El expresidente Jair Bolsonaro compartió sus pensamientos sobre el liderazgo de Brasil, su agenda política actual y su futuro, en una entrevista con The Epoch Times en la Conferencia de Acción Política Conservadora de Estados Unidos, el 4 de marzo.
«Volveré a ser el líder de la oposición al gobierno actual», dijo Bolsonaro al hablar de sus planes de regresar a su país natal, Brasil, a fines de este mes.
Cuando se le preguntó si teme represalias por parte de la actual administración, declaró que su país está soportando «tiempos de incertidumbre», y que podría enfrentarse a la acción de la rama judicial del gobierno. «Yo no he sido acusado. No hay nada contra mí en lo que se refiere a corrupción. Pero, lamentablemente, podría haber alguna medida de fuerza contra mí, lo que sería completamente injusto».
Sin embargo, Bolsonaro dice que muchos congresistas lo apoyan y están en contra del «comunismo» y de la «corrupción» de la nueva administración.
Las denuncias de la extralimitación del gobierno a través de la corte suprema de Brasil han persistido desde las elecciones presidenciales del año pasado. Los residentes han denunciado incidentes como la cancelación de cuentas en las redes sociales y amenazas de arresto por cuestionar los resultados oficiales.
Bolsonaro perdió unas reñidas elecciones en 2022 contra el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, conocido localmente como «Lula».
Los partidarios del expresidente impugnan con vehemencia los resultados electorales, lo que impulsó las manifestaciones desarrolladas el 8 de enero en los edificios federales de Brasil, la capital.
Sin embargo, según Bolsonaro, la victoria de Lula representa algo más que una victoria de la izquierda. Es una oportunidad para que los regímenes de países como Venezuela e Irán amplíen su alcance en América.
Funcionarios de la Casa Blanca dieron la voz de alarma cuando se permitió a dos buques de guerra iraníes atracar en Río de Janeiro el 26 de febrero y se les dio autorización para permanecer hasta el 4 de marzo. El hecho se produjo a pesar de las presiones de Estados Unidos para rechazar los barcos.
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, dijo que la Casa Blanca estaba discutiendo la situación con sus socios brasileños para que Irán no pueda «obtener una posición» en América y «no pueda aprovecharse de otros en nuestro hemisferio.»
Pero la aparición de buques de guerra iraníes en las costas brasileñas no sorprendió a Bolsonaro. Siempre esperó que el gobierno de Lula se volviera «cercano» a países con regímenes autoritarios arraigados.
Lula comenzó a restablecer lazos con el venezolano Nicolás Maduro antes incluso de jurar su cargo. En diciembre de 2022, Lula anunció que Brasil volvería a tener lazos diplomáticos con Caracas, que Bolsonaro suspendió en 2020.
Durante su anterior mandato al frente de la presidencia, Lula también mantuvo una estrecha relación con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Sobre la llegada de la armada iraní, Bolsonaro dijo: «Si yo fuera presidente, estos buques de guerra no estarían allí».
También sostuvo que si Brasil no cambia su rumbo político antes de 2026, acabará en la misma espiral descendente que Venezuela.
Según Bolsonaro, existe la posibilidad de que Lula no vea el final de su mandato, ya que la inflación sigue afectando a los brasileños y la nación se tambalea al borde de una recesión. La población acabará volviéndose contra Lula. «Hay un gran desempleo y una falta de inversiones por parte de las empresas privadas».
La tasa de desempleo de Brasil superó el 11 % entre marzo y diciembre del año pasado. Un reciente informe económico señala que el gran país sudamericano se encamina a una desaceleración en 2023, con una caída del 2 % en el crecimiento del PIB debido a las elevadas tasas de interés y al enfriamiento del mercado de exportaciones.
Bolsonaro cree que esto se convertirá en una bola de nieve que desatará la ira pública contra el gobierno de Lula, señalando como prueba las actuales luchas económicas de otros regímenes socialistas en América Latina, como Argentina, Chile y Perú.
A pesar de los ejemplos que sirven de advertencia, los ideales socialistas siguen ganando adeptos entre los jóvenes en lugares como Canadá y Estados Unidos. Bolsonaro dice que puede ser «muy difícil» cambiar las mentes de los jóvenes porque los años de escolarización pintan imágenes del socialismo que no coinciden con la realidad.
«Desafortunadamente, la mayoría de los jóvenes no pueden ver lo que es realmente obvio», dijo el expresidente de Brasil.
Según Bolsonaro, un hombre solo no puede salvar a Brasil de sus actuales problemas económicos y políticos. También cree que es hora de dejar atrás la derrota electoral y centrarse en el futuro. «En este momento, debemos pensar en el futuro. Debemos traer al pueblo a nuestro lado».
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
