El excomisionado para la paz, Sergio Jaramillo, y el escritor, Héctor Abad Faciolince, son dos de los tres colombianos que se encontraban este martes en una pizzería en Kramatorsk, Ucrania, y resultaron con heridas leves tras un ataque ruso. Este miércoles contaron la experiencia que sufrieron en el ataque a Caracol Noticias.
La tercer colombiana es la periodista de guerra Catalina Gómez Ángel, quien al igual que Abad y Jaramillo se encuentra bien. Los tres colombianos estaban comiendo con la escritora ucraniana Victoria Amelina durante el ataque. Amelina se encuentra gravemente herida y fue trasladada a un hospital, informó el excomisionado Jaramillo.
El ataque ruso ocurrió en Kramatorsk, cerca de la región oriental de Donetsk, una de las más convulsas de la guerra, y ha dejado al menos 11 víctimas mortales, incluida una menor de 17 años, dos de 14 años; y entre los heridos, un bebé de 8 meses.
«Nosotros estamos bien, Héctor no tuvo golpes, yo sufrí un golpe fuerte por una Viga en una pierna, pero no fue nada más grave, solo un hematoma. Catalina está bien, pero Victoria está en un estado crítico en este momento, la están interviniendo en un hospital», dijo el excomisionado a Caracol Radio mientras se dirigían a Kiev para evacuar.
Jaramillo dijo que cuando ocurrió el ataque ruso los cuatro se encontraban en una pizzería de esta provincia de Donetsk, donde está prohibida la venta de alcohol, y hacían bromas sobre el tema mientras pedían cerveza sin alcohol.
Por su parte, el escritor Abad relató que aunque el ataque que vivieron fue «espantoso», él salió totalmente ileso.
“Tenía muchas manchas en la ropa, y todo mundo pensaba que estaba herido, pero no tuve ninguna herida», dijo el escritor. «La explosión a mí me tiró al suelo, parecía muy herido, Victoria en cambio estaba sentada, recta, completamente impecable, no parecía herida siquiera pero estaba muy pálida cuando yo me levanté, y no nos respondía», agregó sobre la periodista ucraniana con la que compartían esa noche.
«Uno entiende que las esquirlas van a la loca y pueden caerle a alguien en la cabeza”.
Al igual que Jaramillo, el escritor recordó la broma de la cerveza sin alcohol por la ley seca en Ucrania.
“Lo último que recuerdo es que nos estábamos riendo con su cerveza sin alcohol en la mano y de repente [se sintió] esto—que es como si brotara de la tierra, un sonido espantoso, pero en vez de elevarlo a uno por el aire lo tumba, y luego el [zumbido] en los oídos que todavía tengo», continuó describiendo el momento del ataque.
«La única consecuencia física que tengo es que me siento muy aturdido, y también en el pensamiento».
Abad describió que el momento lo vivió en cámara lenta. «No hay un pensamiento de miedo. Es como un aturdimiento, como estupor absoluto, todo es muy lento», dijo, mientras veía a Jaramillo, a Gómez, y a su chofer y traductor ucraniano.
Lo más impresionante para el escritor fue ver a Victoria inmóvil mientras ellos se encontraban interactuando sobre cómo se encontraban.
Tras el estallido del ataque, Abad cuenta que escuchaban gritos de miedo y de dolor.
«Es el espanto que han creado los rusos en la sociedad civil que cuando no pueden ganar o cuando están perdiendo una guerra militar, entonces acuden a matar a la población civil con misiles de alta precisión en un restaurante, a la hora más concurrida, una hora antes del toque de queda».
Abad dijo que la periodista Gómez se quedó acompañando a Amelina en el hospital.
Por su parte, este miércoles la cancillería colombiana condenó el ataque ruso en Ucrania en el que tres colombianos resultaron afectados, expresando su solidaridad con ellos, «con las víctimas mortales y sus allegados, así como con las demás personas que resultaron afectadas, entre ellas la escritora Victoria Amelina».
Con información de EFE.
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