Minutos después de que la multitud llenara la plaza oeste del Capitolio el 6 de enero de 2021, la Policía del Capitolio de EE. UU. empezó a disparar proyectiles y munición explosiva contra los manifestantes luego que los mandos ordenaran a los oficiales «¡Lancen!» y «¡Acaben con ellos!».
Las grabaciones de audio de los despachos de la Policía del Capitolio obtenidas por The Epoch Times sugieren que la policía no esperaba que la multitud en oleada intentara traspasar las aceras occidentales del Capitolio, donde la protección era poca, justo antes de la 1 de la tarde de ese día.
Un video exclusivo obtenido por The Epoch Times muestra el primer uso de la fuerza contra la multitud —entre las 13:07 y las 13:11 en la fachada oeste del Capitolio— que se saldó con un manifestante herido por un proyectil en la cara y dos oficiales de la policía del Capitolio alcanzados por fuego amigo.
A las 12:46 p.m., la policía del Capitolio cerró la Avenida de la Constitución debido a la afluencia de gente hacia el este, 24 minutos antes de que el presidente Donald Trump terminara su discurso en la Elipse, a dos millas del Capitolio.
A las 12.50 h, centenares de manifestantes se congregaron al este del Monumento a la Paz, presionando contra las barricadas de estacionamientos para bicicletas instaladas por la Policía del Capitolio.
Poco después de las 12.53 h, según muestra el video de seguridad de CCTV, los manifestantes derribaron a patadas las barreras situadas al este del monumento y se dirigieron hacia un segundo conjunto de barricadas que protegían la acera noroeste del Capitolio. Cinco oficiales de la Policía del Capitolio se situaron detrás de las segundas barricadas.
«¡Prioridad! Acabamos de tener manifestantes, Círculo de la Paz, que han traspasado la línea», transmitió un oficial. «Necesitamos refuerzos».
Mientras los miembros de la Unidad de Disturbios Civiles (CDU, por sus siglas en inglés) de la Policía del Capitolio se dirigían hacia el Monumento a la Paz, entró una segunda llamada. «¡Necesitamos que la gente redoble sus esfuerzos!», transmitió el mismo oficiales.
«¡Más irrupciones!»
Menos de un minuto después, el oficial dio una actualización, pero ahora gritaba por la radio. «¡Tenemos más irrupciones!».
El video de seguridad muestra que, segundos antes de las 12.55 h, los manifestantes empujaron los estacionamientos de bicicletas, derribaron a la oficial de la USCP Carolyn Edwards y empezaron a correr hacia el Capitolio.
Un oficial de la Unidad de Disturbios Civiles transmitió: «CDU-24 con prioridad. Han accesado en la fachada oeste, calle Primera. Brecha. Varias unidades, envíen todo lo que tengan».
Mientras la multitud iba hacia el Capitolio, la policía se apresuraba a adelantarse a los manifestantes. Los obreros que habían estado construyendo el escenario de la inauguración fueron evacuados.
Un dirigente de la CDU transmitió a las 12:57 p.m: «41/42, tengo dos escuadrones duros en camino hacia el frente oeste».
Segundos después, los manifestantes se deshicieron de las barricadas colocadas al final de la acera y avanzaron a lo largo de una barandilla de hierro negro que les llegaba hasta la cintura y protegía la plaza oeste. Traspasaron esa barrera a las 12:58:41 p.m., y cientos de manifestantes inundaron la plaza.
Un capitán de la USCP pidió refuerzos. «Necesitamos todo lo que tenemos en el lado oeste», dijo por radio. «Se están preparando para tomar todo el escenario».
A las 12:59 p.m., el subjefe de la USCP, Eric Waldow, ordenó que un equipo «menos que letal» (oficiales de municiones) se dirigiera a la Terraza Oeste Inferior, un nivel por encima de la plaza. Informó que los manifestantes «no cumplían las normas» y algunos estaban trepando por los andamios.
Un video de seguridad muestra a dos miembros del equipo «menos que letal» llegando al escenario de la inauguración a la 1:01 p.m.
Un «escuadrón duro» de la CDU con equipo antidisturbios formó una línea para impedir que la multitud avanzara más.
