El 7 de julio, los abogados de la Fundación Heritage presentaron una demanda contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA), en la que le solicitan a un juez federal que le ordene a la agencia la entrega de documentos sobre el uso, por parte del gobierno, del software Babel X para rastrear los teléfonos inteligentes y las publicaciones en las redes sociales de millones de estadounidenses.
El litigio de Heritage se deriva de la solicitud FOIA del 18 de abril de la fundación conservadora al DHS para todos los documentos de la agencia en los que aparecen los términos «Babel X», «Babel», «Babel Street» o «PanAmerica».
Babel X es un controvertido programa de software que les permite a los usuarios monitorear publicaciones en redes sociales de todo el mundo en 200 idiomas, así como escuchar conversaciones de teléfonos inteligentes en una ubicación geográfica específica.
La FOIA también solicitó copias de todos los correos electrónicos del DHS en los que aparece el término “@babelstreet.com” dirigidos a o de una larga lista de funcionarios de la agencia, incluido el secretario Alejandro Mayorkas, John D. Cohen, subsecretario interino y director de inteligencia del DHS, y 11 personas más en la operación de Inteligencia y Análisis (I&A) de la agencia.
Finalmente, la FOIA buscó todas las comunicaciones “con respecto a la adquisición, adjudicación e implementación de la adjudicación a PANAMERICA COMPUTERS, INC. con respecto a la adjudicación 70T02021F7554N002”.
La solicitud de FOIA se presentó, según la denuncia, porque “Heritage entiende que el DHS usa Babel X para monitorear entidades, grupos e individuos desconocidos de una manera similar a la del FBI”. El FBI gastó USD 5 millones a principios de este año para comprar 5000 permisos de usuario para Babel X de Panamerica Computers, con una opción para compras adicionales de hasta USD 27 millones.
El fabricante de Babel X afirma, según la demanda de Heritage, que el potente software de scraping es capaz de realizar múltiples vías de vigilancia digital, incluyendo «la búsqueda y el descubrimiento persistente en varios idiomas a través de múltiples fuentes de datos con técnicas estadísticas avanzadas y de crowdsourcing», descifrando «conocimientos relevantes en más de 200 idiomas con tecnología lingüística de vanguardia», realizar «análisis de sentimientos en más de 50 idiomas principales del mundo», filtrar «por una amplia gama de variables, como palabras clave, hashtags, idioma, autores, emojis, fechas/horas, expresiones regulares», realizar «investigaciones ad hoc para profundizar en entidades», analizar «temas, entidades y categorías, así como detectar relaciones», e «integrar todos los datos disponibles en una sola plataforma».
La denuncia agregó que el “DHS ha comprado y continúa comprando una gran cantidad de productos Babel X y utiliza esos productos para una variedad de funciones”.
La denuncia de Heritage dice que el contrato del FBI indica que “el FBI solicitó un producto que pudiera recopilar y analizar información de la web oscura y una serie de aplicaciones comunes, como Twitter, Facebook, YouTube y Snapchat.
“El FBI espera realizar 20,000 búsquedas discretas de palabras clave al mes a través de los datos recopilados. Los documentos de contratación del FBI indicaron que la ‘intención’ del FBI era observar eventos pasados, pero que los ‘análisis predictivos’ que permitirían al FBI ‘señalar posibles acciones de un sujeto o grupo’ eran ‘deseables'».
El fabricante del software le dijo a The Washington Post que el producto no escucha las llamadas de los teléfonos celulares, según la denuncia.
En respuesta a la FOIA de Heritage, los funcionarios del DHS reconocieron haberla recibido, pero luego pidieron a la fundación que redujera su solicitud porque un examen inicial indicaba que había un gran número de documentos potencialmente pertinentes.
Tras nuevos retrasos, la demanda decía que el litigio era necesario porque el DHS «no ha revisado con prontitud los registros de la agencia con el fin de localizar y recopilar aquellos registros que responden a la solicitud FOIA de los demandantes».
Además, el DHS está «reteniendo indebidamente los registros no exentos solicitados por Heritage al no producir ningún registro que responda a la solicitud de FOIA de los Demandantes», y además «retiene indebidamente los registros de agencias no exentas solicitados por los Demandantes al no segregar la información exenta en registros no exentos que respondan a la Solicitud de FOIA de los Demandantes”.
La demanda, que se presentó en el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Columbia, solicita que se le ordene al DHS que realice otra búsqueda a todos los registros relevantes, así como que “produzca, dentro de los 20 días de la orden del Tribunal, o en cualquier otra fecha que el Tribunal considere apropiada, todos y cada uno de los registros no exentos que respondan a la Solicitud de FOIA de los Demandantes y los índices que justifiquen la retención de cualquier registro que responda, en su totalidad o en parte, alegando una exención”.
No se pudo contactar a un portavoz del DHS para el momento de esta publicación.
Se une a Heritage como demandante en el litigio el asesor principal de Heritage, Mike Howell, que gestiona el proyecto de supervisión de la fundación. Se unió a Heritage en 2018 después de trabajar en la oficina del consejero general del DHS, donde era «el principal punto de contacto legal de la oficina de 3000 abogados del departamento para toda la supervisión del Congreso y las investigaciones que afectaban a cualquiera de las oficinas centrales o componentes del departamento», según la fundación.
Antes de ir al DHS, Howell trabajó en Capitol Hill de 2013 a 2017 como abogado del Comité Senatorial de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales y del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara.
La presente demanda de la FOIA es solo la segunda presentada por la organización sin fines de lucro desde su fundación en 1973.
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