Si bien algunos estados—principalmente aquellos que se encuentran bajo administraciones de tendencia política de izquierda—continúan aplicando mandatos estrictos dos años después de la pandemia, estados como Florida han mantenido una autonomía relativa en las libertades económicas y sociales.
En una entrevista con The Epoch Times, realizada a inicios de este mes por correo electrónico, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, habló acerca de las políticas de su estado y su enfoque para mantener el estado abierto a la prosperidad económica mediante la limitación de los decretos contra el COVID-19 impuestos por el gobierno. También habló sobre cómo el marco constitucional de Estados Unidos garantiza que los estados tengan el poder de proteger los derechos individuales.
The Epoch Times: Señor, hemos sido testigos a casi dos años de crisis mundial, en los que la gobernanza ha pasado de una respuesta proactiva al sostenimiento y quizás a la manipulación. ¿Cuál es el papel adecuado del gobierno nacional en una crisis biológica y cree que los decretos—ya sea los «15 días para frenar la propagación» de Trump o los requisitos de vacunación de Biden (ahora anulados) para las empresas—eran necesarios?
Gobernador Ron DeSantis: A principios de 2020, sabíamos muy poco sobre el COVID. Ahora, en el segundo año de la pandemia, tenemos evidencia empírica y podemos usarla para hacer políticas basadas en datos. Los cierres no han funcionado para contener el virus, y aprenderemos más sobre los efectos secundarios dañinos en los próximos años. Del mismo modo, no se ha demostrado que las órdenes de uso de mascarillas incidan en la propagación o la prevalencia de COVID. En Florida, hemos descartado los cierres y las restricciones, y el uso de mascarillas es una elección personal, no un requisito. Los padres tienen derecho a elegir si sus propios hijos usan las mascarillas en la escuela o no.
Independientemente de cómo evaluemos «15 días para frenar la propagación» en retrospectiva, esta medida temporal nunca debió haberse convertido en «tres inyecciones para mantener su trabajo». Nadie debería perder su sustento de vida a causa de estas vacunas contra el COVID. En Florida, nos estamos asegurando de que la gente tenga derecho a ganarse la vida, la gente tiene derecho a la protección en su lugar de trabajo, y los padres son capaces de orientar la educación de sus hijos. Y si nos fijamos en lo que estamos haciendo hoy, Florida está a la cabeza. La legislación aprobada en la sesión especial a inicios de este mes es la más fuerte que se ha promulgado en todo el país en este sentido.
Las órdenes de vacunación de Biden son ejemplos atroces de la extralimitación federal inconstitucional. Vivimos en Estados Unidos de América. En nuestro sistema constitucional, los estados son los principales vehículos para proteger las libertades de las personas, su salud, su seguridad y su bienestar. Lo que Biden está haciendo no es constitucional. Nunca se había impuesto una orden federal de vacunación al público en general. Cuando estaba en el ejército, solían darme todo tipo de cosas, pero eso es muy diferente a imponérselo a los civiles en la sociedad. Esto nunca se había hecho antes. El gobierno federal no tiene el poder para hacerlo. No hay poder policía federal; los estados tienen el poder policial. Así que eso es desde una perspectiva constitucional.
En Florida, algunos gobiernos locales querían cerrar negocios. Querían imponer mandatos. Querían mantener a los niños fuera de la escuela. Los invalidé en eso. El hecho es que no tienen derecho a hacer el mal. Fui elegido para velar por las libertades de todos en el estado. Si les hubiéramos permitido dejar a los niños fuera de la escuela el año pasado, habríamos pagado el precio por años y años en este estado. Si les hubiéramos permitido que cerraran los negocios y restringir y hacer todo eso, tendríamos una de las tasas de desempleo más altas del país. Así que tuvimos que defender las libertades de las personas, sus medios de subsistencia, su derecho al trabajo, a operar sus negocios. Y era lo que se debía hacer.
Biden admitió que no tiene la autoridad para promulgar decretos nacionales de vacunación. Incluso hace seis meses, Biden y Fauci decían: «Por supuesto, nunca se obliga». Entonces, la pregunta es, ¿realmente tenemos una Constitución que restrinja a las personas como Biden? ¿O es que cuando él pierda la paciencia puede hacer lo que él quiera? Me quedo con la Constitución.
The Epoch Times: ¿Cómo afectó el cierre del país a la economía, en su opinión? ¿Estas medidas han llevado a la inflación?
Sr. DeSantis: No hay duda de que los cierres dañaron inmensamente a la economía. Tan solo piense en todas las personas cuyo sustento depende de tener una economía abierta. Fauci se quejaba de los restaurantes, probablemente en algún momento a fines del verano de 2020. Y me dije: «Él quiere que todo esto se cierre—y voy a poner de relieve lo que esto significa». Así que hice un evento en un establecimiento de carnes en el sur de Florida, y el dueño estaba allí, [diciendo]: «Gracias, gobernador DeSantis, por el trabajo», pero también teníamos al carnicero allí. Había estado allí 24 años y dijo: «No podré alimentar a mi familia si no estamos abiertos». También tenía al mesero allí. Tenía a la gente de servicio, tenía a todas estas personas que pasa por toda la organización. Y en un estado como Florida, si hubiésemos cerrado como California, hubiera sido devastador porque tenemos una economía basada en los servicios: turismo, ocio, hotelería, parques, restaurantes. Muchos floridanos no pueden hacer su trabajo vía Zoom.
