierdo.
Su pintura muestra cómo aquellos que cultivan su carácter a través de Falun Dafa, y que se liberan de sus apegos terrenales, ascenderán al cielo. Falun Dafa es un camino tradicional de auto-cultivación cuyos practicantes viven según los principios de verdad, benevolencia y tolerancia, y realizan cinco ejercicios de meditación.
La Sra. Chen comenzó a perfeccionar sus habilidades de pintura mientras cursaba la escuela secundaria, como estudiante de arte del profesor Li. Dijo que se inspiró en el artista renacentista Giovanni Battista Tiepolo y en pinturas de dioses y seres orientales de las cuevas de Dunhuang en China.
Sobre la entrega del premio, la Sra. Chen dijo: «Estoy muy conmovida y sorprendida. Cuando recibí la medalla sentí que llevaba el peso de la misión de continuar con la pintura tradicional».
En el panel derecho, el Sr. Tsai representó la Gran Rueda de la Ley, el símbolo de Falun Dafa, que brilla por todo el universo. Arriba, los Budas alinean los cielos, y abajo, los dioses corruptos y los espíritus malignos caen hacia su deceso en el abismo del infierno.
En un guiño al arte monumental de los grandes maestros del Renacimiento, la inspiración del Sr. Tsai fue su deseo de emular pinturas a gran escala, como el tríptico de Rubens, así como frescos del techo y del «Juicio Final» de Miguel Ángel.
«Esperaba crear algo tan grandioso como los de hoy en día», dijo.
El Sr. Tsai dijo que su arte transmite vívidamente un mensaje importante. «Espero recordar a la gente que, en nuestro mundo, hay fuerzas más allá de nosotros que operan detrás de escena, y hay fuerzas buenas y fuerzas malas. Tal vez en las dimensiones superiores, hay una batalla entre el bien y el mal».
Sobre la entrega del premio, el Sr. Tsai dijo: «Todavía me queda un largo camino por recorrer, así que este es un premio increíble. Lo trataré como un estímulo para mi proceso de creación».
Ganadores del Bronce
Cinco artistas ganaron premios de bronce este año.
Al pintor autodidacta peruano Pablo Josué Roque Almanza le encanta representar las tradiciones y la cultura andinas. En el pasado concurso, su obra «Entre generaciones» de un hombre andino que se fue a trabajar al campo, ganó un premio a la Humanidad y la Cultura.
Este año, ganó un premio de bronce por «Origen» que representa el folclore oral «La leyenda del lago Titicaca» (también llamado «La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo»), que cuenta los orígenes de la civilización inca.
Según la leyenda, Dios Inti (el Sol) fundó la civilización creando a sus hijos, Mano Cápac y Mama Ocllo, a partir de la espuma del lago Titicaca. Les dio un cetro dorado y les dijo que fundaran una gran ciudad donde la varita se hundiera suavemente en el suelo. Así es como surgió Cusco, la capital de los Incas.
Respecto a la entrega del premio, el artista peruano dijo que fue «una gran sorpresa».
“La verdad que sí me emocioné mucho… porque es una obra a la que le tengo mucho cariño y por todo el tiempo que me llevó realizarla”, expresó el Sr. Almanza.
“Las obras reflejan un poco lo que hay en ese mundo interior, los valores”, agregó el artista, que busca en sus obras «revalorar a nuestros ancestros incas».
El artista brasileño Clodoaldo Geovani Martins se especializa en la pintura de escenas de género rústico. Su método incluye notar escenas y guardarlas para futuras composiciones.
En el Quinto NIPC, ganó el Premio Humanidad y Cultura por su pintura «Los amigos de Milena», que representa a su hija jugando.
Capturar otro momento lúdico en «La hora del baño» le otorgó un premio de bronce este año. La hija del Sr. Martins y sus primos jugando con un cachorro lo inspiraron a recrear una escena similar con algunos cachorros en una granja. «Vi este entorno, el ambiente rústico simple, y es algo que siempre me atrajo», dijo.
Martins explicó que los niños representan la “pureza” y la “bondad”, los cuales considera que son valores “importantes en nuestra sociedad”.
El Sr. Martins espera que a otros les guste su arte tanto como a él le da placer pintarlo. “Es una alegría contribuir un poco, aunque sólo sea un poco, con mi trabajo”.
«Lo más importante es traer buenos mensajes, una narrativa que traiga buena energía a la gente».
Se mostró encantado de recibir este año el premio de bronce por su obra. “Es un honor para mí volver a participar en este concurso tan prestigioso, tan importante y tan reconocido en todo el mundo”.