Un video exclusivo a ras de suelo obtenido por The Epoch Times muestra a la multitud enardecida interactuando con los oficiales a lo largo de la línea policial. «Ésta es nuestra casa, no la suya», dijo un manifestante. Otro gritó: «¡Este es nuestro país! ¡Pagamos su sueldo!». Otros entonaron: «¡Elijan un bando!».
Un manifestante situado en el extremo norte de la línea policial gritó por un megáfono: «¡No pueden matarnos a todos! ¡Estamos aquí para quedarnos! ¡No nos vamos a ninguna parte! ¡Queremos entrar! ¡Queremos entrar!».
El líder de los Proud Boys, Ethan Nordean, fue visto en primera línea, hablando tranquilamente con varios oficiales de la USCP sobre la 1:02 p.m.
Mientras la multitud coreaba «¡Alto al robo!» y «¡USA! ¡USA!», un pequeño número de manifestantes muy agitados gritaban blasfemias a la policía. La mayor parte de la multitud —que ahora se contaba por centenares— era pacífica en esos primeros minutos, según muestra el video.
A las 13.03 h, un hombre con una camisa verde de camuflaje empujó a un oficial de policía, iniciándose una pelea. Ambos hombres cayeron al suelo detrás de la línea. Mientras dos oficiales arrestaban y detenían al manifestante, sus colegas de la línea levantaron sus porras y se pusieron en posición de guardia.
Algunos de los manifestantes intentaron explicar a la policía por qué estaban allí. «Soy veterano de combate», dijo uno. «Si es una orden inconstitucional, es nuestro deber como estadounidenses desobedecer esas órdenes. Sé que lo llevan en el corazón. Hagan lo correcto. Hagan lo correcto. Es todo lo que os pido».
«Dejen las armas y entremos todos», continuó. «Juntos podemos entrar».
A las 13:05, la multitud del extremo sur de la línea policial empezó a avanzar. Un nivel por encima, un oficial apuntó a los manifestantes con su arma de control de multitudes. Un hombre de la multitud señaló con el dedo medio a los oficiales que se encontraban más arriba.
El manifestante Christopher Quaglin, de 38 años, de North Brunswick, Nueva Jersey, empujó a un oficial de policía y le agarró la chaqueta. Otros a su alrededor decían: «¡Tranquilos! Tranquilo!».
Proyectil en la cara
Poco antes de la 1:06 p.m., el subjefe Waldow ordenó el uso de la fuerza contra la multitud. «Tengo una multitud peleándose con los oficiales, empujando, lanzando proyectiles», transmitió. «He dado avisos sobre municiones químicas. Necesito que el equipo menos letal situado encima de mí identifique a los agitadores y empiece a desplegarse. Lancen, lancen, lancen!».
El video, grabado por un manifestante con una cámara en un soporte, no muestra combates ni el lanzamiento de proyectiles en la zona donde se encontraba el subjefe Waldow a las 13:06 h y donde estaba a punto de desplegarse la fuerza.
Justo antes de la 1:07 p.m., el manifestante Joshua M. Black, de 47 años, de Leeds, Alabama —que permanecía en silencio junto a la línea policial— recibió un disparo en la cara con un proyectil de control de multitudes. El perdigón le atravesó limpiamente la mejilla, dejando un enorme agujero por el que empezó a sangrar profusamente.
Un espectador lo sacó de la multitud, donde otros le prestaron primeros auxilios, según muestra el video. Otro testigo que ayudó al Sr. Black se enfureció y gritó a la multitud: «¡Le han disparado en la [improperio] cara!».
En el video se ve cómo la sangre corre por la cara del Sr. Black, formando un charco en el suelo. Escupió sangre en una botella de agua vacía. Un hombre con una gorra de los Marines de EE. UU. puso una venda sobre el agujero de la mejilla del Sr. Black.
Cuando se corrió la voz de que habían disparado a un manifestante, la multitud reaccionó con ira. «¡Nos están disparando!», gritó un hombre. «Ésta es una protesta pacífica», añadió una mujer. «¡Pacífica!»