Entonces pudimos mantenerlos a flote. De hecho, en agosto de 2021, al turismo en Florida le fue mejor que en agosto de 2019—antes del COVID. Reservaciones de hoteles, recibos en términos de ingresos, reservaciones de restaurantes. Así que esto solo demuestra que la libertad funciona, y mire, la gente elige por su cuenta.
Los cierres han contribuido a la inflación, porque el Congreso ha aprobado varios proyectos de ley de gastos de billones de dólares. Cuando el gobierno federal imprime dinero de esta manera, genera una presión inflacionaria y erosiona el valor del dólar. Mayor gasto imprudente e impresión de dinero solo empeorarán la inflación. En la historia reciente, diferentes países han experimentado hiperinflación, y esto es lo que causa ese peligroso fenómeno.
The Epoch Times: Estamos viendo un aumento en los precios del petróleo, la calefacción, la vivienda y los alimentos. Históricamente, ¿Qué ha remediado esto? ¿Cree que la administración Biden está haciendo su parte? ¿Qué propondría usted?
Sr. DeSantis: La inflación es algo de lo que hablaba hace un tiempo. Y la Casa Blanca decía que esto no era una inflación real, que esto no sucedería. Y ahora estamos viendo que es real. Esto ha estado sucediendo durante muchos, muchos meses. Este Día de Acción de Gracias fue el Día de Acción de Gracias más caro que hemos visto en mucho tiempo. Se trata de un aumento de más del 20 por ciento solo desde el año pasado, para las familias en todo el país. Y de todas las cosas que se ven con las presiones inflacionarias, probablemente ninguna haya afectado tanto a la gente como estos precios en la gasolina que han estado subiendo. Entonces tenemos a personas que viajan diariamente, tenemos a familias que tienen obligaciones, y eso solo consume sus presupuestos.
Nosotros tenemos ofertas de trabajo, tenemos mucha generación de puestos de trabajo, y eso es genial. Estamos haciendo nuestra parte aquí en Florida. Pero si la economía nacional tiene esta inflación, incluso las personas que están ganando más en ingresos, si la inflación está superando sus ganancias adicionales, entonces usted en realidad está perdiendo terreno. Por qué el gobierno federal querría imprimir billones de dólares más en medio de la inflación, tendrá que decirme cómo es que esto tiene sentido. Eso no va a ayudar.
Así que, la Administración Biden al principio trató de negar que la inflación estaba sucediendo, después dijo que era transitoria y que se resolvería rápidamente, y ahora, el gasto federal imprudente y la impresión de dinero—promovidos por Biden—están empeorando aún más la inflación. No puede negarlo más, pero no parece que él tenga un plan para resolverlo.
Aunque los estados obviamente no pueden controlar el suministro de dinero o el gasto federal, tenemos la obligación de hacer lo que podamos en Florida para contrarrestar esas presiones que estamos viendo que provienen de Washington. Vamos a tener una agenda grande y sólida en enero para la sesión legislativa. Queremos ver USD 1000 millones de reducción de impuestos a la gasolina para los automovilistas y las familias de Florida. Y eso será algo que marcará la diferencia. Claramente no va a eliminar todos los aumentos de precios relacionados con la inflación, porque los precios de la gasolina han subido mucho debido a las políticas de la administración Biden, pero el alivio por el que estamos luchando marcará una diferencia en los bolsillos de los floridanos. Y creo que vamos a recibir mucho apoyo para eso.
The Epoch Times: Pronóstico para 2022, ¿Cuál ve usted que será el futuro de la economía bajo las medidas continuas por el COVID? ¿Prevé usted un «pasaporte de vacunas» nacional o cuarentenas para los no vacunados como se ve en Austria?
Sr. DeSantis: No tenemos cierres, restricciones ni órdenes contra COVID en Florida, y hemos descartado esas políticas en el futuro. Los pasaportes de vacunas son ilegales en Florida.
Florida seguirá siendo el motor de crecimiento de Estados Unidos y un faro de oportunidades para las personas trabajadoras de todo el país. Pero mientras la administración Biden siga promoviendo estas políticas anticientíficas, irracionales y destructoras de empleos, no veremos el tipo de recuperación económica que los estadounidenses quieren y merecen. Si Biden y Fauci se salieran con la suya, nuestro país se convertiría en un estado de seguridad biomédica. Sin embargo, afortunadamente, el marco constitucional de Estados Unidos garantiza que los estados tengan el poder de proteger los derechos individuales. Los floridanos no tienen que preocuparse por pasaportes de vacunas que restrinjan su tránsito o cuarentenas y cierres draconianos.
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