Respecto a su trayectoria, el artista contó que inició desde sus 9 años inspirado por su amor al dibujo.
La pintura ganadora de bronce de Adam Clague, residente de Kansas City, «La alegría de Jenna», fue encargada por una familia de Ohio, que había visto las pinturas del artista en una galería local. Los padres de Jenna querían un retrato de su hija, así que el Sr. Clague condujo a su casa, donde hizo bocetos y tomó fotos antes de regresar a su estudio.
La madre de Jenna quería que el retrato mostrara la expresión alegre de su hija después de ser perdonada por su mal comportamiento, de la misma forma que Jesús perdona a los cristianos. «Esa fue la prueba que tuve como artista… y fue muy desalentadora».
Todo dependía de su habilidad: «No tengo una paleta de pintura de alegría», dijo.
Tomó mucho cuidado en la composición general usando el color y la línea para representar la figura de la niña corriendo hacia el patio trasero lleno de sol. «Fue providencial que Dios permitiera un día soleado», dijo. Las líneas en perspectiva de la casa y los escalones, así como el follaje, llevan naturalmente el ojo a la figura principal. El vestido blanco de Jenna se iluminó por la luz del camino y el cielo despejado.
El Sr. Clague dice que la familia estaba encantada con el retrato, y estaba doblemente satisfecho de que su pintura fuera honrada con un premio en el concurso de NTD.
El artista taiwanés Tien-Cheng Wu pintó «El renacimientol», mostrando a una chica practicando el segundo ejercicio de Falun Dafa. Ella se encuentra en un bosque de vibrantes árboles y hierba, lo que refleja la energía pura que está generando como practicante de Falun Dafa.
Al artista estadounidense John Darley le encanta pintar la gente y los paisajes del oeste americano, donde vive. Ganó el premio de bronce por esta pintura «Vivian», que dice que fue un encargo de la familia de la joven. La fuerte pose de Vivian con las montañas de su hogar al fondo refleja la impresión del Sr. Darley de la joven que no concuerda con su edad.
Dijo que la encontró como una persona joven con un fuerte carácter y visión: «Solo quería sacar eso a la relucir, mostrar esta confianza y una esperanza en el futuro». Añadió las montañas al fondo porque «se sentían como un lugar de fuerza y protección, un lugar donde podrías… vivir tu vida sin miedo a que alguien te dijera lo contrario».
Curiosamente, el Sr. Darley dice que sabe que está en el camino correcto con una pintura cuando apaga las luces de su estudio para ver su obra de arte. «No es completamente oscuro, pero es un poco oscuro», dijo. «Y hay una sensación de brillo que viene de ello. Algo así como un brillo».
El premio NTD significó mucho para el artista. «Cuando alguien aprecia tu trabajo y te da un premio, especialmente un premio monetario, realmente añade entusiasmo» para seguir pintando.
En la ceremonia de apertura, el presidente del jurado y el consumado escultor, el Sr. Zhang, explicó que «Todos los pintores que están haciendo este arte tradicional, vinieron al mundo con una misión. … Estamos aquí para salvar a la humanidad con nuestro arte. Estamos aquí para elevar a la humanidad con nuestro arte».
Ganadores
Oro: Vacante
Plata: Trilogía: «La gracia infinita de Buda» (1-L) por Hung-Yu Chen (Taiwán), (2-C) Yuan Li (Japón) y (3-R) Shao-Han Tsai (Taiwán).
Bronce: «La hora del baño» de Clodoaldo Geovani Martins (Brasil), «Origen» de Pablo Josué Roque Almanza (Perú), «Vivian» de John Darley (EE. UU.), «La alegría de Jenna» de Adam Clague (EE. UU.) y «El renacimiento» de Tien-Ching Wu (Taiwán).
Técnica excepcional: «Alexandra» de Sandra Kuck (EE. UU.), «Un autorretrato con un pendiente de perla» de Alessandra Marrucchi (Italia), «Revelación» de Lauren Tilden (EE. UU.), «Ansiedad» (autorretrato) de Phillippe Lhuillier (Francia), «Apsaras voladoras de la edad de oro» de Hao Zeng (China), «Thom» de Nard Kwast (Países Bajos).
Jóvenes sobresalientes: «Estímulo misericordioso» por Yu Hsuan Lin (Taiwán), «Plaza de Tiananmen después de la lluvia» de Jui-Hsiang Shao (Taiwán).
Profunda humanidad: «Eligiendo la conciencia en medio de la agitación política» por Shi-Ju Chiang (Taiwán).
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