«¡Le han disparado en la cara!», gritó un hombre. Otro dijo: «Estamos presenciando una tiranía. Estamos presenciando una tiranía ahora mismo. Esta policía del Capitolio acaba de disparar a un patriota».
El Sr. Black no empujó ni agredió a ningún oficial de policía. Cuando un oficial cayó al suelo y estaba siendo agredido, el Sr. Black lo protegió y dijo a la multitud que no le hicieran daño.
Más tarde, la policía prestó al Sr. Black primeros auxilios por su herida en la cara. Se puso en medio de ellos y rezó por ellos, según un documento de su proceso penal.
Poco antes de la 1:10 p.m., la multitud que estaba cerca del lugar donde dispararon al Sr. Black empezó a empujar a la policía. Desde arriba se dispararon dos proyectiles de pimienta contra las primeras líneas. Ambos no dieron en el blanco. Los proyectiles alcanzaron a los policías, uno en la parte posterior del casco y otro en el escudo antidisturbios, lanzando nubes de gas pimienta al aire.
La multitud empezó a lanzar objetos contra la policía, incluidas botellas de agua y lo que parecía ser un mástil metálico. Cuando algunos policías se metieron entre la multitud, luchando con los manifestantes, un proyectil de gas pimienta alcanzó a un manifestante en la mano y explotó. Durante las peleas, varios manifestantes acabaron en el suelo, según muestra el video.
«Necesito más equipos menos letales por aquí», transmitió el subjefe Waldow a las 13:10. «Los disparos indirectos no están funcionando. Siguen sin obedecer. He seguido dando múltiples avisos sobre el lanzamiento de municiones químicas. No se dispersan».
Aunque el manifestante que manejaba la cámara no estaba lejos de la posición del subjefe Waldow, en el video no se oyó ninguna advertencia sobre municiones químicas.
A la 1:11 p.m., el subjefe Waldow ordenó al equipo menos letal que apuntara a dos manifestantes. «Están lanzando postes», transmitió. «Que el [equipo] menos letal apunte al sujeto con la gorra de béisbol y el mango del hacha y al sujeto con la máscara antigás y la camiseta americana, la camiseta con la bandera americana. Ahora está agrediendo a un oficial».
Cerca de las 13.13 horas, docenas de agentes del Departamento de Policía Metropolitana vestidos con chalecos amarillos reflectantes irrumpieron en el extremo sur de la plaza, rociando a los manifestantes con gas pimienta y haciendo retroceder a la multitud, según muestra el video. Mientras empujaban, estallaron enfrentamientos con la multitud.La policía metropolitana empezó a levantar una barricada en la plaza utilizando soportes para bicicletas. A medida que avanzaban de sur a norte, los oficiales de la Policía Metropolitana hacían retroceder a los manifestantes utilizando tanques de spray de pimienta de alta velocidad. La multitud respondió lanzando botellas de agua y partes de la barricada de hierro, que fueron derribadas por la multitud poco antes de la 1 de la tarde.
A las 13.18 h, un oficial ordenó a los equipos menos letales que intensificaran su asalto. «Necesitamos las municiones», transmitió. «¡Descarguen! Descárguenlas todas. Acaben con ellos». Poco después, el mismo oficial instó: «¡Los equipos menos letales tienen que seguir desplegándose! ¡Sigan desplegando!».
Casi inmediatamente, los oficiales empezaron a disparar bolas de pimienta en la zona centro-sur de la plaza. A las 13:20, las municiones se dirigieron a la mitad norte de la plaza. Durante la hora siguiente, se enviaron casi 40 municiones a esa zona.
A las 13:26 h, el subjefe Waldow informó que las condiciones no habían mejorado. «El grupo de la terraza inferior oeste sigue mostrándose insumiso, combativo, lanzando proyectiles, peleándose con los oficiales, desplegando su propio spray de OC. Seguimos intentando hacerlos retroceder. Seguimos haciéndoles advertencias mientras nos desplegamos».
A las 13.32 h, en medio de repetidas explosiones en el lado norte de la plaza, una munición estalló con un destello brillante y el bote en llamas rebotó en la parte posterior de la pierna derecha de un hombre, según muestra el video de CCTV. Se alejó cojeando lentamente y desapareció entre la multitud.
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